Las deudas estudiantiles rompen todos los récords en EEUU alcanzado los $1,5 trillones

La fórmula infalible para lograr vivir con un buen ingreso en los Estados Unidos desde hace décadas es entrar a la universidad, estudiar una carrera y emprender la vida con un título.

Sin embargo, en los últimos años parece que la fórmula ha comenzado a fallar debido a las grandes deudas que acumulan los estudiantes para poder graduarse.

“Estoy en el último año de mi carrera en la FIU y ya debo más de $50,000”, comenta Brauly Castellanos. El estudiante agrega que cada vez va a ser más difícil para los jóvenes contribuir al país, con deudas tan grandes.

Y es que las universidades son cada vez más caras y los estudiantes se gradúan cada vez más endeudados y con menos posibilidades de establecer un buen crédito, pues les toma años saldar los préstamos universitarios.

Las deudas estudiantiles crecieron un 10.7%, batiendo un récord de $1,5 trillones, lo que es una cifra mayor que las deudas por tarjetas de crédito o por prestamos de carros.

Y para complicar aun más las cosas, el presidente Trump quiere acabar con el programa de perdón de deuda, establecido por el presidente George W. Bush, en el año 2007.

El programa del expresidente Bush cancela la deuda a los graduados que son empleados de tiempo completo en un trabajo del gobierno o en organizaciones sin fines de lucro, por más de 10 años.

El tema se ha vuelto político y muchos argumentan que ese es precisamente el atractivo que le ven muchos jóvenes, a candidatos demócratas como Bernie Sanders y Elizabeth Warren, quienes han dicho que perdonarían la deuda a unos 45 millones de estudiantes.

Sin embargo, a pesar de la deuda que puede acarrear estudiar una carrera, esto sigue haciendo la diferencia. En promedio y como mínimo, un estudiante graduado de la universidad gana $1,000 más a la semana, en comparación con alguien que no se ha graduado.