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La evolución de estilo de Melania Trump: de la sexy modelo a la refinada primera dama
Pocas primeras damas han sido verdaderos personajes públicos antes de ocupar su cargo en la Casa Blanca. De Michelle Obama, por ejemplo, había unas escasas imágenes desde que su esposo se postuló como senador. Por el contrario, Melania Trump goza de un amplio archivo fotográfico que ha registrado sus aventuras estilísticas casi desde hace 15 años atrás cuando la eslovena apenas era la modelo que salía con el millonario Donald Trump. Su estilo ha cambiado... claro que ha cambiado.
Por:
Angélica Gallón S..

Melania Trump de la noche de la mañana pasó de ser un personaje del entretenimiento a ser la esposa del presidente de los Estados Unidos. Este cambio vertiginoso le implicó hacer cambios radicales de estilo que fueron perceptibles incluso desde la campaña presidencial. Atrás quedaron los vestidos escotados y brillante de seda de sus épocas de alfombra roja para darle paso a trajes recatados de emblemáticas marcas, como este jumpsuit de Gucci fucsia que llevó en el segundo debate presidencial.

Las galas eran para la pareja Trump lugares privilegiados para mostrar sus gustos excéntricos, su devoción por el brillo y para que Melania alardeara de su figura. Como primera dama, Melania parece olvidarse de su afán de ajustar su silueta y mostrar mucha piel y apuesta, como lo hizo en el baile inaugural con este traje blanco de Hervé Pierre, por líneas rectas y sobrias de sutil sensualidad.

Antes de caminar por el National Mall de Washington la experiencia más parecida a la que habían asistido la pareja Trump había sido las galas de Holywood. A diferencia de lo que sucedía en aquella épocas en las que el pronunciado escote era la regla, Melania Trump eligió para el pasado 20 de enero un traje de Ralph Lauren de cuello alto inspirado en las formas conservadoras de los años 60, al estilo Jackie Kennedy
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Con la cercanía con la política, Melania Trump fue desapegándose de los aparatosos abrigos de pieles animales tan propios de ella hace una década y fue trayendo a su armario abrigos de corte clásico y estructurado de elegante lana.

Si se es una devota del encaje, sí que hay maneras muy distintas de llevarlo. Si en 2005 Melania para asistir a un evento de moda se atrevía a llevar una trasparencia sobre su pecho que simulaba dejar la piel desnuda, en la cena con la iglesia católica, a semanas de las elecciones, la modelo restringía el uso de encaje solo para las mangas de su vestido. Eso sí, tanto recato se compensó con una espalda completamente descubierta.
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Si antes, en las galas MelaniaTrump alardeaba de finas joyas, en su faceta como mujer de un candidato presidencial, decidió apostar por una cierta depuración en el brillo, más no en el lujo. Este vestido blanco de Roksanda que llevó para su alocución en la Convención Republicana tenía un costo de 2,100 dólares.

La transición de un estilo sexy y descotado a uno más formal la hizo Melania Trump de la mano de incluir en su armario trajes de vestido de cuello redondo, de telas sobrias y de blazers que dejó colgar sobre sus hombros como lo muestra este traje rojo que usó en Iowa para los discurso que dio su marido, para entonces candidato.
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El blanco ha sido desde siempre un color imperante en el estilo de Melania Trump. Pero de llevarlo de formas exóticas con cortes que dejaban enseñar siempre algo de piel, lo ha empezado a llevar de forma elegante con cortes complejos pero sofisticados como este jumpsuit de Ralph Lauren que eligió para el discurso de aceptación como presidente, la noche del 8 de noviembre.

El satín y la seda, tan populares al principio de la década de los 2000 y tan favoritos de la primera dama, han sido reemplazadas por telas menos vistosas, con más cuerpo y menos brillo. Sin dejar su preferencia por exaltar sus atributos, en su discurso en Filadelfia, el 3 de noviembre, eligió una blusa rosa que solo dejaba al descubierto una parte de sus brazos.
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