Mark Trujillo llamó a la policía la tarde del 3 de marzo del 2024, debido a que su vecino, Luciano Gutiérrez, estaba armado y presentaba comportamientos erráticos, indicando que dentro de su casa ocultaba cadáveres. De un momento a otro, en el sitio se desató un tiroteo en el que el sospechoso resultó herido, pero también el hombre que había llamado a las autoridades, y este tuvo peor fortuna.