Pamela Reed fue detenida este lunes acusada de inventarse que su hija tenía cáncer y recaudar dinero bajo este falso pretexto. Esta mujer, de 41 años, residente en Pleasant City, Ohio, admitió durante el interrogatorio con el sheriff del Condado de Noble y el resto de investigadores que “había exagerado y fingido afecciones médicas para recibir donaciones económicas de organizaciones locales”, según recoge un comunicado publicado por la oficina del sheriff Jason Mackie.
El nuevo caso de una madre que se inventa que su hija está enferma y recauda dinero: “Le gustaba el apoyo que recibía”
Pamela Reed fue detenida por inventarse presuntamente que su hija, a la que llegó a rapar el pelo, tenía cáncer y recolectar donaciones para afrontar el tratamiento médico. Una enfermera del colegio de la menor fue la que se dio cuenta de que la niña no estaba enferma.
Este es el último caso conocido, si se confirman las acusaciones que pesan sobre Reed, en la que un progenitor se inventa que uno de sus hijos está enfermo y aprovecha ese falso diagnóstico para recaudar dinero. El caso más conocido es el de Clauddine "Dee Dee" Blanchard, que obligó a fingir durante décadas a su hija, Gypsy Rose Blanchard, que estaba enferma.
La hemeroteca también recoge otras denuncias, como la que se presentó contra Kaylene Bowen-Wright. En 2019 esta mujer fue condenada a seis años de prisión por torturar a su hijo con tratamientos invasivos e innecesarios para la salud del menor. Dos años antes, Monika Burgett fue condenada en Cincinnati por afirmar falsamente que su hijo pequeño tenía cáncer terminal y recaudar dinero por este motivo.
En el caso de Reed, la investigación arrancó el pasado 4 de enero cuando la oficina del sheriff y los servicios infantiles del condado recibieron información de un “posible robo por fraude”. Esta mujer presuntamente mintió a sus amigos y familiares sobre la salud de su hija de siete años.
La menor perdió más de 280 horas de clase
Se inventó y publicó en internet, según recoge New York Post, que la niña era ciega del ojo derecho y que sufría un cúmulo de anomalías médicas, entre ellas, una leucemia. La detenida llegó a admitir haber rapado la cabeza a la menor, tal y como publica el medio citado.
La alarma que desmontó el plan de Reed fue activada por una enfermera del colegio al que acudía su hija. La profesional sanitaria se dio cuenta de que la niña no estaba enferma. La coartada elaborada por su madre había provocado que esta menor perdiera más de 280 horas de clase a lo largo del curso escolar actual, según New York Post.
Varias organizaciones locales colaboraron con Reed en la recaudación de fondos y realizaron aportaciones para ayudarla a afrontar los presuntos gastos médicos, tal y como explicó la oficina del sheriff en un comunicado. Una de estas asociaciones, llegó a donar alrededor de 8,000 dólares.
Tras realizar varias indagaciones, los investigadores concluyeron que la menor no tenía cáncer. Con esta información, la oficina del sheriff detuvo a Reed. Fue acusada de robo a través de un fraude, un delito grave de cuarto grado. La jueza fijó su fianza en 50,000 dólares.
En el interrogatorio, Reed aseguró que siguió adelante con la coartada de que su hija estaba enferma "porque le gustaba el apoyo que recibía como respuesta", informa New York Post.
Esta mujer de 41 años siguió una estrategia parecida a la de Clauddine "Dee Dee" Blanchard. Sin embargo, nunca se conoció por qué esta última orquestó también un plan para hacer pasar a su hija, Gypsy Rose Blanchard, por una enferma porque fue asesinada.
La nueva vida en redes sociales de Gypsy Rose Blanchard
Gypsy Rose, 32 años, que acaba de quedar en libertad, fue condenada en 2016 a diez años de cárcel por ser cómplice del asesinato de su madre. Hasta la fecha del asesinato, la joven fue forzada por "Dee Dee" a asumir una incapacidad que no tenía diagnosticada. Tuvo que fingir que tenía leucemia, distrofia muscular, epilepsia y asma.
Llegó a ser alimentada por un tubo. Fue sometida a cirugías que no necesitaba, le recetaban medicamentos para enfermedades que no tenía. Estas decisiones impactaron en su salud, perdió dientes y fue adoptando el físico de una persona enferma.
Mientras tanto, su madre fue recibiendo un elevado número de donaciones para costear los tratamientos de su hija. Les regalaron una casa con rampa para discapacitados, viajes gratis a Disney World y recibieron la caridad de fundaciones como Ronald McDonald House y la Fundación Make a Wish (Pide un Deseo), entre muchas otras.
Con el paso de los años, Gypsy Rose aseguró que el maltrato se volvió más físico. Detalló que su madre la golpeaba y la encadenaba a una cama. En el juicio relató que persuadió al que era su pareja en aquel momento para que asesinase a su madre. El joven fue condenado a una pena de cadena perpetua por esta muerte.
La salida de la cárcel de Gypsy Rose ha causado sensación en las redes sociales, aunque esta joven ya era un personaje conocido. Su historia inspiró un documental en HBO y una serie en Hulu. Con su puesta en libertad el 28 de diciembre ha alcanzado más de ocho millones seguidores en Instagram y casi diez millones en Instagram. Su primer selfie en libertad cosechó más de seis millones de ‘likes’. Aún así, su vida continúa generando interés, Lifetime acaba de estrenar el documental “The Prison Confessions of Gypsy Rose Blanchard”, en el que esta mujer relata en primera persona su versión de los hechos.