Más de 450 reos en Oklahoma son liberados en la conmutación de penas más grande en la historia de EEUU

La liberación de los reclusos, que pagaban condenas por delitos de drogas y de poca gravedad, fue el resultado de un proyecto de ley firmado por el nuevo gobernador republicano Kevin Stitt.

Por:
Univision
Un grupo de mujeres camina hacia su libertad en la puerta de acceso del Centro Correccional Eddie Warrior.
Un grupo de mujeres camina hacia su libertad en la puerta de acceso del Centro Correccional Eddie Warrior.
Imagen Sue Ogrocki/AP

Un total de 462 reclusos salieron el lunes por las puertas de las cárceles de Oklahoma como parte de lo que los funcionarios estatales denominaron la conmutación masiva en un solo día más grande en la historia de Estados Unidos.

PUBLICIDAD

La liberación de los reclusos, quienes pagaban condenas por delitos de drogas y de poca gravedad, fue el resultado de un proyecto de ley firmado por el nuevo gobernador republicano Kevin Stitt. El proyecto de ley aplicó retroactivamente sentencias de delitos menores por posesión simple de drogas y delitos de propiedad de bajo nivel que los votantes estatales aprobaron en 2016.

La junta que decidió quién sería liberado, consideró 814 casos y recomendó 527 reclusos para la conmutación. Sin embargo, 65 aún contían detenidos y serán liberados días después, dejando a unos 462 reclusos en libertad el lunes.

Stitt ha hecho de la reducción de las tasas de encarcelamiento de Oklahoma una de sus principales prioridades y ha designado miembros con mentalidad reformista para la Junta de Indultos y Libertad Condicional del estado.

La familia del reo fallecido en una cárcel de Oklahoma se prepara para presentar una demanda contra la institución penitenciaria.
Video Reo murió asfixiado por dos oficiales en una cárcel de Oklahoma

Liberar a los reclusos le ahorrará a Oklahoma un estimado de $ 11.9 millones sobre el costo de continuar manteniéndolos tras las rejas, según la oficina del gobernador.

La medida, además de reducir las cárceles superpobladas, ayuda a los delincuentes de bajo nivel a construir una vida de autosuficiencia y evitar el reencarcelamiento.

"Ahora es el primer día del resto de su vida", dijo el gobernador Kevin Stitt a los reclusos liberados.

Él y otros funcionarios prometieron ayuda con lo que podría ser una transición desafiante para muchos. "Realmente queremos que tenga un futuro exitoso", dijo el gobernador.

"Se siente increíble estar al otro lado de la cerca", dijo Tess Harjo, una joven de 28 años que fue liberada el lunes del Centro Correccional Eddie Warrior en Taft, Oklahoma.


Harjo fue sentenciada a 15 años de prisión después de su condena en el condado de Okmulgee el año pasado por posesión de metanfetaminas. Ella dijo que estaba sorprendida por la cantidad de mujeres que conoció en prisión que cumplían largas condenas por delitos de drogas.

PUBLICIDAD

"He conocido a muchas mujeres aquí que vinieron de una prisión de seguridad media o máxima que ya han cumplido 18 años o más", dijo Harjo. "Es ridículo".

Steve Bickley, el nuevo director ejecutivo de la Junta de Indultos y Libertad Condicional, dijo que la liberación del lunes es la mayor en un solo día, superando la conmutación en 2017 del presidente Barack Obama de las condenas por drogas de 330 prisioneros federales en su último día en el cargo.

<b>Ángel Díaz, ejecutado con inyección letal el 13 de diciembre de 2006 en Florida.</b> Después de la primera inyección que se administró en la ejecución, Díaz se movía, entrecerraba los ojos y hacía muecas intentando hablar. Luego se administró una segunda dosis y pasaron 34 minutos antes de que fuera declarado muerto. Con la autopsia se descubrió que los catéteres intravenosos (que habían sido insertados en ambos brazos) estaban mal colocados, por los que los químicos letales se inyectaron en tejidos blandos en lugar venas. Dos días después de la ejecución el entonces gobernador Jeb Bush suspendió temporalmente todas las ejecuciones en el estado y nombró una comisión "para considerar la humanidad y la constitucionalidad de las inyecciones letales".
<b>Ronald Bert Smith, Jr. Ejecutado con inyección letal el 8 de diciembre de 2016 en Alabama.</b> Ronald Smith (ex explorador águila y reservista del ejército) fue declarado culpable del asesinato de un empleado de una tienda en 1994. El jurado en su juicio votó 7-5 recomendando un castigo de cadena perpetua. Alabama, sin embargo, no requiere unanimidad ni voto mayoritario antes de que el juez pueda condenar a un acusado a muerte. Smith se sacudió, jadeó y tosió mientras luchaba por respirar durante 13 minutos después de que se administraran los medicamentos letales, y la muerte se declaró 34 minutos después de que comenzara el proceso. También "apretó los puños y levantó la cabeza durante la primera parte del procedimiento". Alabama utilizó el polémico sedante Midazolam en la ejecución.
<b>Clayton D. Lockett, ejecutado con inyección letal el 29 de abril de 2014 en Oklahoma. </b>Una hora después del comienzo de la ejecución, la gobernadora Mary Fallin fue notificada de que el verdugo estaba teniendo problemas para encontrar una vena utilizable, pero ella no intervino. Después de una hora, finalmente se encontró una vena en el área de la ingle. Diez minutos después de la administración del primer fármaco, el sedante midazolam, el médico que supervisaba el proceso (cuya propia presencia violaba los estándares éticos de varias organizaciones médicas) anunció que el recluso estaba inconsciente y por lo tanto listo para recibir los otros dos fármacos letales. Tres minutos después de que se inyectaran las dos últimas drogas, "comenzó a respirar pesadamente, retorciéndose en la camilla, apretando los dientes y esforzándose por levantar la cabeza de la almohada". Murió 43 minutos después de comenzada la ejecución.
<br>
<b>Brian Keith Terrell. Ejecutado con inyección letal el 9 de diciembre de 2015 en Georgia. </b>“Tardó una hora en que la enfermera asignada a la ejecución introdujera las agujas intravenosas en los dos brazos del condenado. Finalmente, tuvo que poner una en su mano derecha. Este hizo varias muecas, aparentemente con dolor”, explicó un diario local de Georgia.
<b>Joseph R. Wood, ejecutado con inyección letal el 23 de julio de 2014 en Arizona</b>. Después de que los productos químicos se inyectaron, Wood repetidamente jadeó durante una hora y 40 minutos antes de ser declarado muerto. Los abogados de Wood presentaron una apelación de emergencia a un Tribunal Federal del Distrito y realizaron una llamada telefónica al juez de la Corte Suprema, Anthony Kennedy, en un intento por detener la ejecución fallida. Mientras tanto, un portavoz de la oficina del Fiscal General de Arizona afirmó que Wood estaba dormido y simplemente roncaba. 
<br>
<b>Brandon Joseph Rhode, ejecutado con inyección letal el 27 de septiembre de 2010 en Georgia.</b> Después de que la Corte Suprema rechazara sus apelaciones, necesitaron 30 minutos para encontrar una vena en la que inyectarle la mezcla de tres drogas que lo mató en 14 minutos. La ejecución había sido demorada seis días luego de que el condenado intentara suicidarse con una hojilla de afeitar.
<b>Romell Broom, intento de ejecución con inyección letal el 15 de septiembre de 2009 en Ohio.</b> Los esfuerzos para encontrar una vena adecuada para la ejecución terminaron después de más de dos horas sin poder encontrar una vena utilizable en los brazos o las piernas del condenado. Durante los esfuerzos fracasados, Romell Broom mostraba dolor. Después de la primera hora, en varias ocasiones Broom trató de ayudar a los verdugos a encontrar una buena vena. "En un momento dado, se cubrió el rostro con ambas manos y parecía estar sollozando, con el estómago agitado”, cuentan testigos. Finalmente, el gobernador de Ohio, Ted Strickland, ordenó que se detuviera la ejecución.
<b>Curtis Osborne, ejecutado con inyección letal el 4 de junio de 2008 en Georgia.</b> Después de un retraso de 55 minutos mientras la Corte Suprema de los Estados Unidos revisaba su última apelación, el personal médico de la prisión luchó durante 35 minutos para encontrar una vena. La muerte fue declarada 14 minutos después de que los medicamentos letales fueran administrados.
<b>John Hightower, ejecutado con inyección letal el 26 de junio de 2007 en Georgia.</b> Tomó aproximadamente 40 minutos para que las enfermeras encontraran una vena adecuada para administrar los productos químicos mortales, y la muerte no se pronunció sino hasta 59 minutos después del inicio del proceso de ejecución.
<b>Christopher Newton, ejecutado con inyección letal el 24 de mayo de 2007 en Ohio.</b> De acuerdo con la Associated Press, el ‘personal médico de la prisión’ en la Instalación Correccional del Sur de Ohio luchó por encontrar venas en cada uno de los brazos de Newton durante la ejecución. Newton, que pesaba 265 libras, fue declarado muerto casi dos horas después del inicio del proceso de ejecución.
<b>Joseph L. Clark, ejecutado con inyección letal el 2 de mayo de 2006 en Ohio</b>. Los técnicos de ejecución tardaron 22 minutos en encontrar una vena adecuada para la inserción del catéter. Tres o cuatro minutos después, cuando la vena colapsó y el brazo de Clark comenzó a hincharse, el hombre levantó la cabeza de la camilla y dijo cinco veces: "No funciona. No funciona". Las cortinas que rodeaban la camilla se cerraron mientras los técnicos continuaron otros 30 minutos buscando otra vena. Los testigos de la prensa informarían más tarde que oían "gemidos, gritos". Finalmente, la muerte se pronunció casi 90 minutos después de que la ejecución comenzó. 
<br>
<b>Bennie Demps, ejecutado con inyección letal el 8 de junio de 2000 en Florida.</b> Los técnicos de ejecución tardaron 33 minutos en encontrar venas adecuadas. "Esto fue una carnicería", dijo Demps en su declaración final. "Tenía mucho dolor, me cortaron en la ingle, me cortaron en la pierna, yo estaba sangrando profusamente. Esto no es una ejecución, es un asesinato". Los verdugos no tuvieron problemas para encontrar una vena, pero debido a que el protocolo de Florida requiere un segundo goteo intravenoso alternativo, continuaron infructuosamente trabajando para insertar la segunda aguja. Abandonaron finalmente el esfuerzo después de sus fallas prolongadas.
<b>Christina Marie Riggs, ejecutada con inyección letal el 3 de mayo de 200 en Arkansas.</b> Riggs no apeló la condena y pidió ser ejecutada. El inicio del proceso se retrasó durante 18 minutos cuando el personal de la prisión no pudo encontrar una vena adecuada en sus codos. Finalmente, Christina Marie Riggs aceptó las peticiones de los verdugos de poner las agujas en sus muñecas. 
<br>
<b>Stephen Peter Morin ejecutado con Inyección letal el 13 de marzo de 1985 en Texas.</b> The Associated Press informó que, debido a la historia de Morin de abuso de drogas, los técnicos de ejecución se vieron obligados a sondear ambos brazos de Morin y una de sus piernas con agujas durante casi 45 minutos, hasta encontrar una vena adecuada.
1 / 14
Ángel Díaz, ejecutado con inyección letal el 13 de diciembre de 2006 en Florida. Después de la primera inyección que se administró en la ejecución, Díaz se movía, entrecerraba los ojos y hacía muecas intentando hablar. Luego se administró una segunda dosis y pasaron 34 minutos antes de que fuera declarado muerto. Con la autopsia se descubrió que los catéteres intravenosos (que habían sido insertados en ambos brazos) estaban mal colocados, por los que los químicos letales se inyectaron en tejidos blandos en lugar venas. Dos días después de la ejecución el entonces gobernador Jeb Bush suspendió temporalmente todas las ejecuciones en el estado y nombró una comisión "para considerar la humanidad y la constitucionalidad de las inyecciones letales".
Imagen Muerderopedia
En alianza con
civicScienceLogo