Pareja de Texas enfrenta cargos por muerte de su bebé; madre caminó con el cuerpo para ver delfines

Susanne Pierce y Zachary De La Rosa fueron arrestados el fin de semana por la muerte de su bebé recién nacido, del que se desconoce su paradero y acusados cada uno del delito grave de lesiones a un menor y ella suma abuso de cadáver, tras declarar ante la policía que caminó con el cadáver del bebé por la ciudad, en Port Isabel, Texas.

Los arrestos realizados el 18 de marzo en su casa de Long Island Village siguieron a una investigación de la oficina de la comisaría 1 de la Policía del Condado de Cameron, luego de que recibiera el día 16 la denuncia de una persona que se dijo preocupada por el bienestar del bebé, informó la autoridad en un comunicado.

La policía agregó que la persona que advirtió el riesgo del menor agregó que la pareja había estado dando historias alarmantemente contradictorias sobre el bienestar del bebé.

Pierce reveló a los oficiales que la entrevistaron que ella t omó a su bebé muerto en brazos, envuelto en una cobija azul, y caminó con él “por toda la ciudad” y lo llevó tanto al cementerio como al muelle de Old Causeway, para "ver delfines y pelícanos”, informó KVEO.

La madre agregó en sus declaraciones que llevaba al menor debajo de su camisa cuando cayó atrapada en el barro y se desmayó. “Dijo que cuando se despertó, el nivel del agua había subido y el bebé ya no estaba con ella”, añadió el reporte de la televisora quien accedió a los informes oficiales en esta investigación.

Nació el bebé

De acuerdo con una declaración jurada obtenida por KVEO, la persona que alertó por la seguridad del bebé supo del embarazo de Pierce meses antes, luego de que la madre de De La Rosa le preguntó si su hijo y esposa estaban esperando un bebé y pudo confirmarlo al ver a la mujer.

En las denuncias penales también quedó asentado que De La Rosa lo contactó la semana pasada para preguntarle si podía devolverle la ropa de bebé a Walmart, lo que le generó extrañeza y le hizo preguntar por que quería hacer eso, a lo que respondió que Pierce había sufrido un aborto espontáneo. Y agregó que hicieron un funeral privado al que solo asistieron un par de personas más.

Amigos cercanos a la pareja, un hombre y una mujer, fueron contactados por las autoridades de Cameron, como parte de la investigación.

De La Rosa contactó a la mujer el pasado 8 de marzo, aproximadamente al las 12:00 p.m., con “voz de pánico” para revelarle que Pierce estaba sangrando porque iba a dar a luz, y ella que desconocía del embarazo le insistió en llamar al 911, precisa la declaración jurada.

La mujer agregó que horas más tarde, a las 5:00 p.m. De La Rosa volvió a llamarla para decirle que su hijo había nacido y era un varón. Por ello, ella compró ropa para el bebé y se las llevó a la casa de la pareja, ubicada en la cuadra 200 de la Calle Conche en Long Island Village, al sureste de Port Isabel.

Allí, la mujer pudo constatar que el bebé estaba sano y su madre lo amamantaba, según los registros judiciales.

La amiga de Pierce y De La Rosa les recomendó llevar al recién nacido al médico para que lo revisaran, a lo que la madre le indicó que le llamarían Michael y que buscaba llevarlo a la embajada suiza para obtener un certificado de nacimiento de ese país.

En la declaración, la mujer agregó que un día después buscó contactar a la pareja vía Facebook para saber como se encontraba el bebé pero ellos eran evasivos y “hablaban de otras cosas”, aunque finalmente recibió una foto del bebé. Y horas después, De La Rosa le respondió el mensaje para decirle que el bebé no sobrevivió y había muerto.

Se llamaba Malaki

El pasado viernes 18, los agentes de Cameron se reunieron con los investigadores de los Servicios de Protección Infantil (CPS) en seguimiento para verificar la custodia del bebé por De La Rosa y Pierce y se dirigieron a la casa de la pareja, que en inicio se negó a abrirles la puerta y tras varios intentos permitieron a los oficiales ingresar.

Los policías vieron a la mujer acostada en un colchón en una sala de estar junto a 10 perros, ocho de ellos cachorros.

Los agentes pudieron corroborar también la existencia de ropa de bebé y lo que parecían los zapatos que usaban la fotografía que entregó la mujer informante. Lo que dio pie a que preguntaran a De La Rosa en dónde estaba Michael, pero él les respondió que no conocía a nadie llamado así.

Los reportes judiciales agregan que los oficiales vieron a De La Rosa más tarde ese mismo día caminando junto a una carretera y fue entonces que le mostraron la foto del bebé y allí confirmó su existencia diciendo que se llamaba “Malaki”.

De la Rosa dijo también a los agentes que cuando el bebé estaba naciendo, la semana anterior, había dejado de respirar aunque le realizó RCP por dos horas sin éxito y terminó desmayado. Agregó que cuando despertó Pierce y el pequeño se habían ido, y que no sabe a dónde llevó el cuerpo.

Sigue la búsqueda

Tras no hallar ninguna tumba improvisada en la zona, los agentes buscan el cuerpo del bebé con drones, reveló el diario Brownsville Herald, aunque también señaló que podrían tenerlo los coyotes.

“Vamos a colocar un dron en el aire para ver si tal vez podemos obtener algunas imágenes aéreas del área donde supimos que podría estar el niño” dijo Norman Esquivel Jr., agente de la Comisaría 1 del Condado de Cameron al periódico.

Esquivel Jr. dijo además a KRGV que al hablar con la madre se pudo recopilar un poco más de los hechos y de “a dónde se llevaron al bebé”.

Pierce señala que la última vez que recuerda tener a su bebé en brazos se encontraba en algún punto de la calzada Queen Isabella.

De La Rosa y Pierce fueron ingresados al Centro de Detención Carrizales-Rucker del Condado de Cameron y aún están pendientes cargos adicionales para ellos, añadió la Policía de Cameron. Se les fijó una fianza de $70,000 y $60,000 dólares, respectivamente.

La búsqueda del recién nacido continúa con la participación conjunta de la Comisaría 1 de la Oficina del Alguacil del Condado de Cameron, los Servicios de Protección Infantil, los Rangers de Texas, personal de Parques y Vida Silvestre de Texas y la unidad canina de la Patrulla Fronteriza.

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