Donald Trump arremetió este miércoles contra sus propios seguidores mientras intenta aplacar las críticas a cómo su administración ha gestionado los archivos relacionados con la investigación por tráfico sexual que involucró a Jeffrey Epstein, un caso que ahora el presidente califica como una “farsa”.
Trump arremete contra sus propios seguidores molestos por el manejo del 'caso Epstein'
En medio de la controversia por cómo su gobierno manejó los documentos vinculados a la investigación sobre Jeffrey Epstein, el presidente Donald Trump intensificó sus críticas contra quienes hasta hace poco eran parte de su base.
“La nueva estafa de ellos es lo que de ahora en adelante llamaremos la 'farsa de Jeffrey Epstein', y mis antiguos seguidores han caído en esta basura de lleno, completamente”, escribió Trump en su red Truth Social. “No han aprendido la lección, y probablemente nunca lo harán, ni siquiera después de ser engañados por la izquierda lunática durante ocho largos años”, agregó.
“Que estos débiles continúen y hagan el trabajo de los demócratas. Ni siquiera piensen en hablar de nuestro éxito increíble y sin precedentes, porque ya no quiero su apoyo. ¡Gracias por su atención a este asunto!”, acotó.
La división se hizo evidente la semana pasada, cuando el Departamento de Justicia y el FBI admitieron que no existe una “lista de clientes” asociada al financista ni más archivos que puedan ser publicados, pese a las expectativas alimentadas durante meses por la fiscal general, Pam Bondi, e influencers conservadores.
El giro de Donald Trump ante el escándalo Epstein
El anuncio desató una ola de rabia y teorías sobre encubrimientos en el universo MAGA, el movimiento 'Make America Great Again'.
Trump, lejos de buscar reconciliar posturas dentro de su base, ha defendido a Bondi y descalificó cualquier pregunta sobre los documentos. Para el presidente, los reclamos de sus otrora seguidores son producto de la manipulación de la “izquierda lunática” y las "noticias falsas".
El manejo del caso Epstein por parte de Trump y su administración ha oscilado entre la difusión de promesas de transparencia y la negación de cualquier irregularidad. Inicialmente, tanto el presidente como altos funcionarios alentaron indirectamente teorías conspirativas sobre la existencia de una red de pederastia protegida desde las élites, llegando a insinuar que podrían revelar a poderosos implicados una vez retomada la Casa Blanca.
Sin embargo, cuando la investigación oficial no encontró ni lista de clientes ni indicios de chantaje, el relato de gran parte de la base trumpista colapsó y muchos se sintieron traicionados. El presidente optó por atacar a los suyos: “Dejen que estos débiles sigan y hagan el trabajo de los demócratas. No quiero su apoyo”, sentenció en su red social.
Bondi, anteriormente elogiada por su dureza, ahora se ve en el centro de las críticas e incluso se pide su destitución dentro del propio movimiento. Desde entonces Trump ha defendido a la funcionaria y ha criticado a un periodista por preguntar sobre los documentos.
Tensiones dentro del movimiento MAGA por el caso Epstein y las persistentes teorías de conspiración
Tras el anuncio del Departamento de Justicia y el FBI, muchos activistas y voces conservadoras radicales se sintieron decepcionados y traicionados, pues consideraban que Trump acabaría con el supuesto encubrimiento de crímenes y haría públicas todas las pruebas. Aseguran que no se han revelado todos los supuestos secretos del caso.
Influencers y comunicadores de derecha sostienen que el “Estado profundo” —una narrativa impulsada desde la propia órbita del presidente y promovida por años— protege a figuras prominentes y cuestionan la legitimidad del cierre del caso. Algunos creen que Epstein fue asesinado, otros insisten en la existencia de una lista secreta oculta por funcionarios de alto nivel. Ni siquiera la difusión de los videos que documentan el suicidio de Epstein ha logrado disipar las sospechas.
La periodista Conchita Sarnoff, quien escribió el libro TraffiKing (2016) sobre la red de tráfico sexual de Epstein, considera "inexplicable" esa "obsesión".
"La insistencia de los medios en 'una lista de clientes' es sorprendente. ¿Para qué la necesitaba Epstein?", indicó en una comunicación a Univision Noticias, añadiendo que cada "donación" que hizo a un político estadounidense para influenciarlo es conocida públicamente.
El giro de Trump —de animar y explotar teorías para movilizar a su base, a deslegitimar y ridiculizar a sus seguidores cuando el tema amenaza con devorarlo políticamente— ha abierto una grieta inédita.
Mira también: