Un hombre que solo hablaba quiché se perdió en las calles de Los Ángeles tras haber sido contratado por una persona como jornalero que nunca le pagó y, en cambio, lo dejó cerca de las calles Durphy y Peck en El Monte, California.
Indígena abandonado en Los Ángeles encuentra a la única persona que puede protegerlo
Este hombre guatemalteco que solo habla quiché, se perdió en una ciudad desconocida, pero gracias a la hospitalidad de la familia Zetino pudo regresar a su casa.
Gracias al reporte de Univision 34, Francisco Guarchaj logró reencontrarse con su hijo. "Tal vez se fue a caminar a comprar algo en la tienda y no sé qué pasó ahí. No tengo la menor idea donde se fue", dijo su hijo Manuel Guarchaj.
El comandante del Departamento de Policía de Los Ángeles, Al Labrada, quien vio el reportaje, contactó a una traductora de quiché para facilitar la comunicación. Poco después, surgieron los datos para contactar a los familiares de Francisco, quien pudo encontrarse con su hijo Manuel este viernes en la ciudad del Monte.
Manuel dijo que su padre es un hombre trabajador, "a veces hacemos pintura, y a veces ponemos los papeles de pintura en las casas". Además agradeció a la familia Zetino por ofrecer hospitalidad a su padre, "quiero agradecer lo que hicieron con mi papa".
El pasado fin de semana Francisco Guarchaj, casi llorando, pedía ayuda en una calle de Los Ángeles cuando fue encontrado por Teresa Zetino y su familia a las afueras de un negocio en la ciudad de El Monte.
No habla ni español ni inglés, solo quiché, una lengua indígena guatemalteca. Tampoco tiene el contacto de sus familiares y solo sabe que llegó a Los Ángeles hace 20 días, por lo que pide ayuda de la comunidad para regresar a su casa en Guatemala.
Fernando está desorientado en una ciudad que no conoce y sin poder comunicarse se ve notablemente atemorizado con la situación. Asegura tener un hijo que se llama Manuel, sin embargo, no sabe dónde está, ni cómo contactarlo.
La familia Zetino abrió las puertas de su casa al forastero, donde le ofrecieron hospedaje, comida y abrigo. Además, lo llevaron a la policía para reportar su extravío y lo ayudaron a contactar al único familiar que dice tener en Los Ángeles.
Los buenos samaritanos también se comunicaron con el Consulado de Guatemala en Los Ángeles a fin de recibir orientación sobre la ayuda que dicha dependencia puede ayudar en estos casos.