El último miembro activo de la dinastía Bush, George P. Bush, quedó este martes fuera de la carrera por un puesto de elección popular al perder la segunda vuelta para la primaria por la Fiscalía General de Texas frente a quien ahora ostenta el cargo, Ken Paxton.
El 'último Bush' cae ante un favorito de Trump en su aspiración de ser fiscal general de Texas
El nieto del expresidente George H. W. Bush e hijo del exgobernador Jeb Bush, George P. Bush, perdió en segunda ronda su búsqueda de la nominación para fiscal general de Texas, ante el actual titular del cargo, Ken Paxton, quien tuvo el apoyo del expresidente Donald Trump.
Paxton es fiscal general del estado desde 2015 y su victoria es también vista como una del expresidente Donald Trump, ya que es uno de los candidatos a los que apoyaba.
George P. Bush es hijo mayor del exgobernador de Florida Jeb Bush y ejerce como comisionado de Tierras de Texas desde 2015.
En todas las encuestas, George P. Bush iba por detrás de Paxton y finalmente éste se impuso a pesar de los problemas legales que enfrenta, entre ellos una investigación del FBI por supuesta corrupción.
¿El fin de la dinastía Bush?
En su discurso de victoria, Paxton no mencionó a Bush pero sí prometió combatir "con uñas y dientes" a la administración de Biden en las cortes.
"Este país está en problemas. La razón por la que decidí volver a competir es que podamos luchar juntos", dijo Paxton, quien se ha convertido en uno de los mayores 'guerreros' en la llamada guerra cultural entre liberales y conservadoras.
En un comunicado, Bush aseguró "seguirá luchando por el estado de derecho en Texas" pero no aclaró si volverá a presentarse a un cargo electo.
Se espera es que siga siendo comisionado hasta enero, pasada esa fecha no habrá un Bush en algú cargo de elección popular
El nombre de la familia fue moneda de cambio durante la campaña. Paxton pidió a sus partidarios que "me ayuden a terminar con la dinastía Bush" y se refirió al intento fallido de Jeb Bush por la nominación presidencial republicana en 2016, quien era el favorito para ganar la nominación hasta que se impuso el fenómeno arrollador de Trump.
En uno de sus últimos anuncios televisivos, Bush dijo que estaba "orgulloso" de su familia y aseguró que la carrera "no se trata de mi apellido, se trata de los crímenes de Ken Paxton".
Esta fue la contienda más difícil de la carrera de Paxton, ya que sus rivales republicanos hicieron campaña contra él argumentando que no podía seguir en el cargo al tener pendientes cargos por fraude.
En noviembre, todo apunta a que Paxton tenga que competir con Rochelle Garza, que va ganando a Joe Jaworski en la primaria demócrata, aunque para la mañana del miércoles no había resultados finales.
Cuellar vs. Cisneros, una votación con el aborto en el centro
Una batalla política de este martes en Texas que aún no se ha resuelto es la que enfrenta al representante Henry Cuellar contra la abogada Jessica Cisneros.
Se trata de la primaria demócrata por South Texas, que ha centrado gran atención al convertirse en gran medida en un voto sobre los derechos reproductivos.
Y esto ocurre en un momento en el que este es uno de los grandes debates nacionales por la posible decisión histórica de la Corte Suprema de revertir el falló Roe vs. Wade que lo legalizó.
Cuellar es un demócrata a quien desde su propio partido acusan de estar muy escorado a la derecha y de colaborar demasiado con los republicanos, con quienes está de acuerdo en temas clave como el aborto, las armas o la seguridad en la frontera.
Cisneros es una abogada de inmigración, ubicada en el ala más progresista de los demócratas, que ha hecho bandera de que "esta carrera va más allá de South Texas".
La joven demócrata, de hecho, ha contado con el apoyo y la visita de grandes figuras nacionales del ala más a la izquierda del partido: la representante Alexandria Ocasio-Cortez y los senadores Elizabeth Warren y Bernie Sanders.
Pasada la medianoche, con un margen de 177 votos más, Cuella declaró la victoria, pero Cisneros -que casi le ganó hace dos años- no ha concedido todavía.













El diario The New York Times analizó más de 1,500 de sus programas y halló que en más de 400 (equivalentes a más de 50 horas), el presentador de Fox News había amplificado consistentemente la idea de que los demócratas y otras personas buscaban cambiar la demografía del país usando a los migrantes. El 8 de marzo de 2017, dijo: "No quiero vivir en un país que no se parezca en nada al país en el que crecí". El 14 de septiembre de ese año criticó a los demócratas: "Pueden aceptar los temas que le importan a la clase media o pueden importar un electorado completamente nuevo desde el tercer mundo y cambiar la demografía de Estados Unidos de forma que nunca vuelvan a perder". El 2 de agosto de 2021 defendió: "El centro de su política migratoria (de los demócratas) es asegurar el control político y reemplazar a la población". El 22 de septiembre de 2021: "Esta teoría se llama la teoría del 'Gran Reemplazo', el reemplazo del legado estadounidense con gente más obediente que viene de países lejanos".
Su discurso sobre ese tema y victimizando a los blancos ha sido apoyado por representantes del supremacismo en Estados Unidos, como Andrew Anglin, fundador de la web Daily Stormer, quien lo ha catalogado como un "gran aliado" del movimiento. El rostro de Carlson y su mensaje han sido dibujados en pancartas para promover eventos del movimiento 'White Lives Matter' (La vida de los blancos importa).