ORLANDO, Florida.- La propuesta del congresista republicano Jason Smith para aplicar un impuesto del 5% a las remesas enviadas desde Estados Unidos al extranjero ha generado inquietud y rechazo entre la comunidad mexicana en Florida, uno de los estados con mayor presencia de trabajadores migrantes. La iniciativa, impulsada por legisladores cercanos al expresidente Donald Trump, forma parte de un paquete legislativo prioritario en la Cámara de Representantes.
Mexicanos en Florida reaccionan con preocupación ante propuesta de impuesto a remesas en Estados Unidos
El impuesto propuesto afectaría especialmente a trabajadores migrantes con visas temporales en sectores clave como el agrícola y la construcción. Migrantes en Florida temen que el nuevo impuesto los obligue a usar métodos informales y riesgosos para enviar dinero a sus familias.
“ Es un golpe directo a nuestras familias”, dice Jaime Martínez, trabajador agrícola en Homestead, quien envía dinero cada mes a sus padres en Michoacán. “Nos sacrificamos mucho aquí para que ellos puedan vivir allá. Que ahora quieran quitarnos parte de eso es injusto”.
La propuesta establece un impuesto del 5% sobre las remesas enviadas por personas que no sean ciudadanos o nacionales estadounidenses. Esto incluye a residentes permanentes y a trabajadores con visas temporales como las H-2A, comúnmente utilizadas en el sector agrícola de Florida. Quienes usen proveedores autorizados y firmen acuerdos con el Departamento del Tesoro podrían quedar exentos, pero aún no hay claridad sobre cómo funcionaría ese proceso.
Desde México, la presidenta Claudia Sheinbaum calificó la iniciativa como “discriminatoria e injusta”. Además, confirmó que el embajador de México en Washington está dialogando con autoridades estadounidenses para evitar que esta medida prospere. “ Nos quieren castigar por trabajar duro y ayudar a nuestras familias”, expresó Andrea Gutiérrez, residente de Orlando, quien ha vivido en EE.UU. desde hace una década.
¿Cómo impactaría el impuesto a las remesas a las familias de los inmigrantes?
El impacto del impuesto sería significativo. Por ejemplo, si alguien envía 300 dólares, se le descontarían 15, dejando solo 285 disponibles para su familia. Muchos migrantes temen que esta carga adicional los obligue a buscar métodos informales para transferir dinero, con mayores riesgos y menos garantías.
Florida, con una población mexicana creciente, especialmente en ciudades como Immokalee, Tampa y Miami, depende en gran parte del trabajo de migrantes en los sectores agrícola, de la construcción y de servicios. El año pasado, México recibió más de 63 mil millones de dólares en remesas, una cifra récord, y una porción considerable de ese dinero proviene de trabajadores establecidos en este estado.
Expertos como Manuel Orozco, del Diálogo Interamericano, han advertido que esta política podría ser contraproducente. “ Reducir el flujo de remesas no solo afectará a millones de familias, también podría fomentar la migración irregular, justo lo que supuestamente se busca evitar”, afirmó.
A pesar de estas advertencias, algunos sectores conservadores respaldan la medida. Mark Krikorian, del Centro de Estudios de Inmigración, sostiene que dificultar el envío de dinero puede desalentar la llegada de más inmigrantes sin permiso legal.
Mientras tanto, en Florida, las organizaciones de apoyo a migrantes comienzan a movilizarse. “Vamos a luchar para que esta propuesta no avance”, aseguró María Elena Cruz, vocera de una coalición comunitaria en Tampa. “No somos criminales, somos trabajadores. Y lo que enviamos es fruto de nuestro esfuerzo”.
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