Se masturbaba mientras las veía bañarse y las azotaba: revelan detalles del abuso que sufrían reclusas en la cárcel de Dublín

OAKLAND, California.- En medio del juicio de uno de los exoficiales de la cárcel de Dublín, que fue cerrada luego de varias denuncias de abuso sexual, se revelaron nuevos detalles de lo que sufrían las reclusas.

El lunes 17 de marzo dio inicio el juicio del exoficial Darrell Wayne Smith, en donde los testimonios de varias mujeres revelaron los presuntos abusos que el sujeto ejercía sobre ellas.

Entre estos detalles, se reveló que Smith abría las cortinas de las duchas de las reclusas para verlas y masturbarse, las azotaba en sus celdas, les retenía su correo e incluso las obligaba a tener encuentros sexuales con él.

Ahora el exoficial enfrenta 15 cargos, entre los cuales sobresalen contacto sexual abusivo, abuso sexual agravado y privación de derechos bajo apariencia de ley.

Smith es el último en ser juzgado, de los ocho acusados de ejercer violencia y abusos sobre las reclusas de la cárcel de Dublín. Se espera que su juicio dure al menos 12 días y la fiscalía espera concluir su caso el próximo miércoles.

Los abusos de Smith a las reclusas de la cárcel de Dublin

Desde el inicio del juicio de Smith, al menos media docena de mujeres han dado su testimonio. Algunas de ellas fueron liberadas de manera anticipada debido a las violaciones que sufrieron, y otras siguen en diferentes prisiones del país.

Una mujer identificada como Lea, que fue liberada 18 meses antes de cumplir con su condena, testificó que Smith la tocó en la lavandería entre 2020 y 2021. “Creo que fue brusco a propósito (…) fue una maniobra de poder”, dijo en el juicio.

Además contó que un día le dijo al exoficial que podría denunciarlo y el se río de ella y le dijo, “Vale la pena conocer gente en puestos altos”.

Por otro lado, una mujer que fue identificada como Claudia dio su testimonio señalando que Smith abusaba de ella, la azotaba e incluso le retenía su correo.

La hispana dijo que el sujeto la iba a buscar a su celda y él le acariciaba el brazo y la espalda mientras conversaban. Le llevaba lencería, calcetines y dulces.

“Me hacía sentir incomoda. Podía ser amable y luego podía cambiar de humor y ser agresivo”, dijo en su testimonio.

Además dijo que el exoficial se metía a su celda, la azotaba y le pedía que se “preparara para ella”.

También dijo que la amenazaba con retenerle su correo si ella no aceptaba ser su novia.

Incluso dice que cuando estaba en su ducha, él abría la cortina y comenzaba a “frotarse el pene”.

“Me hacia sentir violada, incompetente y debil (…). Me mostraba el poder que tenía. Daba miedo”, dijo Claudia en el juicio.

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