La tragedia, que dejó 109 muertos y unos 161 desaparecidos en Hill Country ocurrió a pesar de una cadena de alertas emitidas con más de 12 horas de antelación por el Servicio Nacional de Meteorología. La pregunta inevitable tras el desastre es: ¿por qué, con tantas alertas, no se evitó la tragedia?
Tragedia en Kerr pese a 12 horas de alertas del tiempo: ¿qué salió mal?
Las inundaciones en el Hill Country dejaron 109 muertos y hay al menos unas 161 personas reportadas como desaparecidas. Unas 12 horas antes del desborde del Río Guadalupe, el Servicio Nacional de Meteorología había emitido varias alertas del tiempo, pero ¿Qué falló?

La meteoróloga Nelly Carreño hizo un recuento de las alertas del tiempo que se emitieron horas antes del desbordamiento del Río Guadalupe.
Jueves 3 de julio: las primeras señales claras
A la 1:18 de la tarde del jueves, el Servicio Nacional de Meteorología en Austin/San Antonio emitió una Vigilancia de Inundaciones (Flood Watch) para el condado de Kerr y áreas cercanas. El aviso advertía de lluvias intensas con acumulaciones aisladas de hasta 7 pulgadas, y alertaba sobre posibles inundaciones de ríos, arroyos y zonas bajas.
Horas después, a las 6:10 p.m., el Centro de Predicción Meteorológica (WPC) nacional destacó el sur-centro de Texas —incluyendo Hill Country— como una zona de preocupación creciente debido al riesgo de tormentas lentas y repetitivas (“training”).
Durante todo el jueves, múltiples oficinas del NWS reforzaron estos avisos a través de canales internos como Slack y sus sitios web, subrayando el riesgo elevado de inundaciones repentinas.
Viernes 4 de julio: el desastre toma forma
En la madrugada del viernes, las advertencias se volvieron más específicas y urgentes.
1:14 a.m.: El NWS emitió un Aviso por Inundación Repentina para los condados de Kerr y Bandera , etiquetado con impacto “considerable”, una categoría que activa automáticamente las Alertas Inalámbricas de Emergencia (WEA) en celulares y radios NOAA. La advertencia mencionaba inundaciones potencialmente mortales en Kerrville, Ingram, Hunt y otras comunidades.
3:35 a.m.: El aviso fue actualizado con un lenguaje más severo: “Muévase a un terreno más alto ahora. Actúe rápidamente para proteger su vida.” La situación ya era crítica.
4:03 a.m.: El aviso se elevó a una Emergencia por Inundación Repentina, la clasificación más alta del NWS. Se informó de lluvias de entre 4 y 10 pulgadas ya caídas, y hasta 4 pulgadas más por hora en curso. El mensaje era claro y alarmante:
“ESTA ES UNA SITUACIÓN PARTICULARMENTE PELIGROSA. ¡BUSQUE TERRENO MÁS ALTO AHORA!”
4:30 a.m.: Comenzaron a llegar los primeros reportes locales de inundaciones severas. Funcionarios del condado de Kerr, incluyendo la oficina del sheriff, confirmaron la situación crítica.
¿Qué falló durante las alertas por inundaciones en el centro de Texas?
El NWS reforzó su personal en la oficina de Austin/San Antonio antes del evento, pasando de 2 a 5 meteorólogos activos durante el turno nocturno. La coordinación interna y la emisión de alertas funcionaron técnicamente como estaba previsto.
Sin embargo, la gran incógnita es si estos avisos se tradujeron en acciones concretas a nivel local: ¿hubo órdenes de evacuación? ¿Se alertó puerta a puerta en zonas críticas? ¿Existía un protocolo claro para actuar en una emergencia de este tipo en plena madrugada?
Todas esas preguntas se han hecho en las ruedas de prensa dirigidas por autoridades locales.
Durante una rueda de prensa este martes 8 de julio, las autoridades del condado de Kerr fueron cuestionadas sobre su respuesta. Una de las preguntas más directas fue:
“¿El director de Emergencias estaba despierto a esa hora?”
La respuesta del Sheriff de Kerr Larry L. Leitha fue evasiva: el funcionario aludido respondió que no podía contestar a esa pregunta.
Ante la presión de los medios, Ben Baker, representante de Texas Game Wardens, tomó el micrófono y declaró:
“Entendemos que tienen muchas preguntas, pero ahora este equipo está enfocado en llevar a la gente y las víctimas a sus casas.”
“Todas esas preguntas serán contestadas, pero ahora mismo la prioridad es reunificar a las familias.”
Pese a la insistencia de los reporteros por saber quién o quiénes estaban esa madrugada monitoreando las tormentas, las autoridades locales no han revelado nombres ni han explicado con claridad qué protocolo se siguió durante las horas más críticas de la emergencia.
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