Condenando a muerte que sobrevivió 18 intentos de administrarle la inyección letal muere de covid-19

Cuando sobrevivió su ejecución en el 2009, el convicto de haber violado y matado a puñaladas a una jovencita, era el segundo preso del país en vivir algo así; ahora se cree que murió de covid-19 en prisión.

Por:
Univision

Romell Broom, el preso condenado a muerte en Ohio que sobrevivió 18 pinchazos en el primer intento de ejecutarlo con la inyección letal en el 2009, podría haber muerto de covid-19 el lunes, según reportó The Associated Press.

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El 15 de septiembre de 2009 Broom sobrevivió a su ejecución mediante inyección letal en la Prisión Sur (Southern Correctional Facility), de Lucasville (Ohio), a unas 4 horas de Pittsburgh, pero el e quipo médico a cargo tuvo serias dificultades para encontrar sus venas. Tras los numerosos intentos fallidos, se decidió suspender la ejecución, debido al alto nivel de daño físico que habían generado los múltiples pinchazos en distintas partes del cuerpo del condenado.

B room estaba en el corredor de la muerte por secuestrar, violar y asesinar a Tryna Middleton, una niña de 14 años a quien después de agredirla sexualmente la apuñaló 7 veces en 1984.


Tres meses después, Broom obligó a una niña de 11 años a subir a su automóvil, pero la madre de la víctima pudo frustrar su escape corriendo detrás del automóvil. Este se atascó en el hielo, y ella logró hacer que su hija escapara. Pero, cuando lo hizo, él vehículo de Broom pudo recuperar la marcha y, al hacerlo, le pasó encima a una de las piernas de su joven víctima.

En ese intento de secuestro, dos testigos tomaron la placa del vehículo y eso, junto al testimonio de la víctima y su madre, condujo a su arresto. Similitudes con el caso de Middleton lo vincularon a su asesinato algo que, posteriormente gracias a pruebas de ADN, quedó confirmado.

Desde el intento fallido de darle muerte con la inyección letal, Broom luchó sin éxito para evitar una segunda ejecución. Su fecha de ejecución más reciente fue en junio, pero en la primavera el gobernador republicano Mike DeWine emitió un indulto y fijó una nueva fecha en marzo de 2022.

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Al enterarse de su muerte, sus abogados Timothy Sweeney y Adele Shank, dijeron que su cliente había sobrevivido su ejecución en el 2009 "solo para vivir con el miedo y la angustia cada vez mayores de que se aplicaría el mismo proceso en su próxima fecha de ejecución".

<b>Ángel Díaz, ejecutado con inyección letal el 13 de diciembre de 2006 en Florida.</b> Después de la primera inyección que se administró en la ejecución, Díaz se movía, entrecerraba los ojos y hacía muecas intentando hablar. Luego se administró una segunda dosis y pasaron 34 minutos antes de que fuera declarado muerto. Con la autopsia se descubrió que los catéteres intravenosos (que habían sido insertados en ambos brazos) estaban mal colocados, por los que los químicos letales se inyectaron en tejidos blandos en lugar venas. Dos días después de la ejecución el entonces gobernador Jeb Bush suspendió temporalmente todas las ejecuciones en el estado y nombró una comisión "para considerar la humanidad y la constitucionalidad de las inyecciones letales".
<b>Ronald Bert Smith, Jr. Ejecutado con inyección letal el 8 de diciembre de 2016 en Alabama.</b> Ronald Smith (ex explorador águila y reservista del ejército) fue declarado culpable del asesinato de un empleado de una tienda en 1994. El jurado en su juicio votó 7-5 recomendando un castigo de cadena perpetua. Alabama, sin embargo, no requiere unanimidad ni voto mayoritario antes de que el juez pueda condenar a un acusado a muerte. Smith se sacudió, jadeó y tosió mientras luchaba por respirar durante 13 minutos después de que se administraran los medicamentos letales, y la muerte se declaró 34 minutos después de que comenzara el proceso. También "apretó los puños y levantó la cabeza durante la primera parte del procedimiento". Alabama utilizó el polémico sedante Midazolam en la ejecución.
<b>Clayton D. Lockett, ejecutado con inyección letal el 29 de abril de 2014 en Oklahoma. </b>Una hora después del comienzo de la ejecución, la gobernadora Mary Fallin fue notificada de que el verdugo estaba teniendo problemas para encontrar una vena utilizable, pero ella no intervino. Después de una hora, finalmente se encontró una vena en el área de la ingle. Diez minutos después de la administración del primer fármaco, el sedante midazolam, el médico que supervisaba el proceso (cuya propia presencia violaba los estándares éticos de varias organizaciones médicas) anunció que el recluso estaba inconsciente y por lo tanto listo para recibir los otros dos fármacos letales. Tres minutos después de que se inyectaran las dos últimas drogas, "comenzó a respirar pesadamente, retorciéndose en la camilla, apretando los dientes y esforzándose por levantar la cabeza de la almohada". Murió 43 minutos después de comenzada la ejecución.
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<b>Brian Keith Terrell. Ejecutado con inyección letal el 9 de diciembre de 2015 en Georgia. </b>“Tardó una hora en que la enfermera asignada a la ejecución introdujera las agujas intravenosas en los dos brazos del condenado. Finalmente, tuvo que poner una en su mano derecha. Este hizo varias muecas, aparentemente con dolor”, explicó un diario local de Georgia.
<b>Joseph R. Wood, ejecutado con inyección letal el 23 de julio de 2014 en Arizona</b>. Después de que los productos químicos se inyectaron, Wood repetidamente jadeó durante una hora y 40 minutos antes de ser declarado muerto. Los abogados de Wood presentaron una apelación de emergencia a un Tribunal Federal del Distrito y realizaron una llamada telefónica al juez de la Corte Suprema, Anthony Kennedy, en un intento por detener la ejecución fallida. Mientras tanto, un portavoz de la oficina del Fiscal General de Arizona afirmó que Wood estaba dormido y simplemente roncaba. 
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<b>Brandon Joseph Rhode, ejecutado con inyección letal el 27 de septiembre de 2010 en Georgia.</b> Después de que la Corte Suprema rechazara sus apelaciones, necesitaron 30 minutos para encontrar una vena en la que inyectarle la mezcla de tres drogas que lo mató en 14 minutos. La ejecución había sido demorada seis días luego de que el condenado intentara suicidarse con una hojilla de afeitar.
<b>Romell Broom, intento de ejecución con inyección letal el 15 de septiembre de 2009 en Ohio.</b> Los esfuerzos para encontrar una vena adecuada para la ejecución terminaron después de más de dos horas sin poder encontrar una vena utilizable en los brazos o las piernas del condenado. Durante los esfuerzos fracasados, Romell Broom mostraba dolor. Después de la primera hora, en varias ocasiones Broom trató de ayudar a los verdugos a encontrar una buena vena. "En un momento dado, se cubrió el rostro con ambas manos y parecía estar sollozando, con el estómago agitado”, cuentan testigos. Finalmente, el gobernador de Ohio, Ted Strickland, ordenó que se detuviera la ejecución.
<b>Curtis Osborne, ejecutado con inyección letal el 4 de junio de 2008 en Georgia.</b> Después de un retraso de 55 minutos mientras la Corte Suprema de los Estados Unidos revisaba su última apelación, el personal médico de la prisión luchó durante 35 minutos para encontrar una vena. La muerte fue declarada 14 minutos después de que los medicamentos letales fueran administrados.
<b>John Hightower, ejecutado con inyección letal el 26 de junio de 2007 en Georgia.</b> Tomó aproximadamente 40 minutos para que las enfermeras encontraran una vena adecuada para administrar los productos químicos mortales, y la muerte no se pronunció sino hasta 59 minutos después del inicio del proceso de ejecución.
<b>Christopher Newton, ejecutado con inyección letal el 24 de mayo de 2007 en Ohio.</b> De acuerdo con la Associated Press, el ‘personal médico de la prisión’ en la Instalación Correccional del Sur de Ohio luchó por encontrar venas en cada uno de los brazos de Newton durante la ejecución. Newton, que pesaba 265 libras, fue declarado muerto casi dos horas después del inicio del proceso de ejecución.
<b>Joseph L. Clark, ejecutado con inyección letal el 2 de mayo de 2006 en Ohio</b>. Los técnicos de ejecución tardaron 22 minutos en encontrar una vena adecuada para la inserción del catéter. Tres o cuatro minutos después, cuando la vena colapsó y el brazo de Clark comenzó a hincharse, el hombre levantó la cabeza de la camilla y dijo cinco veces: "No funciona. No funciona". Las cortinas que rodeaban la camilla se cerraron mientras los técnicos continuaron otros 30 minutos buscando otra vena. Los testigos de la prensa informarían más tarde que oían "gemidos, gritos". Finalmente, la muerte se pronunció casi 90 minutos después de que la ejecución comenzó. 
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<b>Bennie Demps, ejecutado con inyección letal el 8 de junio de 2000 en Florida.</b> Los técnicos de ejecución tardaron 33 minutos en encontrar venas adecuadas. "Esto fue una carnicería", dijo Demps en su declaración final. "Tenía mucho dolor, me cortaron en la ingle, me cortaron en la pierna, yo estaba sangrando profusamente. Esto no es una ejecución, es un asesinato". Los verdugos no tuvieron problemas para encontrar una vena, pero debido a que el protocolo de Florida requiere un segundo goteo intravenoso alternativo, continuaron infructuosamente trabajando para insertar la segunda aguja. Abandonaron finalmente el esfuerzo después de sus fallas prolongadas.
<b>Christina Marie Riggs, ejecutada con inyección letal el 3 de mayo de 200 en Arkansas.</b> Riggs no apeló la condena y pidió ser ejecutada. El inicio del proceso se retrasó durante 18 minutos cuando el personal de la prisión no pudo encontrar una vena adecuada en sus codos. Finalmente, Christina Marie Riggs aceptó las peticiones de los verdugos de poner las agujas en sus muñecas. 
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<b>Stephen Peter Morin ejecutado con Inyección letal el 13 de marzo de 1985 en Texas.</b> The Associated Press informó que, debido a la historia de Morin de abuso de drogas, los técnicos de ejecución se vieron obligados a sondear ambos brazos de Morin y una de sus piernas con agujas durante casi 45 minutos, hasta encontrar una vena adecuada.
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Ángel Díaz, ejecutado con inyección letal el 13 de diciembre de 2006 en Florida. Después de la primera inyección que se administró en la ejecución, Díaz se movía, entrecerraba los ojos y hacía muecas intentando hablar. Luego se administró una segunda dosis y pasaron 34 minutos antes de que fuera declarado muerto. Con la autopsia se descubrió que los catéteres intravenosos (que habían sido insertados en ambos brazos) estaban mal colocados, por los que los químicos letales se inyectaron en tejidos blandos en lugar venas. Dos días después de la ejecución el entonces gobernador Jeb Bush suspendió temporalmente todas las ejecuciones en el estado y nombró una comisión "para considerar la humanidad y la constitucionalidad de las inyecciones letales".
Imagen Muerderopedia