TAMPA, Florida.- La comunidad de la Universidad Estatal de Florida ( FSU) se encuentra conmocionada tras el tiroteo ocurrido el jueves cerca del centro estudiantil, que dejó como saldo dos personas muertas y al menos seis heridas.
FSU de luto: quién era Robert Morales, la primera víctima identificada del tiroteo desatado por estudiante de 20 años
Las autoridades aún investigan el motivo del ataque; el sospechoso, estudiante de FSU, usó el arma retirada de su madre policía. La universidad suspendió clases y eventos deportivos para permitir el duelo y la investigación tras el tiroteo que dejó dos muertos y seis heridos.
El atacante, identificado como Phoenix Ikner, estudiante de 20 años e hijo de una oficial del sheriff del condado de Leon, fue herido por la policía y permanece hospitalizado. Hasta el momento, las autoridades no han revelado un posible motivo del ataque.
Uno de los fallecidos fue Robert Morales, coordinador de comedores universitarios en FSU desde 2015. De acuerdo con su perfil de LinkedIn, Morales estudió criminología en la universidad en los años noventa y fue CEO de una empresa de alimentos que cerró hace una década. Su hermano, Ricardo Morales Jr., confirmó su muerte a través de redes sociales: “Hoy perdimos a mi hermano menor. Amaba su trabajo en FSU, a su esposa y a su hija”.
La historia de Morales tiene una dimensión trágica adicional. Su padre, Ricardo “Monkey” Morales, fue un exiliado cubano y agente de la CIA conocido por sus acciones encubiertas en el sur de Florida. Su vida será narrada próximamente en un libro titulado “Monkey Morales: The True Story of a Mythic Cuban Exile…”, según anunció la editorial Simon & Schuster.
Hasta ahora, la identidad de la segunda víctima mortal no ha sido revelada por las autoridades. En cuanto a los seis heridos, personal médico del hospital Tallahassee Memorial informó que todos se recuperan favorablemente. Dos fueron dados de alta el viernes, tres permanecen en buen estado y uno se encuentra en condición estable.
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Suspenden actividades académicas y deportivas durante el fin de semana
La universidad suspendió las clases hasta el viernes y canceló todos los eventos deportivos hasta el domingo, incluyendo prácticas de fútbol americano, una serie de béisbol contra Virginia y una serie de sóftbol contra Georgia Tech. La medida busca dar espacio al duelo y permitir que las autoridades concluyan su investigación en un ambiente seguro.
Durante las primeras horas del ataque , la universidad emitió una alerta de tirador activo que mantuvo a cientos de estudiantes y personal en confinamiento hasta aproximadamente las 3 p.m., cuando se anunció que la amenaza había sido neutralizada. Muchos estudiantes relataron escenas de pánico: clases interrumpidas por mensajes en proyectores, puertas cerradas con rapidez y evacuaciones conducidas por policías armados.
El viernes, numerosos estudiantes y miembros de la comunidad universitaria dejaron flores, peluches y velas cerca del lugar del tiroteo. Entre ellos, tres jugadoras del equipo de voleibol femenino formaron un círculo de oración. “No creo que haya palabras que puedan describir esto”, expresó Audrey Rothman, estudiante de tercer año.
En paralelo, la iglesia Bethel Missionary Baptist inició su servicio del Viernes Santo con oraciones por las víctimas. “ Vamos a enfatizar la esperanza y la sanación”, dijo el reverendo R.B. Holmes.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ordenó que las banderas ondearan a media asta en todo el estado hasta el lunes al atardecer, en memoria de las víctimas y en reconocimiento a los primeros en responder.
Este tiroteo revive el recuerdo del ocurrido en 2014 en la misma universidad, cuando un exalumno disparó en las afueras de la biblioteca principal hiriendo a tres personas antes de ser abatido por la policía.
Con información de AP.
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