Un adolescente queda ciego y sordo tras alimentarse sólo de comida chatarra durante una década

La dieta del joven, compuesta de papas fritas, pan blanco y carne procesada, le ocasionó una condición llamada neuropatía óptica nutricional, que es un fenómeno común en sociedades africanas que padecen de desnutrición crónica y no en países desarrollados occidentales.

Por:
Univision
Un estudio reveló que las familias británicas compran más alimentos ultraprocesados que ninguna otra en Europa.
Un estudio reveló que las familias británicas compran más alimentos ultraprocesados que ninguna otra en Europa.
Imagen Adam Berry/Getty Images

Un joven de 17 años de Reino Unido que se alimentó diariamente de papas fritas, pan blanco y carne procesada durante una década perdió la vista debido a su dieta, de acuerdo a un estudio publicado en la revista Annals of Internal Medicine.

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La dieta llevó al joven a desarrollar una condición llamada neuropatía óptica nutricional (NON) que se manifiesta en el daño al nervio óptico y lleva a la pérdida de la visión. Si no se diagnostica, acaba en ceguera.

Se trata de un caso frecuente en niños que sufren desnutrición en países en vías de desarrollo.

El paciente, al que se mantiene en el anonimato, también desarrolló pérdida de audición y debilidad ósea.

El informe señala que el joven padecía un raro trastorno alimenticio desde que asistía a la escuela primaria, el trastorno de ingesta de alimentos con restricción de evasivos (ARFID, por sus siglas en inglés).

Quienes lo sufren se vuelven sensibles al sabor, textura, olor o a la apariencia de ciertos alimentos. El joven había dicho a los médicos que no le gustaba la "textura" de las frutas y verduras.

"Existe una falta de concienciación entre los profesionales de la salud y el público sobre la relación entre una dieta deficiente y la pérdida de la visión" dijo la Dra. Denize Atan, de la University Hospitals Bristol NHS Foundation Trust, coautora del informe publicado en Annals of Internal Medicine, y quien trató al joven paciente.

"Lo que es inusual en este caso es la extrema delicadeza de comer y el hecho de que había pasado bastante tiempo, que el diagnóstico se había pasado por alto y que la pérdida de la visión se había convertido en permanente dijo Atan.

La relación entre la mala nutrición y la visión se conoce entre los especialistas en neurooftalmología, pero "el problema es que la conciencia entre otros profesionales de la salud no es tan alta", añadió.

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Los científicos han expresado su preocupación por el hecho de que la mayoría de las dietas británicas se componen cada vez más de alimentos procesados de baja calidad.

Un estudio realizado el año pasado por la Universidad de Sao Paulo en 19 países europeos reveló que las familias británicas compran más alimentos ultraprocesados que ninguna otra en Europa, lo que representa el 50.7% de la dieta.

Un comedor "quisquilloso"

El paciente fue llevado por primera vez a ver a su médico a la edad de 14 años cuando se quejaba de cansancio.

Entonces fue etiquetado como un niño "quisquilloso para comer", pero no se le recetó ningún medicamento y el reporte médico mencionaba que se encontraba sano.

Sin embargo, un análisis de sangre reveló que estaba anémico debido a una deficiencia de B12, que causa fatiga por lo que le fueron recetadas vitaminas inyectables.

Al cumplir 15 años su audición comenzó a deteriorarse, después fue la vista, pero a pesar de que se le realizó una resonancia magnética, no se detectó ningún daño estructural en sus oídos.

Después de dos años de pérdida progresiva de la vista se quedó ciego.

A los 17 años, le detectaron bajos niveles de cobre y vitamina D y una baja densidad mineral ósea y le fue diagnosticado NON. "Su campo visual central se había arruinado de manera irreparable" dijo Atan.

La debilidad en sus huesos fue detectada por no consumir pescado graso, queso y huevo que contienen vitamina D.

Se conoce que las deficiencias en las vitaminas B1, B2, B3, B6, B9, B12, junto con el hierro, calcio, magnesio y cobre causan NON.

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Sin poder estudiar ni vida social

La afección del joven "ha devastado su vida" dijo la madre del adolescente que tuvo que abandonar sus estudios universitarios debido a sus impedimentos, mientras que ella ha tenido que renunciar a su trabajo para cuidar de él.

"No tiene vida social de la que hablar ahora. Después de dejar la escuela entró en la universidad para hacer un curso de informática. Pero tuvo que dejarlo porque no podía ver ni oír nada", dijo al diario británico The Telegraph.

El joven se encuentra tomando suplementos vitamínicos, pero su dieta sigue siendo la misma. "Sólo cuando se encontraba en terapia logramos que empezara a tomar batidos de frutas, pero ya no los toma", aseguró su madre.

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<b>Carbohidratos: el secreto está en la selección. </b>No se deben excluir por completo de la dieta ya que proporcionan energía, pero sí hay que escoger los más sanos y controlar las porciones. Entre las mejores opciones están aquellos con alto contenido de fibra como el arroz o pan integral, avena, quinoa. Por el contrario, hay que evitar aquellos granos procesados con alto contenido de azúcar.
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Aunque su nombre engañe, la batata dulce puede formar parte de la dieta de un diabético. De hecho, no eleva los niveles de azúcar tanto como la papa blanca porque tiene más fibra. La técnica de cocción influye y lo mejor es hervirlas.
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<b>Vegetales: mientras más, mejor</b>. Frescos crudos o ligeramente cocinados o asados son muy recomendables. Los lineamientos alimentarios de EEUU aconsejan la ingesta de 2.5 tazas de vegetales por día. Evita aquellos enlatados con alto contenido de sodio o azúcar. También cocinarlos con mucha mantequilla o azúcar.
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<b>Frutas: al natural</b>. Contrario a lo que muchos piensan, no debes eliminar el consumo de frutas si eres diabético –incluyendo las más dulces– pues aportan importantes vitaminas y minerales. La clave está en controlar las porciones, dependiendo de su nivel de azúcar.
<b>Proteínas: sí; frituras</b>: no. Las opciones son ilimitadas. Lo único que debes cuidar es no freírlas y evitar aquellas con alto contenido de grasa como la tocineta. Entre las recomendadas por la Asociación Estadounidense de Diabetes están aquellas de origen vegetal como el tofú o las nueces, el pescado y el pollo.
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<b>Lácteos: escoge bien</b>. Con este grupo de alimentos debes controlar las porciones y limitarte a aquellos con bajo contenido en grasa como la leche 1%, el yogur bajo en grasa o el queso cottage. Los helados y la crema no son recomendables.
<b>Bebidas: siempre sin azúcar</b>. Aunque no lo parezca muchas pueden ser dañinas para la salud. Lo mejor es limitarse al agua (puede ser saborizada con gas), te o café sin azúcar y evitar los excesos con el licor. Entre las peores opciones están los refrescos, las bebidas energéticas y todas aquellas con alto contenido de azúcar.
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Carbohidratos: el secreto está en la selección. No se deben excluir por completo de la dieta ya que proporcionan energía, pero sí hay que escoger los más sanos y controlar las porciones. Entre las mejores opciones están aquellos con alto contenido de fibra como el arroz o pan integral, avena, quinoa. Por el contrario, hay que evitar aquellos granos procesados con alto contenido de azúcar.
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