Tulsi Gabbard no dejó lugar a dudas cuando testificó ante el Congreso de Estados Unidos sobre el programa nuclear de Irán a principios de este año.
La inteligencia de EEUU aseguró que Irán estaba lejos de tener un arma nuclear. Trump ignoró esa evaluación
Donald Trump parece haberse alineado con lo dicho por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien ha descrito a un Irán con armas nucleares como una amenaza inminente.
El país no estaba construyendo un arma nuclear, dijo la directora de Inteligencia Nacional a los legisladores, y su líder supremo no había vuelto a autorizar el programa que se encontraba inactivo a pesar de que había enriquecido uranio a niveles más altos.
Pero el presidente Donald Trump desestimó la evaluación de las agencias de Estados Unidos durante un vuelo nocturno de regreso a Washington, cuando acortó su viaje a la cumbre del Grupo de los Siete para centrarse en el conflicto en escalada entre Israel e Irán.
“No me importa lo que ella dijo”, dijo Trump a los periodistas. En su opinión, Irán estaba "muy cerca" de tener una bomba nuclear.
La declaración de Trump lo alineó con lo dicho por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien ha descrito a un Irán con armas nucleares como una amenaza inminente. Trump se reunió el martes con funcionarios de seguridad nacional para planear los próximos pasos a tomar.
Y, mientras tanto, Gabbard desestimó la inconsistencia. Culpó a los medios de comunicación por tergiversar su testimonio anterior y afirmó que “el presidente Trump estaba diciendo lo mismo que yo dije”.
“Estamos en la misma página”, dijo a CNN. Al ser consultada para hacer comentarios, la oficina de Gabbard se refirió a esas declaraciones.
Qué había dicho Gabbard sobre el programa nuclear de Irán
En su testimonio de marzo ante los legisladores, Gabbard dijo que la comunidad de inteligencia “sigue evaluando que Irán no está construyendo un arma nuclear y el líder supremo (Alí) Jamenei no ha autorizado el programa de armas nucleares que suspendió en 2003”.
También dijo que Estados Unidos estaba monitoreando de cerca el programa nuclear de Irán, señalando que el “inventario de uranio enriquecido del país está en sus niveles más altos y es sin precedentes para un Estado sin armas nucleares”.
La contradicción de Trump con Gabbard reflejó sus disputas con líderes de inteligencia de Estados Unidos durante su primer mandato, cuando los veía como parte de un “Estado profundo” que estaba socavando su agenda. Más notablemente, se puso del lado del presidente ruso, Vladimir Putin, en 2018 cuando se le preguntó si Moscú había interferido en las elecciones de 2016, diciendo que Putin fue “extremadamente fuerte y poderoso en su rechazo a ello”.
La última ruptura sobre Irán fue sorprendente porque Trump ha copado su segundo gobierno con leales en lugar de funcionarios de carrera más experimentados. Gabbard, veterana militar y excongresista demócrata de Hawaii, fue confirmada por un ajustado margen por el Senado controlado por los republicanos debido a su escasa experiencia en inteligencia o en gestión de organizaciones grandes.
El jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha advertido repetidamente que Irán tiene suficiente uranio enriquecido para fabricar varias bombas nucleares si así lo decide. Irán sostiene que su programa nuclear es pacífico.
Un informe de inteligencia anterior, compilado en noviembre bajo el entonces presidente Joe Biden, también decía que Irán “no está construyendo un arma nuclear”.
Sin embargo, detalló que el país ha “realizado actividades que lo posicionan mejor para producir una, si así lo elige”, como aumentar las reservas de uranio enriquecido y operar centrífugas más avanzadas. El informe no incluía estimaciones de un cronograma sobre cuán rápido se podría construir una bomba.
La agenda de inmigración de Trump es otro punto donde se ha separado de las evaluaciones de inteligencia. Invocó la Ley de Enemigos Extranjeros, una ley de tiempos de guerra de 1798, para expulsar a inmigrantes venezolanos argumentando sin pruebas sustantivas que son parte de la pandilla Tren de Aragua. Sin embargo, una evaluación de inteligencia en abril no encontró evidencia de eso.
Gabbard despidió a los dos oficiales de inteligencia veteranos que lideraron el panel que creó la evaluación, diciendo que fueron despedidos debido a su oposición a Trump. En respuesta a esos informes, la Casa Blanca emitió un comunicado de Gabbard apoyando al presidente.
“El presidente Trump tomó medidas necesarias e históricas para salvaguardar nuestra nación cuando deportó a estos violentos terroristas del Tren de Aragua”, decía el comunicado.
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