Hacer reír a los demás es todo un arte. No en vano muchos actores dicen que hacer comedia es más difícil que hacer drama. La clave está en saber elegir el chiste correcto en el momento correcto, aunque algo de carisma personal también ayuda.
Estos son los tipos de chistes que más nos hacen reír

Algunos tipos de chistes no son muy recomendables. Los chistes de insultos, por ejemplo, suelen ser muy simpáticos, pero solo cuando hay confianza entre las partes y se sabe que no hay otra intención que hacer reír. Por supuesto que los chistes racistas, misóginos o crueles en sentido general pueden ser hirientes y no son nada recomendables.
Pero los tipos de chistes que proponemos aquí pueden cambiar la vibra del momento y regalarle alegrías a los que te rodean. ¿De qué estamos hablando? No, era solo un chiste.
Los chistes exagerados

El truco aquí está en presentar una hipérbole total. La gracia surge cuando los que reciben la exageración tratan de hacerse la imagen en la mente.
Ejemplo: “Era un hombre tan tonto, pero tan tonto, que no podía escribir el número 11 porque sabía cuál 1 iba primero”.
Los chistes sarcásticos o irónicos

Generalmente comienzan con una frase o palabra alentadora, positiva o incluso un halago. Luego viene una expresión que cambia radicalmente el panorama creando caos, confusión y risa.
Por ejemplo: “Si ves sonreír a alguien cuando todo sale mal… es porque ya sabe a quién echarle la culpa”.
Los absurdos o incongruentes
El sinsentido puede ser muy gracioso. En cierta medida la risa es una via de escape a lo incomprendido.
Ejemplo: “¿Cuál es la monja más original?... Sor-Preciva”.
Los chistes inteligentes
Estos se basan en conocimientos o información real y generalmente requieren de alguna interpretación o proceso de análisis. Suelen ser geniales, aunque alguno de ellos son literalmente para genios.
Ejemplo: “Un neutrón se toma un trago en un bar y cuando pide la cuenta el cantinero le responde “Para usted nada amigo, sin carga”.
Los chistes de personajes tradicionales
Estos se apoyan en un personaje idiosincrático que todos reconocemos automáticamente. De alguna forma refuerzan la identidad. Tenemos los casos de Jaimito en Sudamérica o Pepito en algunas zonas del Caribe.
Ejemplo: “¡Jaimito, no se puede dormir en clases! -Lo sé maestra, usted no para de hablar.”
Los chistes de telón

En este tipo de chiste se explica una imagen o concepto como la escena de una obra de teatro. Al final el oyente debe adivinar el nombre de la obra. Suelen ser muy graciosos porque los nombres de los actos son juegos de palabras sin sentido.
Ejemplo: “Sube el telón y se ve a un cerdo volando, baja el telón. Vuelve a subir el telón y se ve a otro cerdo volando, Cierra el telón. ¿Cómo se llama la obra? …EL AEROPUERCO.
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