Violó y asesinó con 37 puñaladas en el pecho a una niña en 1992: 30 años después fue sentenciado a cadena perpetua

Durante tres décadas, el pedófilo estuvo libre e incluso vio cómo otro hombre era acusado y encarcelado por el homicidio en 1992 de la pequeña Nikki Allan, de siete años, cuyo cuerpo fue encontrado en un sótano con 37 puñaladas en el pecho. Avances científicos en el análisis de ADN pudieron dar con el verdadero culpable.

Por:
Univision
En el juicio por la muerte del niño de 10 años, los hermanos de Anthony Avalos testificaron que el menor era golpeado con cinturones, cables eléctricos y le negaban comida y agua. Además, detallaron los maltratos que ellos recibían, pero aseguraron que el menor se llevaba el peor trato.
Video Detallan la tortura y abuso que habría sufrido Anthony Ávalos antes de morir: hermanos testifican

Un pedófilo que estuvo prófugo de la justicia durante más de tres décadas, luego de asesinar y abusar sexualmente de una niña de siete años, fue condenado este martes a cadena perpetua.

David Boyd, ahora de 55 años, atrajo en octubre de 1992 a la pequeña Nikki Allan a un almacén abandonado en Sunderland, Reino Unido, contó Daily Mail.

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El agresor era conocido de la familia, ya que vivía en el mismo bloque de departamentos y era conocido como el novio de la niñera que cuidaba a la menor.

La apuñaló 37 veces en el pecho

Durante la noche del 7 de octubre de 1992, la pequeña estaba jugando y caminando con unos amigos, cuando de pronto se quedó atrás y a merced de Boyd, quien la golpeó y empujó dentro del Old Exchange Boulding.

Allí, el asesinó la violó antes de golpearle la cabeza con un ladrillo y apuñalarla 37 veces en el pecho, ocho de esas ocasiones penetraron su corazón; después, Boyd arrastró el cuerpo hasta el sótano.

Luego de ser reportada como desaparecida, las autoridades y la comunidad hallaron sus zapatos y abrigo afuera del almacén de aquel muelle y el cuerpo sin vida en el sótano del lugar.

Además, los restos de sangre de la víctima solo fueron encontrados en la entrada del lugar.

Detuvieron a un hombre inocente

Al mismo tiempo que notaba que la investigación no lo tenía en la mira, Boyd también fue testigo de cómo las autoridades detenían a George Heron y lo acusaban un años después de ser el autor del fatal desenlace de Allan.

Aunque Heron fue absuelto posteriormente, la vida del hombre se desmoronó por completo por la acusación y tuvo que mudarse de la zona para tratar de volver a empezar; la semana pasada, la policía de Northumbria le pidió disculpas formalmente.

“Es realmente difícil expresar con palabras lo que he sentido desde 1992, porque pasé de intentar cuidar de mi familia a tener mi vida destruida”, dijo Heron.

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Sin embargo, a pesar de todo, Heron asegura que lo más importante es que la familia de Allan por fin tuvo justicia para “seguir adelante” e incluso le pidió a la comunidad no culpar a los funcionarios actuales por “los errores cometidos hace 20 años”.

Agredió a otra niña

Al creer que había logrado eludir cualquier responsabilidad por la muerte de Allan, Boyd siguió con su vida y agredió “indecentemente” en 1999 a una menor de nueve años que estaba jugando en un parque.

Y aunque por ese delito fue detenido, no se le relacionó con el asesinato de Allan y solo estuvo en prisión durante un años y medio.

En ese tiempo, un agente de libertad condicional aseguró que el pedófilo le confesó haber tenido fantasías sexuales con menores de edad desde finales de los años 80.

Durante la audiencia de su condena, la juez Lambert del Tribunal de la Corona de Newcastle dijo que “a medida que pasaban los años” y Boyd seguía con su vida, el hombre debió haber pensado a menudo “en el homicidio de Allan” y cómo “te habías salido con la tuya”.

Sin embargo, dijo la jueza, “afortunadamente la ciencia del análisis de ADN ha avanzado mucho”.

Avance científico clave

A pesar del paso del tiempo y del nulo avance para tratar de identificar a un sospechoso, las autoridades nunca cerraron el caso.

Por eso, en 2018 la policía pudo reexaminar el caso de Allan, gracias a nuevos adeptos en la detección de ADN, por lo que la investigación apuntó de lleno a Boyd, donde encontraron muestras en la ropa que se había manchado en 1992 de la sangre de la pequeña.

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Aunque el hombre fue arrestado y acusado por primera vez del homicidio, Boyd lo negó en un principio e incluso se mofó de las autoridades al asegurarles que no tenían ninguna prueba e incluso utilizó una camiseta con la frase ‘soy imparable’, durante uno de sus interrogatorios.

Con todas esas pruebas contundentes, la jueza Lambert condenó a Boyd a cadena perpetua con una pena mínima de 29 años.

“Destruyó la vida de toda una familia”

Tras conocer la condena, la madre de la menor, Sharon Henderson describió a Allan como una niña “brillante y chispeante” que tenía una hermosa sonrisa.

Al recordar el calvario de tres décadas, “en las que he luchado por tener justicia”, Henderson dijo que todavía siente el horror en su cuerpo cuando vio cómo Heron era puesto en libertad, convencida de que él había matado a su hija, indicó Metro.

Además, si bien el caso se ha resuelto, Henderson criticó que la jueza haya establecido una pena mínima contra el hombre que “destruyó la vida de mi hermosa hija, la mía y de toda mi familia para siempre”.

Uno de los casos más complejos

El jefe de la policía de Northumbria, Brad Howe dijo tras la condena que Boyd había ocultado su crimen “mintiendo y prolongando el sufrimiento de la familia”.

El oficial fue tajante al decir que la investigación sobre el asesinato de Allan había sido “una de las más complejas y exhaustivas llevadas a cabo por el departamento”.

Howe no escatimó a la hora de elogiar al equipo de investigación “y a todos los que han contribuido a lograr esta condena”, con la que espera transmitir que, “sin importar el tiempo que haya pasado desde que se cometió un delito, “haremos todo lo posible para que se haga justicia”.