Una mujer fue condenada a cadena perpetua y sin posibilidad de libertad condicional por torturar y matar en 2020 a su hijastra de tres años.
Mujer condenada a cadena perpetua por abusar sexualmente, torturar y asesinar a su hijastra de tres años
"No sé si realmente he visto un nivel de malicia no solo en los hechos, sino también en las palabras de la acusada en muchas, muchas ocasiones", dijo el juez, refiriéndose a los numerosos mensajes de texto que la mujer envió sobre la niña en los que se refería a ella como un "animal" y en los que aseguraba que la "odiaba con pasión".
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UnivisionEl padrastro y su madre maltrataban a la pequeña desde que nació, según los exámenes médicos. Al parecer, la amarraban a la cama con alambres y la golpeaban. La madre está embarazada y los vecinos temen por la seguridad del bebé que está por nacer.
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Laura Michelle Ramírez, de 31 años y habitante de Pennsylvania, fue declarada culpable de torturar de manera brutal a la pequeña Bella Seachrist, quien antes de morir “parecía una niña salida de un campo de concentración”.
La madre del menor, Heather Barrón, y su expareja, Kareem Ernesto Leiva, fueron juzgados por varios cargos, que incluyen tortura y asesinato del niño Anthony Ávalos, así como el abuso de otros dos menores.
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El Departamento de Policía del Condado de Allegheny dijo en un comunicado que respondieron el 9 de junio de 2020 a una llamada de emergencia sobre una menor -más tarde identificada como Seachrist- que no respondía dentro de una bañera en una vivienda.
"Cuando los oficiales y los paramédicos llegaron, encontraron a la niña que parecía estar gravemente magullada y desnutrida. Los agentes y los médicos adoptaron medidas para salvar la vida de la niña y la trasladaron a un hospital de la zona, donde la declararon fallecida", precisa el comunicado.
La investigación pudo determinar que la niña "sufría abusos físicos y mentales prolongados" y que Ramírez había sido la autora intelectual de dichos brutales maltrataos.
"No sé si realmente he visto un nivel de malicia no solo en los hechos, sino también en las palabras de la acusada en muchas, muchas ocasiones", dijo el juez Beemer, refiriéndose a los numerosos mensajes de texto que Ramriez envió sobre Bella.
En muchos de esos mensajes supuestamente se refería a la niña como un "animal" y decía que la "odiaba con pasión".
Durante el juicio en contra de Ramírez, los primeros policías en llegar a la vivienda donde encontraron a la menor dijeron que la niña estaba tan demacrada que se le veían los huesos a través de la piel y se le caía el pelo de lo desnutrida que estaba.
Un informe del Pittsburgh Post-Gazette aseguró que Seachrist estaba a punto de cumplir cuatro años y pesaba tan solo 22 libras.
El magistrado también aseveró que Ramírez también sometía a la pequeña a una serie de abusos sexuales, hambre, ataduras y encierro en armarios oscuros, entre otras vejaciones.
La madre de una de esas niñas relata que su hija, internada en una de estas casas, llegó llena de tatuajes y marcas de las torturas que recibió. La menor asegura que vio cómo los pandilleros accedían al hogar y violaban a sus compañeras, todo ello con el consentimiento de las autoridades.
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Debido a este contexto en el que vivía, el juez aseguró que “no había otro resultado posible (…) que una muerte de una de las formas más horribles posibles” y que no pudo imaginar “un destino peor para esa niña que el sufrió a manos de ustedes en esa vivienda”.
Además de la madrastra, las autoridades también arrestaron al padre de la niña, José Eduardo Salazar Ortiz, de 32 años, quien en mayo fue declarado culpable de asesinato en tercer grado, agresión con agravantes, poner en peligro el bienestar de un menor y conspiración para cometer homicidio; el hombre recibió una sentencia de entre 33 a 66 años de prisión.
La hermana de Ramírez, Alexis Herrera, de 23 años, también fue aprehendida por participar en los abusos a la pequeña y está previsto que el juicio en su contra comience en enero.