La campaña presidencial de Donald Trump tuvo en especial una capacidad: la de politizarlo todo. La moda, a veces tan ajena a los temas partidistas, se hizo política y los diseñadores salieron masivamente a hacer campaña con su ropa y colecciones en contra del entonces candidato republicano. Lo propio hicieron los artistas que, como el colectivo Indecline, llenaron varias ciudades de Estados Unidos con estatuas desnudas de Trump, o que desnudaron a ciento de mujeres para protestar contra su misoginia, como hizo Spencer Tunick. El turno de alzar la voz es ahora de los arquitectos que ya no protestan contra un candidato sino contra un presidente electo.
La fantasía de unos arquitectos de Chicago: tapar las letras de la torre Trump con cuatro cerdos dorados gigantes
Las protestas contra Donald Trump no han terminado con la campaña, ahora en la víspera de su presidencia hasta la arquitectura se manifiesta. Una firma revela sus planes para "darle algo de descanso a los ciudadanos" ocultando el apellidos del presidente del paisaje urbano.


El martes se conocieron las imágenes de ‘Flying Pigs on Parade’, una gigante intervención urbana creada por la firma de arquitectura New Worl Design Ltd. que se quiere poner justo enfrente de las enormes letras que dicen TRUMP en el brillante frente de la torre del magnate, ahora presidente, ubicada en el Chicago River. De momento es sólo una idea, pero aspira a convertirse en real.
“La intención es traer algo de descanso y calma a los ciudadanos de Chicago”, dice con gracia y con sarcasmo el comunicado de los arquitectos que han diseñado cuatro cerdos dorados y flotantes para que ordenadamente obstruyan el logo de la torre. “El signo TRUMP ha sido contencioso desde que se puso en 2014 y a pesar de las protestas de la ciudad, Donald Trump se ha rehusado a quitarlo o a modificarlo”, explican los arquitectos que han decidido tomar ellos mismos medidas.

Efectivamente, el polémico logo, que está a 20 pies de altura, recibió todo tipo de críticas y fue testigo de múltiples protestas durante la campaña presidencial, al igual que sucedió con los logos de las torres de Nueva York que recibieron peticiones para ser retiradas, con la diferencia de que la torre de Chicago le pertenece completamente al millonario.
La pieza está inspirada en los cerdos inflables del álbum ‘Animals’ de Pink Floyd, pero además retoman aquel penoso incidente en el que el millonario, luego candidato republicano, llamó a Alicia Machado ‘Miss Piggy’.
Están coloreados de dorado como un comentario al llamativo estilo de interior del Penthouse de Trump que él mismo ha llamado ‘modernismo confortable’. Los animales serás sostenidos por cuatro pedestales de acero que darán la sensación de que están flotando. “Son cuatro cerdos, uno por cada año que vamos a tener que soportar de la presidencia de Trump. Además están viajando hacia el este, en dirección a Washington y están meticulosamente alineados en contrapeso al caos que generó su campaña y que está poniendo en marcha en su administración”, añaden los autores.
La obra es más que un plan: está ya en la búsqueda de los últimos permisos de la ciudad, de ajustes técnicos y, sobretodo, a la espera de un tiempo adecuado para que “su sentido sobresalga sobre el sinnúmero de manifestaciones desde todos los frentes que calculamos esta nueva presidencia va a generar”, concluyen los artífices de la idea. Quizás los cerditos gigantes y no las letras de TRUMP se puedan ver el próximo verano de 2017.
Vea también:
Artistas contra Donald Trump: las obras y acciones más polémicas








