“Ni siquiera le pusieron algo de ropa interior (en la maleta) para ocultarla”. Así describió un jefe policial de Florida el descaro de un grupo traficantes que durante más de dos años convirtió los vuelos directos de Los Ángeles a Orlando en un método efectivo para transportar droga de costa a costa.
Chequeaban el equipaje con droga, pero nunca abordaban el avión: los 'vuelos fantasma' entre Los Ángeles y Orlando
Una banda criminal ponía la droga dentro de piezas de equipaje en el aeropuerto de Los Ángeles para ser recogida en Orlando. Fue su método más efectivo.

Grady Judd, jefe de la oficina de Alguaciles del condado Polk, en Florida, se refería a la incautación de seis piezas de equipaje que solo iban cargadas de droga. Esta banda, dijo en una conferencia de prensa, ni siquiera se molestó en ponerle algo de ropa encima para evadir las revisiones en los aeropuertos.
Un total de 85 sospechosos, incluyendo seis “jefes de pandillas”, fueron detenidos en los últimos días como resultado de una investigación policial de más de dos años que llamaron ‘Flying Ice’ (Hielo volador), en alusión a la metanfetamina, la droga que más traficaba esta organización criminal.
“Esta es la mayor incautación de drogas y arrestos realizados en la historia del condado Polk durante una investigación encubierta de escuchas telefónicas. Continuaremos siguiendo las pistas y haremos más arrestos, para que aquellos que piensan que se nos escaparon, lo piensen de nuevo”, dijo Judd.

La ruta aérea de esta célula siempre fue la misma: del aeropuerto de Los Ángeles al de Orlando. La mayor parte de la droga era movida en piezas de equipaje en “vuelos fantasma”, es decir, alguien las registraba a su nombre, recibía los pases de abordaje, pero jamás se subía al avión. En Florida alguien más recogía la mercancía. La revisión en los vuelos nacionales es menos estricta.
Otras veces, los traficantes sí acompañaban el producto, pero al bajar de los aviones desaparecían. Las autoridades los describen como delincuentes “muy listos” y “con mucha experiencia”.
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“Estuvieron vendiendo veneno a tus hijos”
La investigación se inició en septiembre de 2020, cuando detectives ejecutaron una orden de cateo en Winter Haven, en el condado de Polk, e incautaron una libra de metanfetamina.
A partir de ese momento agentes encubiertos realizaron múltiples compras de droga en la zona y descubrieron que la mercancía les llegaba en vuelos nacionales desde Los Ángeles. No se ha revelado si algún cartel mexicano, los cuales tienen presencia en el sur de California, les abastecía.
En febrero de 2022, la investigación incluyó escuchas telefónicas, las cuales terminaron por desvelar gran parte de las operaciones de esta organización.
Las autoridades realizaron 14 órdenes de allanamiento en Auburndale, Davenport, Polk City, Lake Wales, Winter Haven y Riverview, en el estado de Florida; así como en Fresno, California.
En esas acciones les decomisaron 260 libras de metanfetamina, 180 libras de marihuana, 31 libras de cocaína, 3.4 libras de MDMA (droga sintética también conocida como éxtasis), 68 pastillas xanax (un medicamento que actúa como un depresor del sistema nervioso central), 173 pastillas de oxicodona, 49 armas, tres granadas, dos chalecos antibalas, una motocicleta robada y 235,000 dólares en efectivo.
El valor en las calles de estas drogas supera los 12.8 millones de dólares, según los alguaciles.
“Todo el tiempo estuvieron vendiendo veneno a tus hijos”, advirtió el alguacil Judd en la conferencia.
“Estos individuos no son adolescentes de secundaria que decidieron portarse mal un fin de semana, sino delincuentes peligrosos en su mayoría”, agregó.
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Los jefes detenidos
Los 85 sospechosos enfrentan de manera conjunta 355 cargos graves y 93 cargos menores en un caso centrado en el tráfico de drogas en el área de Winter Haven, Florida.
Uno de los principales proveedores de la organización era Lenard Henderson, de 42 años. Varios detenidos le compraban narcóticos, según un comunicado de la oficina de alguaciles de Polk.
Henderson fue arrestado el pasado 16 de agosto y le imputaron 25 cargos de conspiración para vender cocaína y marihuana, así como por usar un dispositivo de comunicación para cometer un delito grave. Fue liberado tras pagar una fianza de 24,500 dólares.

Otro de los supuestos cabecillas es Demarcus Terrell Jefferson, de 32 años. En septiembre de 2020, él manejaba bajo los efectos de alguna sustancia (DUI), estrelló su auto contra una gasolinera y mató a un cliente. En un caso separado, él ha sido acusado de homicidio involuntario.
Los detectives recibieron información de que Demarcus y familiares suyos estaban involucrados en este método de tráfico. Los detectives realizaron múltiples compras encubiertas de drogas en su casa.
“Durante la investigación, los detectives también supieron que uno de los hermanos de Demarcus, Devontae, murió a consecuencia de una sobredosis de fentanilo y xanax en esa misma casa el 24 de marzo de 2020. La droga siguió siendo vendida por familiares después de su muerte”, señala el comunicado de los alguaciles.
En este operativo también participaron agentes de la unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), la Patrulla Fronteriza, el Servicio de Inspección Postal, la Policía del aeropuerto de Tampa (Florida) y departamentos policiales de Winter Haven, St. Lucie (Florida), Fresno (California) y Shelby (Tennessee).

























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