ORLANDO, Florida.- Janita Phillips, una mujer de 65 años originaria de Lake Mary, fue sentenciada a cinco años de libertad condicional por la muerte de su hijo recién nacido ocurrida en 1986 en Greenwich, Connecticut. El caso, que permaneció sin resolver por más de tres décadas, fue reabierto tras el avance de pruebas de ADN que la vincularon directamente con el crimen.
Mujer recibe condena por haber matado a su bebé: una prueba de ADN resolvió el crimen de 1986
Janita Phillips vivió más de tres décadas sin antecedentes, trasladándose de Connecticut a Florida. Nuevas pruebas de ADN en 2020 vincularon a la acusada con la muerte de su bebé en 1986.
El 16 de mayo de 1986, el cuerpo del bebé, llamado “Baby John” por las autoridades, fue encontrado dentro de un camión de basura, tras haber sido arrojado en un contenedor del complejo de apartamentos donde Phillips vivía con su familia. Según el informe del médico forense, el niño fue estrangulado poco después de nacer, y su muerte fue catalogada como homicidio.
Durante años, el caso no avanzó por falta de evidencia concluyente. Sin embargo, en 2020, la policía de Greenwich obtuvo muestras genéticas del hogar de Phillips en Florida mediante objetos recolectados de la basura y reciclaje. Las pruebas de ADN confirmaron que tanto ella como su esposo eran los padres biológicos del bebé.
Phillips fue arrestada y acusada de asesinato en 2021, pero se declaró culpable de homicidio involuntario en abril de este año, como parte de un acuerdo judicial. La sentencia emitida por el juez Gary White en Stamford, Connecticut, fue considerada poco común para un caso de infanticidio, pero fue respaldada por ambas partes debido a los hallazgos de una evaluación psicológica.
Dicha evaluación, revisada por expertos, concluyó que Phillips sufría de “angustia emocional extrema” al momento del crimen. De acuerdo con su abogado, Stephen DeLeo, en ese entonces la pareja enfrentaba serias dificultades económicas, recién habían salido de una situación de calle y su esposo le había dicho que no quería otro hijo. Phillips ocultó el embarazo a su familia y dio a luz en secreto. Su esposo no tuvo conocimiento ni participación en la muerte del bebé, según determinaron las autoridades.
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Durante la audiencia, Phillips lloró y expresó su “profundo arrepentimiento”, según relató su defensor. Aseguró que asume toda la responsabilidad por lo sucedido. DeLeo agregó que la mujer perdió su trabajo en el sector asegurador a raíz del proceso judicial, y que este ha sido el único incidente legal en su vida.
Actualmente, Phillips continúa casada con el mismo hombre desde hace 42 años. La pareja tiene tres hijos adultos; uno de ellos tiene una discapacidad y vive en un centro de atención asistida. Ella es cuidadora principal de su esposo, quien enfrenta problemas de salud.
El juez señaló que este era un caso que merecía clemencia. No obstante, Phillips enfrentará hasta 20 años de prisión si incumple las condiciones de su libertad condicional.
El caso ha generado debate sobre cómo el sistema judicial debe tratar crímenes del pasado a la luz de nuevas evidencias científicas y circunstancias personales extraordinarias.
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