“Era incapaz de sobreponerme al deseo incontrolable de beber hasta la última gota de la botella de ron”

La adicción al alcohol es vista como una debilidad moral, pero en realidad es una enfermedad crónica en la que la recuperación es posible. Esta es la historia de Roberto contada en primera persona.

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Por:
Karem Racines Arévalo.
A man drinks beer at the opening day of the "Gruene Woche" (Green Week) agricultural fair in Berlin on January 15, 2016. The International Green Week opens its doors to the public till January 24. / AFP / TOBIAS SCHWARZ (Photo credit should read TOBIAS SCHWARZ/AFP/Getty Images)
A man drinks beer at the opening day of the "Gruene Woche" (Green Week) agricultural fair in Berlin on January 15, 2016. The International Green Week opens its doors to the public till January 24. / AFP / TOBIAS SCHWARZ (Photo credit should read TOBIAS SCHWARZ/AFP/Getty Images)
Imagen Tobias Schwarz/AFP/Getty Images

Mi primera borrachera fue a los 11 años, días después de hacer la Primera Comunión. Le dije a mi mamá que quería salir con unos amigos y le pedí permiso para ponerme el traje más bonito que tenía: el de la ceremonia eucarística. Estaba con chicos más grandes que podían comprar licor, por eso me fui de fiesta y bebí todo el aguardiente que pude. Uno a uno se fueron yendo mis amigos a dormir, pero yo quise quedarme y, cuando amaneció, estaba solo, hecho una piltrafa, tirado en una acera de la Plaza de Bolívar de Bogotá (Colombia) a diez cuadras de mi casa. La poca ropa que conservaba estaba sucia, desgarrada y maloliente. Alguien que me conocía le avisó a mi mamá y ella fue a rescatarme.

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Al día siguiente, sin siquiera haberme recuperado de la resaca, volví a escaparme de la casa y me fui a beber a un pueblo cercano a Bogotá, donde vivían familiares. Así empezó una cadena indetenible de ocasiones para 'celebrar' y de excusas para reunirme con otros con el único objetivo de consumir alcohol. Esa fue la rutina de mi niñez, mi adolescencia, mi juventud y una buena parte de la adultez. Fueron 43 años los que viví sumergido en la enfermedad, entre el alcohol y las drogas. Y lo único que se salvó de ese tsunami tan largo fueron mis dos hijas y el amor tan grande que les tengo.

En el camino perdí casi todo. Mi primera esposa me dejó después de cinco años de matrimonio, la segunda relación estable que tuve duró otros cinco años. Me volví a casar a los 42 años y, media década después, otra vez me quedé solo. Nadie aguantaba mi mala conducta, la violencia intrafamiliar, la inestabilidad económica y, lo peor, mi falta de palabra. Y yo con cada episodio sacrificaba más dignidad y demostraba menos compromiso. Nada era más importante que beber.

A veces sentía tanta vergüenza, que después de una larga pachanga pasaba varios días sin salir de mi habitación. El malestar físico pasaba rápido, pero me quedaba el ruido en la cabeza y el vacío en la boca del estómago. Seguía fallándole a quienes insistían en creer en mí. Era incapaz de sobreponerme al deseo incontrolable de beber hasta la última gota de la botella de ron.

Estuve en la cárcel tres veces por robar o pelear. No terminé nunca los estudios formales y no era capaz de mantenerme estable en un trabajo. Eso lo constaté cuando fui a tramitar la pensión y me di cuenta de que había pasado por casi 50 empresas. Pero siempre era sumamente audaz para conseguir dinero y gastarlo inmediatamente en alcohol. Constantemente inventaba historias fantásticas que me salvaban de un despido o de un regaño.

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A los 14 años, mientras trabajaba en una imprenta de periódicos, le apostaba a mis compañeros que podía alzar las bobinas de papel (que pesaban entre 400 y 500 kilos) solamente con mi fuerza, sin usar las poleas. Ellos aceptaban el reto y, a cambio, me daban monedas o me brindaban alguna cerveza. Sacaba doble ganancia porque demostraba mi hombría y me sacaba el premio mayor. Ese juego me ocasionó hernias en la columna que me impidieron seguir trabajando como obrero y así fue cómo llegué al área de contabilidad.

Limita tu ingesta de alcohol. Para algunos el principal problema no es el exceso de calorías que tienen las bebidas alcohólicas, sino la comida que acompaña una noche de fiesta o el vasto desayuno que hay al día siguiente.
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Limita tu ingesta de alcohol. Para algunos el principal problema no es el exceso de calorías que tienen las bebidas alcohólicas, sino la comida que acompaña una noche de fiesta o el vasto desayuno que hay al día siguiente. <br>
Imagen Laurent Cipriani/AP

Un cuñado que también era alcohólico se dio cuenta de que yo padecía la misma enfermedad que él y me invitó a acompañarlo a reuniones de Alcohólicos Anónimos con la intención de que yo me animara a involucrarme con el programa. Pero yo no capté el mensaje y me alejé.

Un día noté que no era capaz de diligenciar las planillas de impuestos porque mis manos temblaban de forma incontrolable. Tenía que pedirle el favor a alguien (seguramente otro borracho) que hiciera el trabajo por mí y yo le agradecía con un trago. Hasta que un día me cansé de todo eso… de la frustración que me generaba tener que depender de otros para hacer lo que debía hacer.

El 18 de enero de 2004 empecé a asistir a las reuniones de Alcohólicos Anónimos y este año cumplí 12 años seco, sin consumir ni una gota de alcohol. Incluso ahora trabajo como contador dentro de esta organización. He aprendido a relacionarme con la gente sin que lo que nos una sea el licor. He aceptado que soy un enfermo en recuperación y que, a diferencia de otros, nunca podré ser un bebedor social. Y me divierto un montón. No tengo duda de que ahora río más, duermo mejor, como sabroso, me rinde el tiempo (y el dinero) y me despierto sin sentir vergüenza. Amo con intensidad y hablo con propiedad. ¿Puedo ser más feliz? Estoy convencido de que sí, y todos los días, a mis 67 años, lucho para conseguirlo.

<b>Ben Affleck</b>: el actor de 44 años reveló hace poco en un 
<a href="https://www.facebook.com/benaffleck/">post de Facebook</a> que acaba de terminar un tratamiento contra el 
<a href="http://www.univision.com/noticias/alcoholismo/en-la-pantalla-el-alcoholismo-no-son-solo-borracheras">alcoholismo</a>. “He lidiado con esta adicción al alcohol en el pasado y continuaré confrontándola. Quiero vivir la vida a plenitud y ser el mejor padre que pueda. Quiero que mis hijos sepan que no deben avergonzarse de buscar ayuda cuando la necesiten y deseo dar fortaleza a cualquiera ahí afuera que necesite ayuda, pero tema dar el primer paso”, escribió.
<b>Alejandra Guzmán</b>: la rockera ha 
<a href="http://peopleenespanol.com/article/alejandra-guzman-confiesa-haber-estado-en-rehabilitacion/"><u>admitido</u></a> su paso por centro de rehabilitación en varias ocasiones. En su criterio, para sanar la adicción no basta con tener el mejor hospital y el mejor terapeuta: “Si tú no lo quieres, no lo vas a hacer”.
<b>Mel Gibson</b>: su adicción al alcohol se hizo notoria tras una serie de disputas públicas que fueron 
<a href="http://radaronline.com/videos/exclusive-new-audio-mel-gibson-completely-loses-it-btch-cnt-whre-gold-digger/"><u>grabadas</u></a>. Tiempo después, el actor decidió dar un giro a su vida. En una 
<a href="http://www.smh.com.au/entertainment/movies/mel-gibson-you-get-barking-mad-in-your-50s-20160802-gqiz5l.html"><u>entrevista</u></a>, habló sobre los doce pasos de Alcohólicos Anónimos. “Dicen que sólo hay tres opciones: enloqueces, mueres o renuncias al licor. Esa es la dura realidad y me consta. La alternativa a AA son las cárceles, instituciones mentales o la 
<a href="http://www.univision.com/noticias/enfermedades-cardiovasculares/menos-muertes-en-eeuu-por-enfermedades-del-corazon">muerte</a>”.
<b>Al Pacino</b>: “Tuve que ir a Alcohólicos Anónimos. No me avergüenzo de eso. No seguí su programa, pero sí me pareció muy útil. Sí dejé de beber. No de inmediato, pero sí lo dejé”, ha 
<a href="http://www.express.co.uk/celebrity-news/411126/Al-Pacino-I-couldn-t-cope-with-fame"><u>contado</u></a> el actor quien ha permanecido sobrio por más de treinta años.
<b>Jada Pinkett Smith</b>: la esposa de Will Smith no ha tomado licor en más de una década. “Me encontré a mí misma bebiendo dos botellas de vino en el sofá y me dije: Jada creo que tenemos un problema. Tuve dificultades con el alcohol y debí aprender a usar otras herramientas para 
<a href="http://www.univision.com/noticias/salud-mental/tristeza-o-depresion-explicamos-los-sintomas-fotos">manejar la tristeza</a>. Desde ese día no tomé más y no lo he hecho durante ocho años”, escribió en un 
<a href="https://www.facebook.com/jada"><u>post</u></a> de Facebook compartido unos años.
<b>Eduardo Yanez</b>: este galán de telenovelas admitió públicamente su lucha contra el alcoholismo y 
<a href="http://www.univision.com/programas/novelas/estos-actores-se-recuperaron-del-alcoholismo-y-de-la-drogadiccion-y-siguen-triunfando-en-los-escenarios-fotos">contó</a> que la actriz Lucía Méndez fue un gran apoyo en el proceso. “Estuve bebiendo de manera increíble hasta que toqué fondo. Estaba tomando agua con colonia, ahí me di cuenta de que estaba muy mal. Bebía desde la mañana, primero cerveza, luego tequila y después whisky. Hoy ya no bebo”.
<b>Robert Downey Jr</b>: "Lo primero que tienes que hacer es salir de esa cueva. Mucha gente lo hace pero no cambia. Así que la clave está en salir y reconocer la importancia de esa agresiva negación de tu destino”, 
<a href="http://www.vanityfair.com/hollywood/2014/09/robert-downey-jr-cover"><u>declaró</u></a> el actor, quien ha hablado abiertamente sobre sus 
<a href="http://www.univision.com/noticias/drogas-y-adicciones/just-say-no-la-emblematica-campana-contra-las-drogas-de-nancy-reagan">adicciones</a>, posiblemente heredadas de su padre. Estuvo en prisión en varias ocasiones, pero logró salir adelante gracias al apoyo de su esposa. Ingresó en Alcohólicos Anónimos, meditó y hasta practicó artes marciales para superarlas. Ahora lo más fuerte que consume es 
<a href="http://www.univision.com/noticias/nutricion/cinco-razones-para-no-privarte-de-esa-taza-de-cafe-fotos">café</a>.
<b>Lindsay Lohan</b>: la actriz ha sido protagonista de numerosos escándalos debido a su adicción al alcohol y a las drogas, que incluso le han creado problemas con la ley. En 2013, después de completar su sexto paso por rehabilitación, Lohan 
<a href="http://www.huffingtonpost.com/2013/08/18/lindsay-lohan-oprah-interview-addiction_n_3777367.html"><u>admitió</u></a> que era adicta y que su droga de preferencia era el alcohol. “En el pasado, fue una
<a href="http://www.univision.com/noticias/drogas-y-adicciones/la-onu-alerta-sobre-el-incremento-de-sobredosis-por-heroina-y-otros-opioides-en-eeuu"> puerta hacia otras cosas</a> para mí… probé la cocaína con el alcohol”, relató. Pero ha tenido recaídas y 
<a href="http://people.com/crime/lindsay-lohan-ordered-to-wear-alcohol-monitoring-bracelet/"><u>otros</u></a> problemas con la ley desde entonces.
<b>Charlie Sheen</b>: su historia de adicción al alcohol y a las drogas es bien conocida, sobre todo cuando lo despidieron de la serie 
<i>Two and a Half Men</i> por este motivo. Durante una entrevista en 2011, su padre, el actor Martin Sheen 
<a href="http://www.famouscelebritydrugaddicts.com/charlie-sheen.htm"><u>comentó</u></a> que la adicción de su hijo era similar a un cáncer: “Si tuviera 
<a href="http://www.univision.com/noticias/cancer/aumenta-el-numero-de-muertes-por-cancer-de-higado-en-eeuu">cáncer</a>, ¿cómo lo trataríamos? Esta enfermedad que son las adicciones es un tipo de cáncer. Tienes que preocuparte de la misma forma y ayudarlo”. Charlie admitió haber ingresado en centros de rehabilitación en varias ocasiones: “Unas dos mil. Hubo un momento en que no tomé durante once años (nada de licor, cocaína, nada), así que sé que lo tengo en mí”. El año pasado, fue 
<a href="http://www.univision.com/noticias/vih-y-sida/fui-diagnosticado-con-vih-que-hago-video">diagnosticado con VIH positivo</a> y ha asegurado que eso lo impulsó a dar un nuevo vuelco a su vida.
<b>Melanie Griffith</b>: la ex esposa de Antonio Banderas describe su lucha contra las adicciones como “salir de prisión”. En una 
<a href="http://us.hola.com/actualidad/2017040593120/melanie-griffith-al-descubierto/">entrevista</a> confesó que había batallado con el alcohol y las drogas durante tres décadas. “Soy una alcohólica y una adicta y toda mi vida he luchado contra esto y lo he hecho bien. Ahora me siento libre. No 
<a href="http://www.univision.com/noticias/drogas-y-adicciones/trump-declarara-la-crisis-de-opioides-una-emergencia-nacional-explicamos-por-que">tomo pastillas</a>, nada, y es fantástico”.
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<b>José José</b>: el cantante mexicano fue alcohólico durante 30 años, pero logró salir adelante con la ayuda de Alcohólicos Anónimos y de sus allegados. “Tuve la desgracia de heredar la enfermedad de mi padre. Yo también estaba muriendo de alcoholismo a los 45, que fue cuando me llevaron a la Universidad de las Adicciones en Minnesota. Al relatar mi vida al instructor le conté que había visto el cadáver de mi padre. Y él me preguntó qué edad tenía él cuando murió. 45, dije yo. Me dice entonces: ¿No te das cuenta de qué haces lo mismo que tu padre?", declaró en una 
<a href="http://elpais.com/elpais/2016/02/05/estilo/1454693000_254548.html"><u>entrevista</u></a>.
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Ben Affleck: el actor de 44 años reveló hace poco en un post de Facebook que acaba de terminar un tratamiento contra el alcoholismo. “He lidiado con esta adicción al alcohol en el pasado y continuaré confrontándola. Quiero vivir la vida a plenitud y ser el mejor padre que pueda. Quiero que mis hijos sepan que no deben avergonzarse de buscar ayuda cuando la necesiten y deseo dar fortaleza a cualquiera ahí afuera que necesite ayuda, pero tema dar el primer paso”, escribió.
Imagen Alain Jocard/AFP/Getty Images
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