El grito que siempre le oímos (desde sus mejores años de militancia por el movimiento obrero en EEUU en los 60), fue el de “sí se puede” “sí se puede”. Dolores Huerta, esa minúscula mujer nacida en Nuevo México que hoy completa ya 86 años, no ha parado de militar por los derechos de los más vulnerados un solo día de su vida. Ahora, su proclama es una distinta aunque persigue básicamente lo mismo: “Salgan y voten”.
Dolores Huerta tenía una buena razón para ir a un concierto a los 86 años: gritar ¡voten!
Aunque muchos jóvenes no la reconozcan a simple vista, la legendaria activista llegó al concierto de la frontera armada con una emblemática camiseta para parar la terrible retórica de odio con su única arma: el voto.

“Somos más de 27 millones de latinos y si queremos parar la terrible retórica de odio nuestra única arma es el voto. Tenemos que tomar acciones, porque queremos que cambien las cosas pero no hacemos nada entonces… pues nada pasa. Sí se puede y es solo con el voto”, dijo esta legendaria mujer que asistió al concierto de la frontera ‘RiseUp As One’ organizado por Univision y Fusion Group en donde la idea de distancia y de muros que dividen fronteras quiso echarse abajo con música.

“Hoy estamos celebrando esta unidad entre México y Estados Unidos, es un momento único y muy bonito porque el activismo es más importante y pertinente que nunca porque hay mucha división, barreras, racismo, homofobia, terrorismo. Aquí celebramos que podamos estar juntos”, dijo emotiva Huerta, la misma mujer que hace cincuenta años levantó la voz para cambiar las condiciones laborales de los obreros que -a pesar de trabajar duro-, tenían casas de suelo de tierra y ni siquiera tenían agua para beber durante sus duras jornadas.
No obstante muchos jóvenes no la reconozcan a simple vista, su legado ha escalado hasta la Casa Blanca en donde el Presidente Barack Obama le otorgó en 2012 la 'Medalla de la Libertad', máximo reconocimiento entregado a civiles por su contribución a los intereses del país.
Aunque sus largas caminatas entonando canticos y sosteniendo pancartas aún no son cosas del pasado, hoy Dolores Huerta, militante y vanguardista como siempre ha sido, levanta una camiseta que tiene como estampado una sola palabra: ¡Vota! mientras disfruta de la música como un elemento movilizador. Ella, por supuesto, sabe que hoy hay otras maneras de erigir revoluciones.
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