Después de que las negociaciones entre ambos países concluyeran sin un acuerdo, el gobierno de Estados Unidos anunció este lunes la entrada en vigor de inmediato de un arancel del 17% para la mayoría de los tomates frescos procedentes de México.
Cuánto pueden aumentar los precios del tomate en EEUU tras los aranceles impuestos por Trump a su importación desde México
Expertos pronostican que el impuesto fijado desde este lunes al tomate mexicano afectará al bolsillo de los consumidores estadounidenses, dado que dos de cada tres de estos frutos consumidos en EEUU son importados desde el país vecino.
Los defensores de la medida aseguran que ayudará a reconstruir la industria del tomate en EEUU y garantizará que este fruto sea cultivado en suelo estadounidense.
Sin embargo, el gobierno mexicano calificó la iniciativa de “injusta” y advirtió que solo conseguirá aumentar su precio para los consumidores estadounidenses, dado que dos de cada tres tomates consumidos en EEUU actualmente son cosechados en México.
Varios expertos coinciden en este pronóstico. Tim Richards, profesor en la Facultad de Agronegocios Morrison de la Universidad Estatal de Arizona, le dijo a la agencia AP que es probable que los precios al por menor del tomate aumenten aproximadamente el 8.5%.
Jacob Jensen, analista de políticas comerciales en el American Action Forum —un instituto que promueve políticas de tendencia conservadora—, indicó que las áreas con mayor dependencia de los tomates mexicanos podrían ver aumentos de precios cercanos al 10%, mientras que en otros lugares del país podrían ver incrementos de precios más cercanos al 6%.
La dependencia actual de México por parte de los consumidores de tomates en EEUU es innegable.
El país cubre aproximadamente el 70% del mercado del tomate de su vecino del norte, en comparación con el 30% que suponía hace dos décadas, según Florida Tomato Exchange, un grupo comercial de defensa de los productores de tomates.
Los invernaderos mexicanos se especializan en tomates maduros cultivados en vid, mientras que los de estados estadounidenses como Florida suelen cultivarse en campos y se recogen cuando aún están verdes.
¿Qué respondió el gobierno de México al arancel de Trump sobre sus tomates?
El gobierno mexicano respondió este lunes calificando de "injusta" la imposición del arancel a sus tomates y advirtió que terminará afectando a los estadounidenses.
La medida va "en contra de los intereses no solo de los productores mexicanos, sino de la industria estadounidense", señaló un comunicado conjunto de las secretarías de Economía y Agricultura mexicanas.
Ambas entidades "manifiestan su desacuerdo con la decisión anunciada este lunes, ya que la consideran injusta", se lee en el texto.
"Dado que dos de cada tres tomates que se consumen en EEUU son cosechados en México, la medida anunciada lo único que hará es afectar los bolsillos de los consumidores estadounidenses, ya que será imposible sustituir al tomate mexicano", añadieron.
El pronunciamiento rechaza además los argumentos de Washington de que haya alguna "práctica desleal" por parte de México y atribuyen el éxito del tomate mexicano a su calidad.
México reiteró su disposición a seguir negociando con Washington y a apoyar a los productores mexicanos para limitar las afectaciones por el arancel, tal como anunció la presidenta Claudia Sheinbaum este lunes.
"Estamos trabajando de la mano para que haya los menores efectos. Son decisiones que toman desde EEUU. Es muy difícil que se deje de exportar jitomate a EEUU porque no les alcanza con su producción nacional para cubrir la demanda", dijo la mandataria en su habitual conferencia de prensa matutina.
Voces en EEUU a favor y en contra del arancel al tomate mexicano
Robert Guenther, vicepresidente ejecutivo del Florida Tomato Exchange, dijo que el arancel fue "una enorme victoria para los agricultores de tomate estadounidenses y la agricultura estadounidense".
Pero algunos críticos insisten en que probablemente aumentará el precio para los compradores estadounidenses.
"Como industria, nos entristece que los consumidores estadounidenses tengan que pagar un impuesto al tomate, o arancel, por una selección reducida de los tomates que prefieren, tales como tomates en la vid, tomates uva, Roma, tomates de coctel y otras variedades especiales", afirmó Lance Jungmeyer, presidente de la Fresh Produce Association of the Americas, que representa a los importadores de tomates mexicanos.
En una carta enviada la semana pasada al Departamento de Comercio en la que le pedían que llegara a un acuerdo, la Cámara de Comercio de EEUU y otros 30 grupos empresariales destacaron que compañías estadounidenses emplean a 50,000 trabajadores y generan $8,300 millones en beneficios económicos al traer tomates desde México hacia comunidades de todo el país.
"Nos preocupa que retirarse del acuerdo —en un momento en que la comunidad empresarial ya atraviesa por una incertidumbre comercial significativa— pueda llevar a acciones de represalia por parte de nuestros socios comerciales contra otros productos y cultivos, las cuales podrían crear mayores dificultades para las empresas y consumidores estadounidenses", decía la carta.
Incluso el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, y la gobernadora demócrata de Arizona, Katie Hobbs, también habían instado al departamento a mantener el acuerdo actual sobre el tomate.
¿Cuál es el origen del desencuentro entre EEUU y México en torno a la importación del tomate?
El arancel que entró en vigor este lunes, y que inicialmente se anunció que ascendería a casi el 21%, tiene origen en una antigua queja de EEUU en torno a las exportaciones de tomate mexicano.
El Departamento de Comercio indicó a finales de abril que se retiraba de un acuerdo firmado con México en 2019 para resolver las acusaciones de que el país exportaba tomates a EEUU a precios artificialmente bajos, una práctica conocida como dumping.
Como parte del acuerdo, México tenía que vender sus tomates a partir de un precio mínimo y cumplir con otras reglas. Desde entonces, el pacto ha estado sujeto a revisiones periódicas, pero ambas partes siempre acababan alcanzando un acuerdo con el que se evitaba la implementación de aranceles.
Al anunciar su salida del Acuerdo de Suspensión del Tomate, el Departamento de Comercio señaló que se había visto "inundado de comentarios" de productores de tomate estadounidenses que querían mayores protecciones contra las importaciones desde México.
"México sigue siendo uno de nuestros mayores aliados, pero durante demasiado tiempo nuestros agricultores han sido aplastados por prácticas comerciales desleales que socavan los precios de productos como los tomates. Eso se acaba hoy", declaró entonces el secretario de Comercio, Howard Lutnick.
"Este cambio de regla va en línea con las políticas comerciales del presidente Trump y su enfoque hacia México", concluyó.
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