Besser trabajó en los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC) durante 13 años, y estuvo al frente de la agencia en 2009, durante la pandemia de la gripe H1N1. Hablamos con el doctor Besser, pediatra de formación, sobre cómo las comunidades latinas y negra han sufrido (y lo siguen haciendo) en esta crisis sanitaria.
“Si no tenemos cuidado ocurrirá lo de siempre: los ingresos y el color de tu piel determinarán el acceso a los tratamientos”, exdirector de los CDC
Richard Besser, exdirector de los CDC y presidente de la Fundación Robert Wood Johnson, la mayor institución de EEUU dedicada en exclusiva a la salud, se refiere en esta entrevista al racismo sistémico que golpea más a los hispanos en esta crisis sanitaria, y a la necesidad de frenar la politización en torno a la pandemia.


Los latinos y los negros tienen tres veces más posibilidades de infectarse de coronavirus que sus vecinos blancos, de acuerdo con las últimas estadísticas. ¿Era de esperar?
No me sorprende, pero creo que debería ser inaceptable.
¿Estos datos indican que estamos ante racismo sistémico?
Hay un montón de razones por las que latinos y negros están siendo duramente golpeados durante la pandemia. Muchos son trabajadores esenciales que no pudieron acogerse al teletrabajo y tienen mayores riesgos de infectarse. Al principio de la pandemia, el foco era proteger a los sanitarios, y los demás quedaron más expuestos.
Latinos y negros tienen más probabilidades de ser trabajadores de bajos ingresos y no tener seguro de salud o permisos por enfermedad. Muchos de ellos se enfrentaron a la difícil decisión de poner comida en la mesa o ir a trabajar y ponerse a ellos mismos o su familia en riesgo. Muchas de estas razones se explican por un racismo estructural.
La pandemia ha acentuado, pues, estas diferencias.
Al inicio de la pandemia, teníamos 28 millones de personas sin seguro de salud en EEUU, y esto afecta también más a los latinos. Los latinos y negros sufren más discriminación en la atención sanitaria, hasta el punto de que afecta su decisión de ir a ver o no al proveedor de salud.
Debido al racismo estructural, tienen más posibilidades de vivir en vecindarios con más polución y peores condiciones medioambientales, y esto incrementa los riesgos de empeoramiento de la enfermedad.
Los latinos tienen más posibilidades de vivir en casas donde conviven varias generaciones y con más personas por hogar; además, muchos viven en casa con estatus de inmigración mixtos y tienen miedo de buscar ayuda por la posibilidad de que su estatus legal se vea amenazado.

¿Tienen estimaciones de cuántas personas pueden haber estado o están en esta situación, bajo el radar?
Es muy difícil conocer con precisión las cifras en relación a la etnicidad y covid-19, pero creemos que hay más latinos infectados de lo que dicen las estadísticas por el miedo que muchos tienen a exponerse al acceder a los servicios médicos. Y las diferencias en el acceso a los test permiten que el virus se transmita.
¿Qué es lo más urgente para aminorar las discriminaciones raciales en relación al coronavirus?
El primer paso es asegurarnos de que los datos que recogemos contengan información de raza y etnia para saber qué grupos están sufriendo más. En algunas comunidades el riesgo es por exposición; en otras, hay que asegurarnos de que tienen acceso a cuidado de los niños y ancianos, una nutrición correcta, etc.
Estamos muy lejos de conseguir eso…
Así es. Si nos preguntamos, ¿podrá EEUU salir de esto? Cuando me lo pregunto miro a Europa y veo curvas de contagio que descienden dramáticamente en países con culturas y condiciones económicas muy diferentes. Si fuéramos capaces de unirnos como país y dar los pasos necesarios para tomar esto bajo control…
Necesitamos dejar atrás la increíble politización de la pandemia
Como ex directivo de los CDC, ¿cuál es su visión sobre el manejo de la pandemia por esta administración?
Cuando trabajaba en los CDC tratábamos de ser muy imparciales y asegurarnos de que íbamos todos a una. Una de las maneras para conseguirlo era con la comunicación, y ruedas de prensa diarias. En esta pandemia, los CDC no están autorizados a hacer conferencias diarias. Las comunicaciones están lideradas por políticos, y esto contribuye a esta sensación de parcialidad, y el uso de la gravedad de la situación para los intereses partisanos. Esta es una situación muy peligrosa.
¿Qué habría pasado si el presidente fuese otro, en lugar de Donald Trump, en esta crisis sanitaria?
Es difícil predecir qué pasaría con una administración diferente, pero creo que habría sido muy diferente si el CDC hubiera estado al frente desde el principio y hubiera un mandato claro para que las decisiones se tomasen en base a la ciencia. En conjunto es estremecedor, pero hay estados que lo están haciendo bien y espero que aprendamos de ellos.
Con mandatarios que bromean con las mascarillas y la distancia social es difícil conseguir una comunicación de riesgos eficaz.
Es muy desafiante que haya mensajes en conflicto. Tienes políticos que menosprecian la gravedad de esta pandemia y no dan los pasos necesarios. Y enfrentan la economía y la salud pública, en lugar de tomar la salud pública como una vía para conseguir una recuperación económica sostenida.
En este escenario, llevar o no una máscara es una declaración política, pero esto no funciona.
A los virus les da igual tu afiliación política. Todo el mundo tiene la capacidad de transmitir este virus.
Trump dijo recientemente, en línea con el menosprecio a la gravedad de la situación, que el 99% de las infecciones son “totalmente inocuas”.
Los datos más recientes sugieren que la tasa de mortalidad es del 1%. Pero esto no quiere decir que el 99% de las infecciones sean inocuas. Entre el 15 y 20% de los infectados serán hospitalizados; pueden terminar en una UCI, sufrir consecuencias a largo plazo... Esta es una infección muy seria.
¿Cómo ve el futuro en relación a la pandemia?
Espero que todos los esfuerzos en el mundo para desarrollar la vacuna sean efectivos. Pero no creo que esa esperanza sea una estrategia efectiva contra la pandemia. Es más probable que tengamos que lidiar con la covid-19 con medidas de salud pública durante años. Por eso es muy importante que tengamos una estrategia unificada. Sin eso veremos muchas muertes que podrían haberse evitado y un gran sufrimiento económico.
¿Empeorará la pandemia las diferencias raciales todavía más?
Me da esperanza saber que hay más discusiones ahora en torno a cómo conseguir una sociedad más justa e igualitaria. Las demostraciones contra el racismo estructural y el abuso policial están relacionadas con el impacto la pandemia. El racismo estructural tiene un gran impacto en muchos aspectos de la vida de la gente, y la pandemia ha mostrado claramente el impacto en la salud.
Cuando dispongamos de una vacuna o tratamientos efectivos, ¿accederán a ellos las minorías o se quedarán de lado?
Si no tenemos cuidado y una clara intención para que lleguen a todas las comunidades ocurrirá lo que ha ocurrido tantas veces: los ingresos y el color de tu piel determinarán el acceso a los tratamientos. Ya estamos viendo que los resultados en hospitales en zonas de bajos ingresos son peores. Es muy importante que implantemos medidas para que los tratamientos o vacunas alcancen a todos.












En la imagen cientos de personas en sus autos aguardan su turno en un centro de pruebas covid-19, el 6 de julio al norte del condado Miami-Dade, el más afectado por la pandemia en Florida.