Los indultos han llegado pronto y con frecuencia durante el segundo mandato del presidente Donald Trump, lo que llevó a casi 10,000 convictos a solicitar indultos o conmutaciones de sus sentencias de prisión.
Criminales convictos quieren que Trump los indulte; expertos lo ven como un "abuso grotesco" de su autoridad
El presidente ha indultado o conmutado las sentencias de más de 1,600 personas, incluidos muchos de quienes tomaron por asalto el Capitolio con el fin de frenar la certificación de la victoria del demócrata Joe Biden en enero de 2020.
Trump ha sido criticado por anular las condenas de aliados políticos, exfuncionarios republicanos y cientos de personas acusadas en los disturbios del Capitolio.
Al otorgar tales indultos y conmutaciones, Trump ha ignorado en gran medida un proceso que históricamente ha sido supervisado por personal apolítico del Departamento de Justicia, que pasaba el día examinando minuciosamente las solicitudes de clemencia: gruesos paquetes llenos de referencias morales que servían de evidencia para la expiación y las buenas obras de los solicitantes. Sólo aquellos que cumplían criterios estrictos eran remitidos a la Casa Blanca.
Ese enfoque ha dado a presos como Chad Scott, un agente federal caído en desgracia que cumple una condena de 13 años por corrupción, la esperanza de obtener un indulto adaptando peticiones para captar la atención de Trump. En su solicitud, Scott afirmó, por ejemplo, que tanto él como el presidente republicano fueron víctimas de "persecución política". El exagente de la DEA también señaló que él y el presidente han sobrevivido a heridas de bala en la oreja.
A continuación se presentan algunos aspectos clave que es necesario saber sobre cómo el enfoque de Trump está cambiando el mundo de la clemencia:
El enfoque de Trump sobre la clemencia ha trastocado las normas
Los expertos legales dicen que la avalancha de peticiones ha sido provocada por las frecuentes concesiones de clemencia por parte de Trump desde que asumió el cargo en enero. El presidente ha indultado o conmutado las sentencias de más de 1,600 personas, incluidos muchos de quienes tomaron por asalto el Capitolio con el fin de frenar la certificación de la victoria del demócrata Joe Biden en enero de 2020.
Algunos de los que han recibido clemencia han sido aliados políticos del presidente, donantes de campaña y estafadores que afirmaron ser víctimas de un Departamento de Justicia "instrumentado" en su contra. Entre quienes recibieron clemencia se encuentran dos estrellas de telerrealidad, un testaferro que donó 900,000 dólares al primer comité inaugural de Trump y un sheriff de Virginia condenado a 10 años por delegar a varios empresarios a cambio de pagos en efectivo.
Es sólo una parte de la forma en que el presidente ha transformado drásticamente la gestión de los indultos. Anteriormente, los abogados de carrera del Departamento de Justicia sopesaban el remordimiento, la gravedad del delito y la condena que ya había cumplido el preso. Luego, transmitían sus recomendaciones a la Casa Blanca.
El proceso en el Departamento de Justicia está siendo supervisado por un firme partidario de Trump: el presidente designó a Ed Martin Jr. como abogado de indultos del Departamento de Justicia. Martin es un exabogado defensor que representó a los manifestantes del 6 de enero de 2021 y promovió afirmaciones falsas de que los demócratas habían manipulado las elecciones de 2020.
Ese enfoque y la oleada de clemencias otorgadas por Trump han generado una situación de caos para quienes buscan indultos y conmutaciones, según Liz Oyer, exabogada de indultos del Departamento de Justicia, quien fue despedida en marzo. "El proceso y las prácticas tradicionales", declaró a The Associated Press, "parecen haberse desvanecido".
Los criminales convictos creen que Trump podría escucharlos
El optimismo tras las rejas nunca ha sido tan alto, dice Eric Sánchez Chaparro, un encarcelado que busca una conmutación de la pena por una condena por drogas y armas que conlleva una sentencia de 19 años.
"En muchos sentidos, siento que comparte nuestra opinión", declaró Chaparro a la agencia AP, señalando que tanto él como el presidente fueron condenados por delitos graves. Trump fue condenado el año pasado por cargos del estado de Nueva York de falsificación de registros comerciales relacionados con pagos a una estrella porno para silenciarla.
Jonathan E. Woods, uno de los primeros partidarios de Trump y exsenador estatal de Arkansas, busca la conmutación de su sentencia de 18 años por una condena de soborno.
“El presidente Trump es visto como alguien de gran corazón, sin prejuicios, y alguien que ha sufrido un infierno en un sistema legal muy imperfecto”, escribió Woods a AP. “Los reclusos lo ven como alguien que los escuchará con la esperanza de volver pronto a casa con sus seres queridos”, consideró.
La Casa Blanca afirma que Trump está actuando “razonablemente” y corrigiendo “muchos errores”.
Trump no es el primer presidente que genera controversia por su gestión de tales poderes. El expresidente demócrata Joe Biden provocó indignación bipartidista en diciembre al indultar a su hijo Hunter, evitándole una posible pena de prisión por delitos relacionados con armas y delitos fiscales. Biden también fue duramente criticado, principalmente por los republicanos, por emitir indultos preventivos para proteger a legisladores, exfuncionarios y miembros de su familia de lo que describió como una administración Trump potencialmente vengativa.
Funcionarios de la administración afirman que Trump decide sobre las solicitudes de clemencia tras ser examinadas por la Oficina del Asesor Jurídico de la Casa Blanca, el responsable de indultos de la Casa Blanca y el Departamento de Justicia. Los evaluadores se han centrado en delincuentes no violentos y rehabilitados con referencias convincentes, según los funcionarios. La Casa Blanca también está considerando peticiones de quienes cumplen sentencias "injustificadas" y de quienes la administración considera “procesamiento excesivo”.
Harrison Fields, portavoz de la Casa Blanca, dijo a AP en un correo electrónico que Trump “no necesita sermones de los demócratas sobre su uso de los indultos”. “Especialmente de aquellos que apoyaron a un presidente que indultó a su hijo corrupto, protegió al Dr. Fauci de rendir cuentas por los millones de personas que sufrieron bajo su fallido liderazgo durante la pandemia y respaldó al infame juez que lucró con el encarcelamiento de menores”, declaró.
“El presidente Trump está utilizando sus poderes de indulto y conmutación para corregir muchos errores, actuando de forma razonable y responsable, dentro de su autoridad constitucional”.
Los expertos legales lo ven muy diferente.
“Lo que estos indultos indican, junto con todo lo demás, es que ya no hay vuelta atrás”, afirmó Frank Bowman, historiador jurídico y profesor emérito de la Facultad de Derecho de la Universidad de Missouri, quien está escribiendo un libro sobre indultos. “Es un abuso grotesco de la autoridad constitucional, un abuso nunca visto en la historia estadounidense”, acotó.
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