5 cosas que la ex de Trump le ratifica a los latinos sobre el candidato

En una serie de confesiones, Ivana Trump hace un retrato fidedigno de su antiguo marido y ejemplifica, para los que tenían dudas, sus convicciones y su carácter.

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Por:
Angélica Gallón S..
Ivana Trump estuvo casada de 1977 a 1991 con el hoy candidato presidencial.
Ivana Trump estuvo casada de 1977 a 1991 con el hoy candidato presidencial.
Imagen Getty images

Si te perdiste la extraña entrevista que Ivana Trump le dio al New York Post titulada, “Ivana Trump, la consejera de Donald”, aquí están las cinco cosas obvias que ya sabíamos del candidato pero que su ex mujer, su consejera y, al parecer, su mejor cheerleader, le ratifica a todos los latinos.

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1. Es un buen hombre
Un buen hombre de negocios. Más que como un político e, incluso, que como un esposo o un padre ejemplar, la mujer con la que Donald Trump estuvo casada de 1977 a 1991 y con quien tuvo tres hijos, reconoce casi exclusivamente al candidato presidencial como un hombre de negocios. Esa es, al menos, la forma más común como ella se refiere a él.

“Donald asumió el divorció como un hombre de negocios. Él tenía que negociar y tenía que ganar. Una vez la parte financiera estuvo acordada, nos llevamos bien”. “El no es un político, es un hombre negocios”, vuelve a recordar Ivana más adelante dejando claro que se trate de los asuntos de una familia. o los de un Estado, lo de Trump es negociar y…¿ganar?

2. Trump es un feminista
En principio Ivana admitió firme a la publicación que Trump amaba a las mujeres pero que no era un feminista. Luego, cuenta el New York Post, la ex de Trump llamó varias veces a la redacción para decir que sí era, para luego llamar de nuevo y confirmar que no.

Quizás en este punto Ivana comparta la misma confusión que su marido con respecto a las mujeres.

Trump no es un feminista, porque el feminismo es por definición la convicción de que ambos sexos comparten los mismo derechos. Con sus alocuciones, en donde muta de la sexualización del cuerpo femenino a la compasión por sus debilidades, pasando por la coartación de sus derechos reproductivos, Trump parece no un feminista sino el epítome de un misógino. Quizás Ivana confundió el término.

Ivana Trump dio reciente una entrevista en la que confesó que es la consejera de ex marido.
Ivana Trump dio reciente una entrevista en la que confesó que es la consejera de ex marido.
Imagen Getty Images


3. Trump no odia a los inmigrantes
No, no los odia, de eso parece estar convencida Ivana que es ella misma una inmigrante que llegó a Nueva York como modelo proveniente de las lejanas tierras de Checoslovaquia. Pero también parece dejar claro que no odia a los inmigrantes siempre y cuando: 1. No sean mexicanos. 2. Estén legales y 3. Estén dispuestos a seguir aspirando sus finos tapetes.

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“No tengo nada contra los mexicanos, pero si ellos vienen aquí como esta chica de 19 años, embarazada, cruzan un muro que es de este tamaño, tiene su hijo en un hospital americano, que no es gratis, su hijo se vuelve americano inmediatamente, ella trae a toda su familia, no paga impuestos, no tiene un trabajo, y consigue una casa y comida de beneficencia, ¿quien está pagando por eso? Tú y yo”, explica Ivana.

Para luego darle rienda suelta al resto de su argumentación: “Nosotros necesitamos a los inmigrante o ¿quien va a aspirar nuestros comedores y hacer la limpieza?”

4. Trump podría haber sido candidato presidencial hace décadas
Sí, al parecer lo que Ivana deja de manifiesto es que las ambiciones políticas de su ex consorte son más viejas que lo que se puede suponer. En la entrevista, la mujer explica que fue Reagan, o la carta de algún político que ella no reconoce con claridad, el que le dijo que él debía emprender carrera hacia la presidencia.

Sin embargo, todo el enredo con su amantazgo con Marla Maples, que devino en su publicitado y complejo divorcio lo hizo desistir de tales aspiraciones, considerando que los aires no eran los más apropiados. ¿Qué lo habrá hecho pesar que los aires actuales sí lo eran?

Donald Trump y Ted Cruz unos minutos antes del debate del pasado 10 de marzo.
Donald Trump y Ted Cruz unos minutos antes del debate del pasado 10 de marzo.
Imagen Getty Images


5. Tener cinco hijos, no que haya tenido múltiples amantes y esposas, es la mejor prueba de que Donald no tiene problemas ALLÁ.
Finalmente - y cómo no tocar el tema con la locuaz y desparpajada Ivana- el argumento con el que la ex de Trump quiso convencernos a todos sobre las falsas ( innecesarias, también) pero publicitadas dudas que había levantado el candidato Ted Cruz acerca del desempeño sexual de su antiguo marido, es que si hubiera habido problemas allá, el candidato no tendría tan prominente estirpe. Diríamos nosotros, tan prominentísima lista de mujeres.

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