Los carteles se matan por marcar su territorio en México, pero comparten distribuidores de droga en EEUU

Organizaciones dedicadas al tráfico de narcóticos le están sacando provecho a una nueva categoría de 'contratistas' independientes que distribuyen cargamentos de múltiples proveedores o carteles en este lado de la frontera. Esto les evita costos de transporte y estar en la mira de las autoridades.

Foto Isaias Alvarado
Por:
Isaías Alvarado.
La guerra entre carteles de la droga en México ha dejado unos 120,000 muertos en los últimos 12 años.
La guerra entre carteles de la droga en México ha dejado unos 120,000 muertos en los últimos 12 años.
Imagen Spencer Platt/Getty Images

"¿Ya tienes la llanta, 'Elex'? Y al rato te llevo el carro", le dijo en un mensaje de texto Marco Antonio Albiter a su socio Alejandro Navarrete el 11 de septiembre de 2018. La conversación nada tenía que ver con autopartes, sino con una transacción de heroína negra –que estos narcotraficantes identificaban en clave como 'llanta'– en el norte de Texas. Sus teléfonos estaban pinchados por las autoridades.

PUBLICIDAD

Lo que una investigación del FBI descubrió es que esa organización delictiva recibía y vendía droga de dos carteles antagónicos, Los Zetas y Jalisco Nueva Generación (CJNG), que protagonizan una sangrienta guerra en México, pero que al parecer no tienen ningún problema sobre quién distribuye su droga en su principal mercado, Estados Unidos. Solo les preocupa que les paguen los cargamentos que entregan.

Albiter, Navarrete y otros 11 acusados han sido mencionados en un proceso penal que los vincula con la venta de cocaína, metanfetamina y heroína en Dallas durante alrededor de cinco años.

El FBI comenzó a seguirles la pista desde marzo de 2014 y en algún momento su investigación se cruzó con otra que realizaba la Administración para el Control de Drogas (DEA) enfocándose en camiones que estaban transportando sustancias ilícitas entre Laredo y Dallas.

Estos 13 narcos cayeron después de que los detectives interceptaron sus comunicaciones, los vigilaron de cerca, revisaron sus redes sociales y sumaron la colaboración de informantes. Uno de ellos era sobrino de un "asociado" de Los Zetas, quien se dedicaba al tráfico de múltiples kilogramos de cocaína en la frontera entre Piedras Negras, Coahuila, y Eagle Pass, Texas, de acuerdo con la acusación.

"Una vez que la cocaína era traficada a EEUU, el cooperante se encargaba de hacer los arreglos para distribuirla en varias ciudades, como San Antonio, Austin y Dallas", citan documentos judiciales.

Antes de que el pariente de este narco fuera arrestado y aceptara colaborar con el FBI, viajó en dos ocasiones a Dallas con varios kilos de droga en octubre de 2014.

PUBLICIDAD

Los informes de las autoridades federales solían identificar a operadores exclusivos de los carteles del narcotráfico, pero ahora cada vez más detectan a grupos que distribuyen droga para dos o más organizaciones. Algo que ya se había visto entre pandillas que obtienen narcóticos de varios proveedores.

En su más reciente 'Evaluación nacional sobre amenazas por drogas', la DEA señala por primera vez que hay contrabandistas sin un jefe único y señala que suelen ser los que mueven los cargamentos en el país.

"En la mayoría de los casos, las personas contratadas para transportar envíos de droga dentro de Estados Unidos son 'contratistas' independientes que pueden estar trabajando para varios carteles mexicanos", advierte el informe publicado en octubre pasado.

"Hay un número creciente de estos grupos de transporte en algunas áreas y en muchos casos transportan envíos pequeños", agrega el reporte de la DEA.

Los capos buscan a los 'contratistas' libres

A decir de J. Jesús Esquivel, corresponsal en Washington DC de la revista Proceso y escritor de varios libros sobre narcotráfico, la figura del broker o agente independiente ha jugado a favor de los carteles "porque se ahorran el transporte y evitan investigaciones".

Según el autor de 'Los narcos gringos' y 'La DEA en México', estos contrabandistas que operan sin estar atados a ningún capo se han beneficiado de que en EEUU "no hay lealtad" hacia dichos narcotraficantes por más grandes que sean.

"Aquí hay libre mercado para el narcotráfico. En Estados Unidos no hay carteles, sino distribuidores al menudeo. Al cartel lo único que le interesa es que se le pague", describe Esquivel.

PUBLICIDAD

A menudo, los acuerdos entre organizaciones transnacionales de droga y los 'contratistas' se realizan en ciudades fronterizas en México, lo cual les exime además de la costosa y riesgosa tarea de cruzar los cargamentos hacia EEUU. "También hay brokers estadounidenses; a ellos los buscan más los carteles porque despiertan menos sospechas por ser blancos", detalló.

En esa nueva categoría de narcos independientes estaba Gabino Peralta Saucedo, un michoacano de 43 años que vendió más de 12,000 kilos de cocaína y varios cargamentos de heroína en el área de Tampa, Florida, para cuatro carteles: del Golfo, Los Zetas, La Familia Michoacana y los Caballeros Templarios.

Peralta Saucedo, apodado 'Pony', tenía una exitosa sociedad con los traficantes de su estado natal; sin embargo, también ayudó a criminales de Los Zetas y del Golfo a cruzar su mercancía a través de la frontera.

'Pony' fue arrestado en México en septiembre de 2016 y dos años después fue extraditado a EEUU. El michoacano aceptó colaborar con la Fiscalía federal y se declaró culpable a finales de 2018. Un juez lo condenó el pasado 1 de marzo a pasar más de 24 años en una prisión federal.

En México, esa misma fórmula parece haber usado Ángel Domínguez Ramírez Jr, un veterano de la Infantería de Marina de EEUU que fundó y expandió su propia organización no solo por trabajar de cerca con los jefes de Los Zetas, el grupo que lo metió al tráfico de drogas, sino por lograr sociedades impensables con carteles enemigos: el de Sinaloa, el de Jalisco Nueva Generación, del Golfo y el clan de los Beltrán Leyva.

La organización criminal de Domínguez Ramírez supuestamente importó enormes cargamentos de droga desde Perú, Venezuela y Ecuador. Usando barcos, aviones y camiones de carga los transportó hasta el estado de Chiapas, para luego cruzarlos a EEUU a través de las fronteras de Texas y California.

PUBLICIDAD

Los fiscales aseguran que su grupo se denomina 'Seguimiento 39', por uno de sus apodos, 'Zeta 39', el cual le pusieron cuando fue reclutado por los sanguinarios Zetas. El exmarine fue arrestado en México en 2016 y está pendiente su extradición a California, para enfrentar múltiples cargos de narcotráfico y lavado de dinero.

Según la DEA, Rubén Osegura, quien dirige el poderoso cartel "Nueva Generación" de Jalisco, tiene vínculos con drogas en tres continentes.
Video Rubén Osegura “El Mencho” es considerado el nuevo “Chapo”
La organización criminal de Los Zetas se ha convertido en “una empresa mercenaria” que recurrió a la violencia extrema en México para posicionarse como una de las más poderosas del país, cerca del cártel de Sinaloa de Joaquín “El Chapo” Guzmán, declaró el lunes el periodista Diego Enrique Osorno.
“Los Zetas son la modernidad del ‘narco’. Es un grupo que decidió romper con los pactos nacionales, que decidió que no tenía que venir a Ciudad de México o a Sinaloa para organizar en su territorio el tráfico de drogas”, apuntó el periodista (Monterrey, 1980).
Autor del libro de crónicas La guerra de Los Zetas. Viaje por la frontera de la necropolítica (Grijalbo, 2012), Osorno confiesa que la singular organización criminal liderada por Heriberto Lazcano y Miguel Ángel Treviño Morales ha convertido al nordeste del país en el “epicentro” del horror de México.
En su libro, de reciente publicación, Osorno cuenta “la transformación de estas ciudades y pueblos del nordeste mexicano a partir de la irrupción de Los Zetas en la realidad” y “en el imaginario” de la gente.
“Lo estructuré como un viaje. Empiezas en Monterrey, va viajando por la periferia de la ciudad, Guadalupe, San Pedro Garza García, Santiago, te vas metiendo hasta llegar a la frontera. Acaba en Fort Worth (Texas), en una feria de armas”, señala.
La obra está construida “de forma terrestre, hablando con gente” de Nuevo León y Tamaulipas, analizando el contexto que están en medio de la lucha que libran las autoridades contra los cárteles y de estos entre sí.
Según Osorno, la zona “es realmente un estado colapsado, donde se vive una tragedia humanitaria” cotidiana.
“Tenemos mínimo 20,000 desaparecidos contados por organizaciones internacionales, desplazamientos de casi 50,000 personas”, y matanzas terribles como la que en agosto del 2010 le costó la vida a 72 inmigrantes hallados sin vida en San Fernando, agregó.
Buena parte del libro se centra precisamente en Tamaulipas, el estado donde nació a comienzos de la década pasada la organización criminal de Los Zetas.
Osorno sostiene que el grupo criminal “ha usado la violencia extrema como su forma de posicionarse”, una estrategia que lo diferencia de un cártel de la droga tradicional.
“Controlan territorios para que por ellos pase desde cocaína, procedente de Colombia, hasta personas desde Centroamérica o cualquier otra cosa”, lo que les convierte en una “’Blackwater’ (la empresa estadounidense de seguridad privada) mexicana pero ilegal”.
El periodista deplora cómo desde el 2007 el presidente de México, Felipe Calderón, incorporó la palabra “guerra” al discurso político de los mexicanos para justificar su estrategia de combate frontal a los cárteles.
Algo que en principio “daba cierto heroísmo, cierta gallardía” a las acciones impulsadas por el Gobierno ha cobrado con el tiempo un significado de muerte y destrucción que perciben, sobre todo, los habitantes del nordeste de México, indica Osorno.
Si con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el poder se podía hablar de “narcopolítica”, componendas del poder con los narcotraficantes, en “el Gobierno de Calderón pasamos a la ’necropolítica’”.
“Creo que sobre todo en los últimos tres años el tema de la muerte y de la guerra se volvió un asunto de lucro político a diferentes niveles”, asegura.
1 / 15
La organización criminal de Los Zetas se ha convertido en “una empresa mercenaria” que recurrió a la violencia extrema en México para posicionarse como una de las más poderosas del país, cerca del cártel de Sinaloa de Joaquín “El Chapo” Guzmán, declaró el lunes el periodista Diego Enrique Osorno.
Imagen Getty Images
En alianza con
civicScienceLogo