Las plantas de interior son una buena opción si no tenemos un jardín o un espacio exterior para decorar nuestro hogar o apartamento con un toque de verde y vida. Sin embargo, las plantas de interior requieren de cuidados especiales para mantenerse saludables y en óptimo estado. Por esto es fundamental estar atentos a las necesidades que la planta precisa y a los síntomas que presente.
Plantas de interior: cómo cuidarlas
Existen tres tipos de problemas principales que tenemos que atender. El primero de ellos son los problemas ocasionados por trastornos y en este grupo entra lo que corresponde a la falta o exceso de luz, de humedad ambiental, de riego, etc.
El segundo gran grupo son los problemas ocasionados por plagas. Las plantas de interior no están libres de este tipo de riesgo, lo que implica estar atentos a insectos, larvas, etc. y a sus posibles daños.
Por último, el tercer grupo de problemas está vinculado a las enfermedades que puedan sufrir. Éstas a su vez, se clasifican en tres, en función del agente patógeno que las ocasione, sean virus, hongos o bacterias.

Además de estar atentos a lo anterior, debemos controlar el riego. Si nos excedemos en el agua las hojas adquirirán manchas o coloraciones atípicas, por ejemplo amarronadas, o incluso caerán sin motivo. Si falta riego, las hojas tomarán una apariencia menos turgente y un aspecto general “triste” y caído.
Con respecto a la luz , debemos cuidar de no exceder la exposición, en plantas que no son de ambientes soleados, porque sino sus hojas se pondrán pálidas y les aparecerán manchas. Si recibe poca iluminación, el follaje se torna amarrillo y disminuye la floración. En casos extremos, en época de floración, la planta deja de hacerlo por el motivo de la escasa iluminación.