STOCKTON, California.- Una fotografía y mil recuerdos acompañan a Enriqueta Hernández en su luto. Su esposo Román Hernández perdió la batalla con el coronavirus el 12 de agosto. "Hablamos antes que lo durmieran la primera vez y ahí fue la despedida, sin saberlo", lamentó Hernández.
"Me dijo que me cuidara, esas fueron sus últimas palabras": viuda busca ayuda para llevar las cenizas de su esposo a México
Un trabajador del campo de Stockton, California perdió la vida a causa del coronavirus, y ahora su viuda busca ayuda para repatriar sus cenizas a Hidalgo, México. El Consulado de México en Sacramento se comprometió con apoyar a esta familia y explica por qué la muerte debe ser una conversación familiar en tiempos de pandemia.


Román, de 72 años, era trabajador del campo en el condado San Joaquín pero un día se enfermó. "Le decía yo, 'Román estás tosiendo mucho', cuando vi que se ponía la mano en el pecho, ya le dije vámonos al hospital", explicó su viuda.
Enriqueta sospecha que su marido se contagió en un viaje compartido con sus compañeros de trabajo. El último deseo de Román fue que sus restos fueran llevados a Hidalgo, México, donde era originario, pero este deseo se ha convertido en un desafío ya que Enriqueta no cuenta con el dinero, ni la información necesaria sobre qué hacer para repatriarlo.

En busca de respuestas, Univision 19 se contactó con El Consulado de México en Sacramento. El cónsul de Protección José Manuel Briseño, explicó a Univision que debido al covid-19, los procesos de repatriación de cadáveres son más restringidos. Por lo tanto, recomienda la cremación como mejor opción.
"Esa es una modalidad que es más flexible y más accesible para nuestros connacionales", explicó Briseño.
La muerte como tema de conversación familiar
A juicio del cónsul Briseño, la muerte y qué hacer si se presenta, debería ser un tema de conversación familiar en tiempos de coronavirus. Tener un plan por si uno de sus familiares pierde la vida es una idea que debe ponerse en la mesa, ya que esto facilitaría procesos como la repatriación.
En este caso, Enriqueta recibirá apoyo del Consulado de México. "Ya estamos en conversaciones con ella, todo sigue su curso normal. Mi equipo está en contacto con ella, solo hay que esperar", dijo el cónsul.

Cuando cumpla el último deseo de su esposo, Enriqueta también piensa quedarse en México ya que no tiene familia en Estados Unidos. Ahora ella recuerda al amor de su vida, como el día que se conocieron en Hidalgo hace 30 años.
Se casaron, no tuvieron hijos pero estuvieron juntos, hasta que la muerte los separó. "Me dijo que me cuidara mucho, esas fueron sus últimas palabras", lamentó.





































