RALEIGH, Carolina del Norte.- Antonio, un inmigrante colombiano que ha vivido durante una década en Charlotte, se encuentra atrapado en una pesadilla médica y migratoria. Luego de sufrir un derrame cerebral severo el pasado 22 de marzo mientras se dirigía a hacer compras, Antonio ha pasado más de 70 días en recuperación y en intensas terapias. La parálisis parcial en su lado derecho lo ha dejado sin poder caminar ni usar su brazo derecho.
Colombiano hospitalizado en Charlotte no puede volver a casa: el consulado le exige viajar
Antonio no puede viajar al consulado en Atlanta por su condición médica, lo que impide tramitar su pasaporte colombiano. El plan de retorno del gobierno colombiano promete ayuda a migrantes enfermos, pero en este caso no ha sido efectivo.
Aislado y sin familiares en Estados Unidos, Antonio, quien pidió mantener su rostro fuera de cámara debido a su estatus migratorio, ahora enfrenta una lucha paralela: regresar a Colombia para recibir el apoyo de sus seres queridos. Sin embargo, su condición médica se ha cruzado con obstáculos burocráticos que parecen insalvables.
"No tengo pasaporte colombiano", explicó Antonio en entrevista. "He intentado por todos los medios que el consulado en Atlanta me ayude, pero llevo más de seis meses en comunicación con ellos y siempre es una negativa".
La Cancillería colombiana dispone de un "Plan de Retorno" para ciudadanos en situaciones de vulnerabilidad. Este programa ofrece asistencia a quienes regresan al país, incluyendo apoyo médico y logístico en casos como el de Antonio. No obstante, el consulado en Atlanta ha informado a Noticias 40 que, aunque conocen el caso, no han podido tramitar su documento de identidad porque el interesado debe presentarse en persona en sus oficinas.
Esa exigencia, en el caso de Antonio, es prácticamente imposible. Postrado en cama y sin movilidad, trasladarse desde Charlotte hasta Georgia no es una opción viable. Mientras tanto, los trabajadores sociales del hospital donde se encuentra le han ofrecido una solución extrema: la autodeportación.
Pero esa alternativa despierta temores justificados. "¿Quién me garantiza que la autoridad migratoria de este país me va a llevar directamente a Colombia?", se pregunta Antonio. "¿Y si me encierran en un centro de detención? Mi salud está en riesgo".
Notas Relacionadas
Varado en un hospital por vacíos legales
A falta de una solución diplomática o humanitaria, Antonio permanece hospitalizado, a la espera de que alguna instancia, ya sea el gobierno colombiano o autoridades migratorias estadounidenses, logre facilitar su regreso a casa sin exponerlo a un deterioro mayor de su salud.
“ Lo importante es salir del hospital porque estoy en riesgo”, concluye Antonio, con voz apagada pero decidida.
Su caso refleja el vacío legal y humanitario en que caen muchos inmigrantes en Estados Unidos: sin redes de apoyo, sin acceso a servicios consulares eficaces, y con opciones limitadas para recuperar su dignidad y bienestar. Mientras tanto, su futuro sigue suspendido entre fronteras, trámites y la incertidumbre.
Te podría interesar:




