PHOENIX, Arizona. – Juan González, a su corta edad, se propuso emigrar a los Estados Unidos y ha logrado graduarse a nivel colegial para honrar la memoria de su madre, quien perdió la batalla en la lucha contra el cáncer.
Juan González supera los obstáculos para graduarse con honores y honrar la memoria de su madre
Juan González lamentablemente perdió a su mamá a los 11 años, dejando un vacío en su alma, que a través de los años ha logrado llenar con el cariño incondicional de sus tíos.

“No te puedo decir que en algunos días no me haga falta. Cualquier día me levanto y lloro. Yo creo que cualquier persona necesita tener el amor de una madre, siempre, especialmente cuando uno va por obstáculos”, señala.
Juan González lamentablemente perdió a su mamá a los 11 años, dejando un vacío en su alma, que a través de los años ha logrado llenar con el cariño incondicional de sus tíos, Sandra y Carlos González.
“Como cualquier fecha, en el Día de las Madres, siempre es muy difícil abrir el Facebook o el Instagram y ver las fotografías que otros ponen, pero Dios sabe por qué hace las cosas”, señala con optimismo este joven.
Juana Tabares, madre de Juan, murió a los 36 años al perder la batalla contra el cáncer en el esófago, enfermedad que produce células malignas en los tejidos. La madre de familia además padecía de polio y osteoporosis.
Médicos le daban a escoger entre su vida y la de su único hijo; sin pensarla dos veces, optó por el fruto de su vientre sin imaginar que ambos vivirían. A Tabares la trasladaron a Phoenix, Arizona en el 2013 para recibir tratamiento. Lamentablemente, era muy tarde.
“Ahora le diría que a pesar de que ella estuvo en su silla de ruedas, ella estuvo dispuesta a lograr muchas cosas y logró muchas cosas. Nunca se dio por vencida con su discapacidad y ahora aquí estoy, gracias a dios”.
Tras la muerte de su madre, el pequeño Juan entró a los Estados Unidos con visa humanitaria. Sin hablar inglés y con el apoyo de sus tíos, se propone emprender una carrera en justicia penal. La tarde del 4 de mayo recibió su diploma. Con él, cargaba la fotografía de su mama en su memoria.
“Sentía que él le estaba cumpliendo el deseo a mi hermana. En donde quiera que ella esté, sabía que ella estaba escuchando. Sabía que ella estaba contenta de que no se equivocó”, dijo entre lágrimas Sandra González.
Los tíos de Juan ahora son sus padres adoptivos. Con el paso del tiempo, le ayudaron a tramitar la residencia y muy pronto, este joven será ciudadano americano.
“Yo siempre quise cinco hijos. Mi cuñada me preguntó y yo no sabía por dónde iba ella. Hasta que me dijo al final, ‘Carlos tú te harás cargos de mi hijo, ¿Me lo cuidas?’ y yo le dije que sí, que yo sabre como sacarlo adelante”, dijo Carlos González.
“Un mensaje para todos aquellos que han pasado por un tema igual que el mío: Salgan adelante, con el pie derecho. Esten agradecidos que están aquí presentes. Si sus familiares ya se adelantaron, háganlo por ustedes”, anima Juan.
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