Estos activistas quieren que la vacunación mundial sea ley; la llegada de ómicron refuerza sus argumentos

Ante el Senado hay una iniciativa bipartidista para declarar la lucha contra la pandemia asunto de seguridad nacional y que EEUU coordine políticas con otros países en el esfuerzo, pero para que pueda haber éxito se reconoce que el 70% de la población mundial debe estar vacunada.

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Por:
Milli Legrain.
La nueva variante se expande también por China y ya se ha reportado el primer caso en Israel y Bélgica, esto mientras más de una decena de países suspenden sus conexiones aéreas con Sudáfrica. La variante ha provocado un desplome en bolsas de valores. Más información aquí.
Video Alarma mundial por nueva variante de covid-19 que se expande velozmente en Sudáfrica

WASHINGTON, DC - “¡Traemos nuestros muertos a su puerta porque no aguantamos más!”, gritó una veintena de activistas en las escalinatas del Senado antes de esparcir las cenizas de familiares fallecidos de covid-19 .

En sus manos llevaban ataúdes hechos de cartón con los nombres de sus allegados muertos por el virus.

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Estos activistas abogaban ante el Senado por la aprobación de la propuesta de ley conocida como International Pandemic Preparedness and COVID–19 Response Act of 2021, auspiciada por dos senadores: el republicano Jim Risch y el demócrata Robert Menéndez.

La propuesta pide que se reconozca como asunto de seguridad nacional la lucha contra la pandemia y que se cree una Estrategia de Seguridad de Salud Global que incluya mecanismos de coordinación de Washington con el resto del mundo.

El proyecto reafirma el objetivo internacional de vacunar a un 70% de la población en todos los países, fijando como plazo el mes de septiembre de 2022, sin embargo, el objetivo luce muy lejos de cumplirse.

El acto fue organizado por Right To Health Action (Acción para el Derecho a la Salud), una organización creada al inicio de la pandemia, integrada por activistas, estudiantes, trabajadores de la salud y víctimas del covid-19, muchos ellos personas de color que exigen la acción inmediata del Congreso ante la pandemia.

El surgimiento de la variante ómicron, que se detectó por primera vez en pacientes en Sudáfrica y ha generado una alarma mundial por la posibilidad de que signifique un retroceso en la lucha contra la pandemia, refuerza la advertencia de los expertos de que el acceso limitado a la vacuna en los países pobres obstruye los avances contra el coronavirus en todo el mundo.

Los científicos indican que seguirán apareciendo nuevas variantes del virus en los países con bajas tasas de vacunación, como ya ocurrió con la variante delta, que ahora es la dominante.

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"Mi mamá no es un número"

Entre los activistas, estaba Rosie Davis, cuya madre falleció por coronavirus el 17 de mayo de 2020, y quien viajó a Washington desde Carrollton, en el estado de Texas.

“No voy a dejar que se olviden de mi mamá. Mi mamá no es un número. Nuestros seres queridos no son números,” clamó esta mujer hispana, fundadora del Yellow Heart Memorial (Memorial para un Corazón Amarillo), un proyecto nacional que busca honrar el recuerdo de los fallecidos por covid-19 y crear una comunidad para sus seres queridos.

Junto a otros, Rosie Davis relató públicamente su testimonio: “De tantos muertos que había en el condado de Dallas, mi mamá se quedó esperando un mes entero en un freezer hasta que pudimos cremarla. Traje sus cenizas hoy. La llevo en este collar por donde vaya,” dijo.

“La última vez que vi su rostro fue el día de Las Madres”, agregó Davis. Su madre, Mary Castro, falleció cinco días después, en una residencia de ancianos.

Davis espera que su visita a Washington rinda frutos. En sus reuniones con el congresista por Texas Joaquín Castro y una representante de la Casa Blanca propuso la idea de un memorial permanente en la capital estadounidense. “Es lo que necesita nuestra comunidad,” dijo. “Es lo que merecen nuestros seres queridos.”

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ás equidad en el reparto de vacunas

Mientras que los países ricos ya están poniendo una tercera dosis de la vacuna, tan solo un 5% de la población en países de bajos ingresos ha recibido la primera dosis.

“Estamos presionando para que se apruebe la mayor propuesta de ley de salud de la historia,” dijo Paul Davis, director de política de Right to Health Action y un veterano activista, que en los años noventa hacia campaña entorno al Sida, otra pandemia humana que tuvo sus orígenes en el contagio animal.

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Un estudio de la Unidad de Inteligencia de The Economist pronosticaba en abril que una decena de países de América Latina y el Caribe y la mayoría de países africanos no tendrán un acceso considerable a la vacuna antes del 2023.

Expertos y activistas, entre ellos la organización de derechos humanos Amnistía Internacional, responsabilizan a los líderes de los países ricos y a las grandes farmacéuticas.

En agosto, un portavoz de la Organización Mundial de la Salud presentó esta imagen para describir la situación: “Estamos planeando dar chalecos salvavidas a los que ya tienen, mientras dejamos a otros ahogarse.”

Este mes, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, hizo una llamado a una mejor equidad en el reparto de las vacunas ante el Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York.

El gobierno mexicano se comprometió el 18 de noviembre a donar 2 millones de vacunas a países de América Latina y el Caribe.

“Si los países pobres no tienen acceso a las vacunas nos vamos a enfrentar a nuevas variantes de este virus a medida que va pasando el tiempo. Y vamos a tener que enfrentarnos a situaciones de colapso hospitalario y a la urgencia de sacar nuevas vacunas,” dijo el doctor Tomás Pérez Acle, biólogo chileno y director del centro Ciencia y Vida, en una conversación en línea con periodistas.

“Es un problema mundial y la única forma de resolverlo de verdad es a través de la coordinación internacional,” agregó.

Soluciones a largo plazo para evitar pandemias

La propuesta de ley ante el Senado también propone soluciones a largo plazo para evitar el surgimiento de nuevas pandemias. Incluye la creación de un fondo global para frenar el cambio climático, la degradación medioambiental y en particular la deforestación.

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En un informe reciente del G20, los países más ricos del planeta reconocen que las epidemias humanas con origen animal han ido creciendo de manera exponencial en las últimas décadas y que la del covid-19 no ha sido ninguna excepción. Advierten que la próxima pandemia “puede llegar en cualquier momento, en la próxima década o incluso en el próximo año” y que puede llegar a ser “mucho más dañina para la seguridad humana”.

Un estudio publicado en la revista Science en 2020 por la Universidad de Harvard y la organización Conservation International entre otros, estima que el costo de prevenir la próxima pandemia representa tan solo un 2% de lo cuesta luchar contra la de covid-19.

Grupos religiosos en Zimbabwe rechazan la vacuna contra el 
<a href="https://www.univision.com/temas/coronavirus">coronavirus</a> y han reforzado las creencias tradicionales en un país de por sí desconfiado de la medicina occidental. 
<a href="https://ourworldindata.org/covid-vaccinations?country=OWID_WRL" target="_blank">El país registra una tasa de vacunación completa del 16%</a>. Las iglesias, autoridades y UNICEF han formado grupos para combatir las falsedades que afirman, por ejemplo, que la vacuna "es satánica".
“La vacuna no es satánica”, dice Yvonne Binda, a los feligreses reunidos en una congregación religiosa en Harare, Zimbabwe. Binda es una de las miles de personas que las iglesias, autoridades y la UNICEF han asignado la labor de difundir datos sobre el 
<a href="https://www.univision.com/temas/coronavirus">coronavirus</a>.
El líder de la congregación apostólica, Kudzanayi Mudzoki, tuvo que trabajar duro para persuadir a su feligresía de que se quedara y escuchara a Binda hablar sobre las 
<a href="https://www.univision.com/temas/vacunas">vacunas</a>. “Por lo general, huyen”, dijo a la agencia AP. En la imagen, algunas de las asistentes. Más del 80% de los zimbabuenses se identifican como cristianos, según la agencia nacional de estadísticas.
“Estamos aceptando que el Espíritu Santo puede no ser suficiente para hacer frente al coronavirus”, dijo el líder apostólico Kudzanayi Mudzoki. “Estamos considerando seriamente las vacunas, porque otros lo han hecho. Pero nuestros miembros siempre han sido cautelosos con las inyecciones. Así que por ahora necesitamos jabón, baldes, desinfectantes y 
<a href="https://www.univision.com/temas/mascarillas">mascarillas</a>”, dijo. 
<b>“Esas son las cosas que nos ayudarán a protegernos”.</b>
Las iglesias han tomado medidas para abordar las dudas en otras partes de 
<a href="https://www.univision.com/temas/africa">África</a>. La Iglesia Metodista Unida, con sede en Estados Unidos, planea utilizar una plataforma de mensajería masiva para enviar mensajes de texto a los teléfonos celulares de alrededor de 32,000 seguidores en Costa de Marfil, Congo, Liberia y Nigeria. El objetivo inicial es combatir la desinformación.
Otro de los retos que enfrenta el proyecto es llegar hasta los feligreses, pues muchas comunidades no tienen una sede fija, por lo que es difícil combatir la desinformación. La campaña de SMS de la iglesia metodista, por ejemplo, ha marcado como objetivo prioritario combatir la noticia falsa de que 
<a href="https://www.univision.com/noticias/reto-iman-brazo-vacuna-disemina-falsedades-tiktok">la vacuna contenía un "chip magnético"</a>. “Hay bastantes mensajes centrados en reafirmar a las personas que la vacuna es segura, que ha sido probada”, explicó Ashley Gish de United Methodist Communications. “Los ingredientes son seguros para su uso en humanos y no lo harán ‘magnético’; ese fue uno de los grandes que escuchamos de mucha gente”. 
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Gish aseguró que su iglesia planea enviar más de 650,000 mensajes con 
<a href="https://www.univision.com/noticias/covid19-pandemia-estas-son-las-cinco-desinformaciones-mas-comunes-sobre-la-covid-19-entre-los-latinos">información real sobre la vacuna</a>. Pero el programa se implementará durante unos meses, pues explicó que antes pasarán un proceso de “sensibilización a covid-19”. La iglesia no está exigiendo que los seguidores reciban la vacuna de inmediato, añadió.
Algunos de los feligreses que se han vacunado, se han topado con estigmatización. Algunos miembros de las iglesias están dispuestos a vacunarse, 
<b>pero no lo hacen porque temen ser excluidos</b>. El aislamiento social es tal que activistas pidieron al gobierno de Zimbabwe que no llevara clínicas móviles a comunidades como la de Seke, por temor a que una exposición pública de quienes se vacunan les traería problemas.
Expertos coincidieron en que la comunidad latina es una de las minorías de EEUU más afectada por el coronavirus. Aseguran que este grupo población es también el más renuente en suministrarse la vacuna contra el covid-19.
<b>Mira también: </b>Jorge Ramos habla con el Dr. Juan Rivera sobre la lucha contra la desinformación en redes sociales sobre la vacuna contra el covid-19.
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Grupos religiosos en Zimbabwe rechazan la vacuna contra el coronavirus y han reforzado las creencias tradicionales en un país de por sí desconfiado de la medicina occidental. El país registra una tasa de vacunación completa del 16%. Las iglesias, autoridades y UNICEF han formado grupos para combatir las falsedades que afirman, por ejemplo, que la vacuna "es satánica".
Imagen Tsvangirayi Mukwazhi/AP
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