ORLANDO, Florida.- El gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó una controvertida ley que prohíbe a los gobiernos locales añadir flúor al suministro de agua potable. La medida, que entrará en vigor el próximo 1 de julio, convierte a Florida en el segundo estado del país, después de Utah, en implementar una prohibición estatal sobre la fluoración del agua.
¿Por qué Florida dice adiós al flúor en el agua potable y qué opinan los expertos?
Dentistas y expertos critican la medida por eliminar un método eficaz y seguro para prevenir caries en la población. El flúor ha sido usado por décadas para fortalecer dientes, aunque su consumo excesivo puede causar manchas y otros efectos.
Durante un evento público realizado el jueves en Dade City, DeSantis justificó la ley argumentando que la adición de flúor al agua representa una forma de “medicación forzada” sin el consentimiento de la población. “Sí, usen flúor en sus dientes, está bien, pero forzarlo en el suministro de agua es básicamente medicación forzada. No tienes opción, te la están quitando”, declaró el gobernador.
La nueva legislación ha generado una fuerte oposición por parte de dentistas, autoridades sanitarias y expertos en salud pública, quienes defienden los beneficios de la fluoración como una herramienta eficaz y segura para prevenir caries y enfermedades dentales, especialmente entre las poblaciones más vulnerables.
Uno de los focos de tensión se ha manifestado en el condado de Miami-Dade. A principios de este mes, los comisionados del condado votaron a favor de eliminar el flúor del agua potable, desestimando el veto emitido por la alcaldesa Daniella Levine Cava. “La fluoración del agua es una forma segura, eficaz y eficiente de mantener la salud dental en nuestro condado – y detenerla podría tener consecuencias sanitarias duraderas, especialmente para nuestras familias más vulnerables”, afirmó Levine Cava en un comunicado.
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La decisión de Florida se suma a una tendencia creciente entre algunos estados liderados por gobiernos republicanos que han adoptado posturas contrarias a recomendaciones tradicionales de salud pública. En marzo, Utah se convirtió en el primer estado en prohibir el flúor en el agua, y su ley ya está en vigor.
La iniciativa también cuenta con el respaldo del secretario de Salud de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., quien ha impulsado campañas para detener la fluoración en diversas regiones del país. Durante el acto de firma de la ley, DeSantis estuvo acompañado por el cirujano general de Florida, Joseph Ladapo, una figura polémica que ha sido criticada por rechazar políticas ampliamente aceptadas por la comunidad científica, como los mandatos de vacunación contra el COVID-19.
El flúor es un mineral que ha sido añadido al agua potable en Estados Unidos desde mediados del siglo XX con el objetivo de fortalecer el esmalte dental y reducir las caries. De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), su inclusión en el agua ha sido considerada uno de los mayores logros de salud pública del siglo pasado. No obstante, el consumo excesivo de flúor se ha asociado con efectos secundarios, como manchas o vetas en los dientes, e investigaciones recientes han explorado posibles vínculos entre altos niveles de exposición y el desarrollo neurológico infantil.
A medida que se acerca la entrada en vigor de la ley en Florida, el debate entre la autonomía individual y la salud pública vuelve a estar en el centro de la discusión.
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