La familia de Gabriel Zamora, menor que murió en un incidente de ira al volante, dice que recibieron 5 disparos durante el ataque

La familia de Gabriel Zamora revela qué pasó minutos antes de que el joven, de 14 años, recibiera un tiro en un incidente de ira tras el volante. El menor estuvo dos meses hospitalizado.

Por:
Univision
El 24 de septiembre un conductor disparó contra el auto en el que viajaba el pequeño Gabriel Zamora junto a su familia. El menor fue impactado por las balas y murió el pasado 19 de noviembre tras estar en coma. Su mamá, Mirta Robles, indica que momentos antes del hecho su hijo le dijo que le escribiría algo para su cumpleaños. “Estoy esperando por eso”, dijo entre lágrimas la madre del menor de 14 años. La familia pide justicia, pues el responsable sigue prófugo.
Video “Te escribiré algo y te encantará”: madre de Gabriel Zamora comparte lo que le dijo su hijo antes de morir

DALLAS, Texas. – En una vigilia familiares de Gabriel Zamora, de 14 años, víctima de otro caso de ira tras el volante, recordaron al adolescente y pidieron justicia para dar con el sospechoso de haberle disparado.

La vigilia en memoria de Gabriel fue la tarde del martes en el lago Bachman Lake en Dallas.

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El 24 de septiembre Gabriel, su cuñado, su hermana y los gemelos de la pareja regresaban a casa tras jugar boliche con la familia de su papá, cuando en la carretera CF Hawn, en Dallas, una camioneta Chevrolet Silverado blanca les corto el paso.

Wendy Valdespino, tía de Gabriel contó que "esa camioneta manejó alrededor de la camioneta de mi familia, apagaron las luces y luego dispararon cinco veces, tres de esas balas le pegaron a mi sobrino".

Una le dio en la cabeza, otra en el pecho y la última en una mano, según la tía.

La tía del joven nos dijo que no conocían a la camioneta desde la cual dispararon, pero sospechan que lo que pudo haber enfurecido a quien o quienes iban en ella es que el cuñado de Gabriel les tocó la corneta cuando le cortaron el paso.

Desde aquel 24 de septiembre, Gabriel Zamora permaneció hospitalizado en coma hasta que falleció. Del sospechoso aún no se sabe nada, informó el Departamento de Policía de Dallas.

La investigación policial cambió ahora con la muerte de Gabriel. “Ahora -el caso- lo tiene otro detective que fue a vernos ayer y nos dijo que él iba a continuar con el caso del niño, pero de momento que desgraciadamente eso se iba a tomar tiempo. A mí no me importa cuánto tiempo se tome, pero mi hijo necesita justicia", dice la madre.

Las últimas palabras de Gabriel Zamora a su madre

Su mamá Mirta Robles dice estar segura de que Gabriel la escuchaba cuando él estaba en estado de coma.

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"Lloraba cuando yo le hablaba, se movía cuando yo le hablaba, pero ellos -los doctores- me decían que no, que eran puros reflejos de su cuerpo", dijo la mujer.

Contó que la mañana antes de su muerte Gabriel le dijo, "Mamá, déjame decirte que te daré para tu cumpleaños".

Ella le pidió que no lo hiciera porque no sería sorpresa y él le respondió "solo te digo que te compraré algo, te escribiré algo y te encantará".

La mujer dijo en la reunión que: "Hasta ahora estoy esperando por eso", antes de soltarse en llanto.

La familia está esperando que entreguen el cuerpo para enterrarlo, posiblemente el próximo viernes.

Un adolescente fue baleado cuando iba en el asiento del copiloto del auto de su hermana. El sospechoso iba a bordo de una camioneta y al parecer se molestó por que le pitaron tras haber hecho una maniobra peligrosa al volante.
Todo comenzó con un simple reclamo vehicular el pasado 24 de septiembre. El cuñado de Gabriel sintió que el chofer de una camioneta junto a su automóvil acababa de realizar una maniobra temeraria, por lo que le tocó el claxon. Es simple y rutinaria acción cambiaría la vida de una familia hispana en Dallas, Texas. 
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Sacado de sí y furibundo, el conductor de la camioneta no se detuvo a razonar lo que estaba a punto de hacer, por lo que, sin perder tiempo y dejar de conducir, comenzó a balear el vehículo en el que Gabriel ocupaba el asiento del copiloto, recibiendo el impacto de 5 balas; una de ellas en su cabeza. 
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Desde ese día y hasta la fecha, Mirtha Robles se mantiene junto a la cama de aquel hospital donde su hijo Gabriel, de 14 años, se aferra a la vida, tras perder un ojo y ser diagnosticado con estado vegetal. 
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“Yo me estoy muriendo por dentro porque no merece estar pasando por esto y, al verlo así, simplemente me duele”, precisó Robles 
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El recuerdo de lo sucedido aquel día todavía atormenta a Natalie Zamora, hermana de Gabriel, quien iba en el vehículo y no olvida cómo vio a su hermano “lleno de sangre” y teniendo dificultades para respirar, al haber sido impactado por las balas solo él. 
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“Lo impactaron en el brazo, mano y en la cabeza, por lo que lo tuvieron que operar”, rememora Robles. 
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Por si fuera poco, del agresor no se tiene información alguna, aunque las autoridades aseguran que tienen pistas que las acercan a su detención. “Estamos trabajando duro para dar con este tipo de conductores irresponsables porque no vamos a tener ningún tipo de tolerancia”, contó el vocero de la policía de Dallas, Juan Fernández, quien explicó que el sospechoso podría pasar hasta 99 años en prisión o ser condenado a la pena capital. 
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Mientras tanto, junto a su madre, también hay decenas de mensajes escritos de familiares y amigos que se han acercado para desearle lo mejor a Gabriel, con la esperanza de que un día mejore, a pesar de los pesimistas pronósticos de los médicos. 
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“Yo no acepto esta realidad, mi fe y mi instinto de madre no lo acepta. Mi hijo se va a parar de esa cama, va a caminar y me va a pedir irnos a casa”, dice Robles, quien junto a su familia han abierto 
<a href="https://www.gofundme.com/f/gabriel-zamora?utm_campaign=p_lico+share-sheet&utm_medium=copy_link&utm_source=customer" target="_blank">una cuenta de GoFundMe</a> para tratar de recolectar dinero para solventar los gastos hospitalarios. 
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Un adolescente fue baleado cuando iba en el asiento del copiloto del auto de su hermana. El sospechoso iba a bordo de una camioneta y al parecer se molestó por que le pitaron tras haber hecho una maniobra peligrosa al volante.