California anuncia una nueva liberación de presos no violentos

Los reos acusados por violencia doméstica o delitos graves no califican para el nuevo programa. Ya han sido liberados unos 3,500 reclusos del sistema penitenciario estatal.

Por:
Jorge Macías.
Imagen de archivo del interior de la prisión de San Quentin en California.
Imagen de archivo del interior de la prisión de San Quentin en California.
Imagen Justin Sullivan/Getty Images

California permitirá que los reclusos no violentos, con 180 días o menos pendientes de condena, cumplan sus condenas en el hogar y serán elegibles para liberación supervisada a partir del 1 de julio.

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Los condenados por violencia doméstica, agresores sexuales y aquellos que cumplen una sentencia por delitos violentos o crímenes serios no califican para la liberación temprana.

Según autoridades del Departamento de Correcionales y Rehabilitación de California (CDCR), el llamado "programa de supervisión comunitaria" se implementa "para ampliar las acciones de protección al personal y reclusos en las prisiones estatales de la propagación del covid-19", anunció el CDCR.

Protestas en la prisión de San Quentin

En California, prisioneros y sus familias exigieron este martes acciones para detener lo que llaman una crisis de salud pública en la prisión estatal de San Quentin debido al covid-19.

Activistas del Centro Ella Baker de Derechos Humanos de Oakland dijeron que el coronavirus comenzó a propagarse rápidamente por la prisión la semana pasada.

En dicha prisión estatal ha habido 26 casos confirmados hasta ahora.

Desde finales de marzo, el gobernador Gavin Newsom comenzó a liberar prisioneros que calificaran 180 días antes de su fecha de liberación original.

Aunque ya han sido liberados unos 3,500 reclusos de las cárceles estatales para reducir la tensión del hacinamiento, los activistas consideran que la forma más rápida de controlar la propagación del virus en todo el sistema penitenciario, es reducir aún más la población carcelaria.

Una portavoz del Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California dijo que la tasa de pruebas de covid-19 en la prisión de San Quentin es aproximadamente tres veces mayor que las tasas de pruebas de centros penitenciarios estatales y nacionales y los funcionarios de correccionales estatales están trabajando para asegurar la capacidad de pruebas masivas tanto en San Quentin como en todo el sistema penitenciario estatal en general.


El estado también ha instalado estaciones de desinfección de manos a base de alcohol en áreas donde no hay lavamanos y jabón y las instalaciones de la prisión se limpian y desinfectan de manera rutinaria. Las pruebas obligatorias para el personal también están en marcha en San Quentin y otras cuatro prisiones estatales, según la portavoz del CDCR, Dana Simas.

Hasta el momento reportan 33 casos en esta prisión, aunado a los miles de casos a lo largo del estado, lo que ha desatado peticiones de liberaciones masivas y otras medidas para evitar contagio a gran escala en centros de reclusión.
Video Reportan decenas de casos de coronavirus en la Prisión de San Quentin

“CDCR toma muy en serio la salud y la seguridad de nuestra población encarcelada y de la comunidad en general y ha tomado medidas sin precedentes para abordar esta crisis de salud pública", dijo Simas a CBS San Francisco, señalando que las cárceles también han reducido la densidad de los dormitorios, y han realizado controles de temperatura. y máscaras y visitas en persona suspendidas.

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"Continuaremos ampliando nuestros esfuerzos para aumentar de manera segura el distanciamiento físico dentro de nuestras instituciones", dijo.

Según el CDCR, hasta la fecha, 33 reclusos en San Quentin han dado positivo por el coronavirus, y 3,219 reclusos en todo el sistema penitenciario del estado han dado positivo.

Desde que comenzó el brote de la pandemia en las prisiones, un total de 17 personas han muerto dentro del sistema estatal penitenciario.

<b>Richard Allen Davis.</b> Actualmente tiene 64 años y ha estado en el corredor de la muerte de San Quintín desde su condena en 1996 por el secuestro y asesinato de Polly Klaas, una niña de 12 años de Petaluma, California. Su caso ayudó a obtener el apoyo suficiente para la llamada "Ley de los tres strikes" para criminales reincidentes, en la que una tercer condena por un crimen violento se transforma automáticamente en una sentencia de cadena perpetua.
<b>Scott Peterson.</b> Después de reportar que su esposa embarazada había desaparecido en la víspera de Navidad del 2002, la Policía siguió más de 10,000 pistas e interrogó a decenas de delincuentes sexuales como posibles sospechosos. Al final de la investigación, Peterson fue arrestado por homicidio en primer grado y condenado por el asesinato de su esposa Laci Peterson, así como por el homicidio de su hijo nonato en la ciudad de Modesto, California. Actualmente tiene 46 años.
<b>Lonnie Frankil.</b> Este asesino serial apodado 'Grim Sleeper' fue condenado en el 2016 por los asesinatos de nueve mujeres y una adolescente en Los Ángeles, crímenes que fueron cometidos desde la década de los 80's. Durante su juicio se le vinculó a los homicidios de por lo menos 14 mujeres. Las autoridades creen que Franklin, quien actualmente tiene 66 años, podría ser reponsable de la muerte de hasta 25 personas.
<b>Charles Ng.</b> Junto a uno de sus cómplices fue condenado por asesinar a 11 personas en una cabaña de la Sierra Nevada en la década de los 80's. El juicio de NG fue no de los más caros en la historia del estado, con un costo aproximado de $20 millones. Actualmente tiene 58 años y era uno de los reos en el corredor de la muerte de San Quintín.
<b>Rodney James Alcalá.</b> Entre 1977 y 1979, Alcalá aterrorizó a las mujeres de California. De acuerdo con los fiscales que llevaron su caso, este convicto acechaba a las mujeres y se quedaba con sus aretes como forma de trofeo cuando las asesinaba. En el 2010 fue condenado a la pena de muerte por cinco homicidios cometidos en California. En el 2013 recibió otra cadena perpetua adicional tras declararse culpable de otros dos homicidios en Nueva York. Los investigadores creen que el verdadero número de víctimas de Alcalá jamás será conocido.
<b>Vincent Brothers.</b> Este exsubdirector de una preparatoria fue condenado por asesinar a toda su familia, que incluía su esposa, sus tres hijos menores de edad y su suegra. Los fiscales dijeron que tras el brutal crimen trató de crear una coartada volando a Columbus, Ohio, con el pretexto de visitar a su hermano. Luego condujo un automóvil rentado de vuelta a Bakersfield, California, para cometer el homicidio múltiple. Actualmente tiene 57 años y estuvo en el corredor de la muerte desde 2007.
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<b>Vicente Benavides.</b> La historia de este inmigrante de 68 años le dio la vuelta al mundo. Tras pasar casi 25 años en el corredor de la muerte de la cárcel de San Quintín por la agresión sexual y el asesinato en 1991 de una bebé, la Corte Suprema de California decidió anular su condena el 12 de marzo de 2018.
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Richard Allen Davis. Actualmente tiene 64 años y ha estado en el corredor de la muerte de San Quintín desde su condena en 1996 por el secuestro y asesinato de Polly Klaas, una niña de 12 años de Petaluma, California. Su caso ayudó a obtener el apoyo suficiente para la llamada "Ley de los tres strikes" para criminales reincidentes, en la que una tercer condena por un crimen violento se transforma automáticamente en una sentencia de cadena perpetua.
Imagen Paul Sakuma/AP
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