LOS ÁNGELES, California.- Selbin Pacheco, su esposa Olana y sus dos niñas de 7 meses y 3 años, llegaron a Los Ángeles escapando de los bombardeos rusos. Su historia es la misma de más de 600 mil ucranianos que ahora buscan un lugar seguro en el mundo, los estruendos de una guerra no provocada.
"Se sentía el miedo": Hispano cuenta cómo salió de Ucrania a Los Ángeles en medio de la guerra
Selbin y su esposa e hijas ya están seguros en Los Ángeles. Sin embargo, su corazón está en Ucrania, país en donde dejaron a familiares, amigos y la vida que construyeron en los últimos cinco años.
“Se sentía el miedo”, dijo a Univision Los Ángeles, Selbin Pacheco, un guatemalteco que logró sacar de la línea de fuego a su familia inmediata. El hispano detalla que tras la inminente invasión de Rusia a Ucrania, buscó ayuda de la embajada americana en ese país en donde de forma casi inmediata le ayudaron a salir del peligro.
“El personal de la embajada me dijo que debía salir de inmediato”, relató el hispano, Describiendo que entre los funcionarios diplomáticos se notaba nerviosismo y premura por ayudar a la mayor cantidad de ciudadanos atrapados en el conflicto, ya que EEUU cerró su sede diplomática el 13 de febrero.
Pacheco l legó de vacaciones a Ucrania hace cinco años y nunca imaginó que el viaje de turismo terminaría en boda, una vida tranquila en la ciudad de Kharkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania, justo al lado de la frontera con Rusia, que ahora quedó reducida a escombros.
¿Escaparon del país, pero no de la guerra en Ucrania?
La salida de Ucrania de la familia Pacheco se logró en cuestión de horas y a un día antes de que las tropas Rusas bombardearan Kharkiv, la segunda ciudad de más grande de Ucrania.
“Nuestros amigos estaban en pánico”, relató el guatemalteco, describiendo que en los mensajes de familiares y amigos les detallaban los bombardeos, cierres de vías y servicios de trenes en su ciudad.
Si bien la familia Pacheco fue trasladada a la zona de seguridad de EEUU en Europa y de ahí, tomaron un viaje a California, la madre y familia de Olena quedaron atrapados tras la invasión, por lo que aunque se sienten a salvo en Los Ángeles, dejaron su corazón en un país que no ha dormido en los últimos seis días.
La unión entre los ucranianos es ejemplo al mundo, pero la realidad es que las muertes de civiles y los ataques a zonas no militares ya forman parte de una larga lista de crímenes de guerras ordenados por Putin.
"No se tienen que ir", el escepticismo en Ucrania antes de que se concretara la invasión
Una vez se comenzaron las amenazas a Ucrania el hispano, planteó alternativas de seguridad para su familia. La familia Pacheco compartió sus planes con allegado, pero la respuesta fue escepticismo.
“No se tienen que ir”, fue la respuesta de muchos de sus allegados, basados en la crítica situación que por los últimos 15 años vivieron entre la tensión de Ucrania y Rusia.
La pareja siguió con sus planes y tras visitar la embajada de EEUU aceleraron acciones. Todo pasó tan rápido que Olena, la esposa del guatemalteco no pudo despedirse de su madre.
“Tomamos lo que pudimos y salimos en tren, llegar a la frontera con Polonia nos tomo 12 horas”, dijo Pacheco explicando la travesía. Los retos no terminaron ahí, ya que la familia debió tramitar el pasaporte de su pequeña de 7 meses para poder salir de Ucrania.
Con el paso de las horas la situación en la frontera se complicó debido al volumen de personas saliendo del país invadido, por lo que decidieron cruzar caminando. A solo 24 horas de estar en Polonia, la arremetida de Rusia se intensificó.
Con emociones encontradas y tristeza por los que dejaron atrás, los Pachecos debieron realizar un nuevo trámite y fue conseguir una visa para que Olena finalmente pudiera llegar a suelo americano.
Por más de 10 días la familia, viajó escapando de la guerra y ahora tratan de recuperar el balance y planificar el futuro de sus hijas en la ciudad de Van Nuys en el sur de California.
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