Encuesta: apoyo al embargo contra Cuba aumenta entre cubano-estadounidenses

El fracaso parcial de la apertura ocurrida durante el gobierno de Barack Obama parece haber endurecido a los cubano-estadounidenses con un aumento del respaldo a la medida punitiva, según una nueva encuesta de la Universidad Internacional de Florida.

Por:
Univision
El presidente Donald Trump muestra la orden ejecutiva firmada en Miami para cambiar la política de EEUU hacia Cuba enjunio de 2017.
El presidente Donald Trump muestra la orden ejecutiva firmada en Miami para cambiar la política de EEUU hacia Cuba enjunio de 2017.
Imagen AP

Las opiniones sobre el embargo se han endurecido desde que el expresidente Barack Obama restableció las relaciones con el gobierno de la isla en 2015.

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Según la encuesta de la Universidad Internacional de Florida (FIU), 51% está a favor de mantener la sanción económica, mientras que el 49% se opone, en comparación con el 54% de apoyo para poner fin al embargo en la encuesta de la FIU realizada en 2016, indican los encuestadores, Guillermo Grenier y Hugh Gladwin.

Eso representa un retroceso significativo después de décadas durante cual la opinión cubano-estadounidense sobre el embargo suavizó. También parece ser un rechazo a la respuesta de la línea dura de Cuba a la apertura de Obama, incluidos los recientes incidentes de salud sufridos por los diplomáticos de los Estados Unidos en Cuba, que provocaron drásticos recortes de personal.

"El endurecimiento podría deberse a la lentitud del cambio en la isla, incluso mientras se desvanece el liderazgo de la vieja guardia cubana (en el exilio), o por la narrativa nacional hostil que rodea actualmente las relaciones entre Estados Unidos y Cuba en EEUU", afirma John F. Stack, decano de la Escuela de Asuntos Internacionales y Públicos de FIU.

Después de asumir el cargo en 2017, el presidente Donald Trump cambió el rumbo e impuso nuevas restricciones a los viajes a Cuba, así como sanciones contra empresas dirigidas por el ejército cubano, incluidos hoteles, bares y restaurantes.

"Las relaciones entre los dos países desde la última encuesta no han seguido el camino de apertura establecido por Obama", agregó. "Si bien pocas de las políticas específicas iniciadas durante la presidencia de Obama han sido reemplazadas, los incidentes 'sonicos' informados por el personal de la Embajada de Estados Unidos en La Habana en agosto de 2017 desataron una serie de reacciones por parte de la administración Trump".

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En Cuba hay más de medio millón de trabajadores del incipiente sector privado. Algunos de ellos temen que el presidente electo de EEUU cumpla con su promesa de dar marcha atrás en el acercamiento con Cuba y que sus pequeños negocios se vean afectados.
Video “Sería horrible volver atrás”: el temor de los cuentapropistas cubanos ante la llegada de Trump

FIU ha realizado encuestas de cubano-estadounidenses en Miami desde la década de 1990. La encuesta de 2018 se llevó a cabo después de las elecciones de mitad de periodo en noviembre pasado. La encuesta telefónica se hizo a 1,000 personas y tiene un margen de error de 3.1%.

Una abrumadora mayoría de más del 80% de los cubano-estadounideneses encuestados acordaron que el embargo no ha funcionado. Pero el apoyo al embargo aumentó especialmente entre los llamados exiliados históricos que emigraron de 1959 a 1979, aumentando en más del 10% en comparación con la encuesta de 2016. Mientras tanto, el 65% de los menores de 40 años se opone al embargo.

"Los cubano-estadounidenses continúan acogiendo y apoyando muchos de los cambios en la política de Estados Unidos desde diciembre de 2014, como los viajes, el mantenimiento o la expansión de las relaciones económicas limitadas y la voluntad de permitir que los ciudadanos de Estados Unidos inviertan en empresas cubanas", escribieron los autores de la encuesta.

Por ejemplo, el restablecimiento de las relaciones diplomáticas de Estados Unidos con Cuba fue respaldado por una amplia mayoría, el 63%. Aunque el 57% de los cubano-estadounidenses encuestados aún apoya la eliminación de las restricciones a los viajes de los residentes de Estados Unidos a la isla. Ese apoyo también se redujo significativamente desde el 74% en 2016. Al mismo tiempo, una amplia mayoría, el 68%, favoreció el mantenimiento de los negocios limitados con Cuba, como permitir que empresas estadounidenses vendan alimentos y medicinas al régimen caribeño.

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Los autores de la encuesta dijeron que el 52% apoyó la decisión del gobierno de Obama de poner fin a la política de "pies secos, pies mojados", que permitió a los cubanos que llegaron sin visas permanecer legalmente en el país.

Los alrededores del teatro Manuel Artime de Miami, donde Trump anunció este viernes los cambios de la política estadounidense hacia Cuba, mostraron desde primera hora de la mañana la pasión con la que se vive en esta ciudad del sur de Florida cualquier decisión sobre la isla. De un lado estaban las personas que defendían los cambios propuestos por Trump.
Del otro, los que se oponían a que Trump revierta algunas de las medidas emprendidas por el expresidente Barack Obama en el proceso de deshielo con Cuba. El presidente mantiene la reapertura de la embajada de su embajada en La Habana, los viajes de cruceros a la isla y los vuelos comerciales regulares, pero prohíbe los negocios con los militares castristas y restringe más los viajes de los estadounidenses.
Del lado de los partidarios de Trump, cada frase del anuncio del presidente la celebraban como si de un gol se tratara.
Laura Vianello de la Vigilia Mambisa no se separó de sus folletos de 10 motivos para rechazar el socialismo. La mujer estaba contenta con los cambios emprendidos por Trump aunque le hubiera gustado que fueran más radicales y que volviera a incluir a la isla en la lista de países patrocinadores del terrorismo. "En Cuba todo es del gobierno. Los generales de Raúl Castro, bajo la sombrilla de la compañía GAESA, son los dueños de todos los negocios en Cuba", afirmó. "Pero hubiéramos querido que por lo menos restringiera los viajes y las remesas un poco de restricción porque Cuba no es un país amigo. Cuba es una dictadura militar".
"No todos los cubanos somos Rubios", se podía leer en la camiseta de Bernardo Gutiérrez, un profesor retirado cubanoestadounidense de 70 años que lleva 40 en Miami. "Lo que sucede es que los de enfrente se han quedado en el pasado", afirmó en referencia a quienes se manifestaban a favor de las medidas de Trump. A su juicio, todo lo que hizo el presidente Obama "es un beneficio para el pueblo de Cuba y para el pueblo norteamericano". Pese a que creía que los cambios anunciados por Trump "iban a ser peores", considera que de una marcha atrás no beneficia a nadie.
Del lado de los partidarios de Trump se colocó un grupo de venezolanos que aprovechó la visita del presidente para recordarle la difícil situación que vive su país que está en medio de una crisis política y económica sin precedentes.
“Estamos apoyando la idea del proyecto del presidente Donald Trump. Está buscando la forma de fortalecer las acciones en contra del régimen de los militares castristas que tienen el control de la república de Cuba y que los turistas americanos que vienen a Cuba tengan dificultades con las restricciones”, defendía Miguel Saavedra (a la izquierda de la imagen). El dirigente de la Vigilia Mambisa, uno de los grupos más conocidos del núcleo duro del exilio, desde hace décadas no se pierde una sola manifestación en contra del gobierno castrista en Miami. En la foto posa con otro partidario del presidente que llegó hace 18 años a EEUU en balsa.
"Si en 50 años no ha funcionado ¿por qué va a funcionar ahora?", se pregunta.Rosa, una peruana que lleva 30 años viviendo en EEUU haciendo referencia a la ruptura de relaciones diplomáticas con Cuba que había hasta que, en diciembre de 2014, Cuba anunció el deshielo. "En estos años he visto el sufrimiento de los cubanos y he visto que el sistema anterior no funcionó. Me parecen muy buenos los cambios de Obama y creo que no se debe volver atrás. Es inútil", opina.
"Libertad para el pueblo cubano", se podía leer en la pancarta de este hombre.
Estos manifestantes parecieron pensar que cualquier atuendo es bueno para protestar contra las políticas del presidente Trump.
"Trump dice que se preocupa por los derechos humanos en Cuba pero él acaba de regresar de Arabia Saudita donde las mujeres no pueden manejar, donde a los homosexuales los meten en prisión y donde le cortan la cabeza a gente con espadas si se oponen al gobierno y es amigo del presidente de Filipinas aunque mata a quienes consumen drogas", afirmó Ernesto Medina, un cubano de 27 años que llegó a los 18 a Miami.
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Algunos curiosos se acercaron para ver pasar el auto del presidente a su salida del teatro Manuel Artiles
Michael Martínez, cubanoestadounidense de Miami llegó a la protesta con una camiseta en rechazo al embargo económico a la isla y un colgante del Che Guevara. "Estoy en contra de cualquier nueva restricción de viajes que imponga el régimen de Trump, cualquier restricción en el envío de paquetes y remesas a mi familia. Estoy aquí porque el embargo es una industria donde un grupo de cubanos que no tienen familias en Cuba se ganan el pan a costa de los otros", afirmó.
Walter, cubanoestadounidense nacido en Nueva York, estaba del lado de quienes estaban a favor de Trump. "¿Cómo podemos hacer negocios con un criminal asesino de Cuba, Raúl Castro?, se podía leer en su pancarta que era una especie de carta a Donald Trump en la que le pedía revertir el acercamiento emprendido por Obama.
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Los alrededores del teatro Manuel Artime de Miami, donde Trump anunció este viernes los cambios de la política estadounidense hacia Cuba, mostraron desde primera hora de la mañana la pasión con la que se vive en esta ciudad del sur de Florida cualquier decisión sobre la isla. De un lado estaban las personas que defendían los cambios propuestos por Trump.
Imagen Lorena Arroyo
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