Brasil: filtraciones cuestionan la imparcialidad de la investigación que mandó a Lula a prisión

La operación Lava Jato, el mayor escándalo de corrupción de la historia de Brasil, acaba de dar un nuevo giro tras una nueva revelación periodística. La publicación de unas conversaciones entre el juez y los fiscales del caso por el medio investigativo The Intercept ponen en tela de juicio la imparcialidad de la investigación que condujo a prisión al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Por:
Univision y Agencias
Tras mandar a Lula a la cárcel, Moro se convirtió en el ministro de Justicia de Bolsonaro.
Tras mandar a Lula a la cárcel, Moro se convirtió en el ministro de Justicia de Bolsonaro.
Imagen Sebastiao Moreira/EFE

Los defensores de la Operación Lava Jato, bajo sospecha de parcialidad política para perjudicar al expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, tratan de blindar este lunes la mayor investigación anticorrupción de Brasil y al ministro de Justicia, Sergio Moro.

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La bomba fue lanzada el domingo por el portal The Intercept Brasil , que publicó mensajes filtrados en los últimos años entre los fiscales de la operación entre sí y con el que fuera juez del caso, Sergio Moro, que en enero fue llamado a integrar el gobierno del presidente de ultraderecha Jair Bolsonaro.

Según The Intercept, las conversaciones privadas muestran que Moro sugirió al fiscal Deltan Dallagnol cambiar el orden de las fases de la operación Lava Jato, dio consejos y pistas a los fiscales encargados del caso, lo que está prohibido por ley.

Asimismo, en otras conversaciones, fiscales del grupo que investigaba la Lava Jato en Curitiba, liderado por Dallagnol, discuten formas de frenar una entrevista que Lula, en prisión desde abril de 2018, había concedido al diario Folha de Sao Paulo porque podría beneficiar al Partido de los Trabajadores (PT) en las elecciones del pasado octubre.

Lula, incluso entre rejas, era el favorito en los sondeos hasta que su candidatura fue invalidada en septiembre por la justicia electoral.

En un comunicado, el Ministerio Público de Curitiba (MPF) subrayó que los procuradores están "tranquilos" en cuanto a la legitimidad de la actuación, pero expresaron su "preocupación con la seguridad personal y con la fiscalización y manipulación del significado de los mensajes".

The Intercept subrayó que una fuente no identificada les contactó y les entregó el material, aunque no precisó como el mismo fue conseguido.

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Advierten que es solo "el inicio de una larga serie"

The Intercept, cofundado por Glenn Greenwald , quien en 2013 publicó las filtraciones de Edward Snowden sobre los programas de vigilancia masiva implementados por la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA), asegura además que los mensajes publicados el domingo son "apenas el inicio" de una larga serie.

El asunto incendió las redes sociales, con dos etiquetas: "#EuApoioLavaJato" y "#EuApoioTheInterceptBR" ("YoApoyoLavaJato" y "YoApoyoTheInterceptBR").

El concejal Carlos Bolsonaro, uno de los tres hijos del jefe de Estado dedicados a la política, se sumó a la batalla.

"¿Será una impresión mía, o solamente en Brasil cierta prensa usa una invasión ilegal de algo privado, ignorando la invalidación judicial y la ilegalidad, sin que le importe divulgar con el único fin de quemar al gobierno de Bolsonaro y de defender al sistema?".

Otras conversaciones muestran que el fiscal Dallagnol estaba preocupado por la solidez de las acusaciones presentadas contra Lula para condenarlo como beneficiario de un apartamento en el litoral paulista entregado por una constructora a cambio de contratos con la estatal Petrobras.

Lula, que cumple por ese caso 8 años y 10 meses de cárcel, siempre se declaró inocente y denunció una "persecución judicial" para impedir que su fuerza política, el Partido de los Trabajadores (PT), vuelva al poder.


Las revelaciones caen en momentos en que Bolsonaro trata de dejar atrás las querellas dentro de su propio campo para avanzar con las reformas económicas que los mercados consideran indispensables para dinamizar al país, amenazado por la recesión.

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La consultora financiera MCM consideró este lunes que las filtraciones "repercutirán en la esfera política".

El caso representa "un nuevo desgaste para el ministro Moro y su agenda anticorrupción" y "fortalece el discurso del PT de que Lula fue condenado injustamente", añadió.

"Víctimas de la acción criminal de un hacker"

Infinity Assets -otra consultora-, se muestra en cambio menos alarmada e indica que los juristas a los que consultó "fueron enfáticos en decir que se trata de conversaciones en off, por lo tanto de tipo privado, nada fuera de lo habitual en procesos de la dimensión de Lava Jato".

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"Obviamente, a falta de algo más concreto, la oposición tratará de sacar provecho, pero su espacio es restringido", concluye.

La fuerza tarea de Lava Jato en el Ministerio Público Federal (MPF) reconoció que "sus miembros fueron víctimas de una acción criminal de un hacker" y afirmó que la publicación de los mensajes pirateados es "tendenciosa y tiene la intención de atacar a la Operación".

Pero "los fiscales de Lava Jato no van a doblegarse a la invasión inmoral e ilegal, a la extorsión y a la tentativa de exponer y perturbar sus vidas personales y profesionales", agregaron.

Moro consideró por su lado que en los mensajes que lo citan "no se vislumbra ninguna anormalidad de direccionamiento de actos en tanto que magistrado, a pesar de ser sido sacadas de contexto y de su sensacionalismo".

Por su parte, Fernando Haddad, quien sustituyó a Lula en la papeleta electoral tras ser encarcelado, exigió una investigación sobre lo que podría convertirse en "el mayor escándalo institucional de la historia de la República".

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La Operación Lava Jato, lanzada en 2014, condenó o sentó en el banquillo a centenas de políticos de primer plano y a empresarios implicados en una vasta red de corrupción centrada en Petrobras.

Su actuación acentuó el desprestigio del sistema político, abriendo un espacio que ocupó Bolsonaro con un discurso antisistema. Tras ganar los comicios, el exmilitar designó a Moro ministro de Justicia y Seguridad Pública.

Luiz Inácio Lula da Silva nació en Pernambuco, uno de los rincones más pobres de Brasil, en 1945. De joven se ganó la vida como obrero de la industria metalúrgica y perdió el meñique izquierdo en un torno mecánico. 
<b>Lideró las protestas sindicales durante la dictadura militar </b>que gobernó su país entre 1964 y 1985. En la fotografía, Lula da Silva en un mitin sindical de obreros metalúrgicos en San Bernardo do Campo, a 55 kilómetros de Sao Paulo, 1979.
Luego de consolidarse como el líder del movimiento obrero de Brasil en los años 70, entra oficialmente en la política 
<b>en 1980 cuando funda el Partido de los Trabajadores, de tendencia izquierdista.</b> En la fotografía, Lula da Silva junto al entonces mandatario cubano Fidel Castro en una visita a La Habana, Cuba, en 1989.
<b>Desde 1989 hasta 1998 intentó sin éxito conquistar la presidencia de Brasil, </b>fracasando primero contra Fernando Collor y en otras dos ocasiones contra Fernando Henrique Cardoso, su gran adversario político. En la fotografía, da Silva camina junto a sus seguidores en un evento de la campaña electoral en 1994, en Sao Paulo.
Aunque no conseguía éxito electoral, Lula da Silva era conocido dentro y fuera de su país como un líder auténtico que se enorgullecía de su origen humilde y que 
<b>hablaba de sí mismo como un hombre “casi analfabeto”.</b> En la imagen, junto al líder palestino Yasser Arafat cuando visitó Brasil en 1995.
A finales de 2002 da Silva ganó por primera vez las elecciones de su país y 
<b>visitó al presidente estadounidense George W. Bush en la Casa Blanca.</b>
El 1 de enero de 2003 
<b>recibió la banda presidencial de Fernando Henrique Cardoso.</b> Se convirtió en el primer presidente obrero de la historia de Brasil, el primero de izquierda desde el regreso de la democracia y el único sin carrera universitaria.
“Pido a Dios sabiduría para gobernar, discernimiento para juzgar, serenidad para administrar, coraje para decidir y un corazón del tamaño de Brasil para sentirme unido a cada ciudadano y a cada ciudadana de este país en el día a día de los próximos cuatro años. ¡Viva el pueblo brasileño!”, dijo da Silva en su toma de posesión.
En 2006, los presidentes Néstor Kirchner, de Argentina; Evo Morales, de Bolivia; Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil; y Hugo Chávez, de Venezuela, se reunieron en Puerto Iguazú, al norte de Argentina, para apoyar la nacionalización de la industria del gas en Bolivia. 
<b>Formaban parte del grupo de gobiernos de izquierda</b> que tomaron el poder electoralmente en los primeros años del siglo XXI en América Latina.
El presidente George W. Bush abraza a su homólogo brasileño en 2007, en una reunión en la sede de la petrolera estatal de Brasil en Sao Paulo. A diferencia de otros gobiernos latinoamericanos de la época, 
<b>la relación de Brasil con EEUU durante el gobierno de Lula fue estable y cordial. </b>
El presidente venezolano 
<b>Hugo Chávez, fallecido en 2013, fue uno de los mandatarios más cercanos a Lula da Silva</b> durante su gobierno. La fotografía de 2007 fue tomada en una visita de Lula a Caracas.
Desde sus inicios en la política y durante su presidencia, Lula Da Silva 
<b>se mantuvo cercano al líder cubano Fidel Castro,</b> quien falleció en 2016. La fotografía de 2008 es de una visita del mandatario brasileño a La Habana.
El presidente de Brasil saluda al líder libio Muammar Kadhafi durante la segunda cumbre África-Suramérica en Margarita, Venezuela, en 2011.
Con la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca, las relaciones entre EEUU y Brasil continuaron siendo fluidas. La imagen es de la visita del presidente brasileño a Obama en 2009.
Luego de entregar el poder a su compañera de partido Dilma Rousseff en 2011, Lula bajó por última vez del Palacio de Planalto y abrazó a sus seguidores. 
<b>Se había convertido en el gobernante más popular que recordaban los brasileños</b>, tanto que 83% aplaudía su gestión y apenas 4% se atrevía a criticarla como “mala” o “pésima”.
Aunque Lula dejó a su sucesora el Producto Interno Bruto (PIB) al alza, en 7,5%, Dilma Rousseff afrontó dos años seguidos de recesión. El Senado aprobó realizar un juicio político a la mandataria y
<b> </b>fue suspendida definitivamente como presidenta de Brasil en 2016, cuando resultó culpable de autorizar maniobras fiscales para maquillar las cuentas públicas. 
<b>Lula acompañó a Rousseff a la salida del palacio presidencial cuando se aprobó el <i>impeachment</i>.</b>
En marzo de 2016, 
<b>Lula fue detenido unas horas para declarar por el caso de corrupción de la petrolera estatal Petrobras,</b> que ha tenido implicaciones en toda América Latina. El juez federal Sergio Moro ordenó que los agentes allanaran la casa de Lula y el instituto que lleva el nombre del expresidente.
En julio de 2017, da Silva 
<a href="https://www.univision.com/noticias/america-latina/el-expresidente-de-brasil-lula-da-silva-es-condenado-a-mas-de-9-anos-de-prision-por-corrupcion">fue condenado a nueve años y seis meses de cárcel por corrupción y lavado de dinero.</a> Estos señalamientos refieren a la red de corrupción que operó en la petrolera brasileña Petrobras. 
<b>La defensa del ex mandatario alegó que era víctima de persecución política.</b> Apoyado en la popularidad que aún conserva y a pesar del escándalo de corrupción, Lula da Silva se lanzó de nuevo a la presidencia para las elecciones de 2018.
En abril de 2018 el Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil votó en contra del 
<i>habeas corpus</i> que había solicitado su defensa, por lo que 
<a href="https://www.univision.com/noticias/america-latina/lula-tiene-hasta-manana-para-entregarse-asi-fue-la-caida-de-un-simbolo-en-un-pais-fracturado">será llevado a la cárcel.</a> Nunca un expresidente brasileño había sido sentenciado a prisión por delitos ligados a malversación de fondos públicos.
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Luiz Inácio Lula da Silva nació en Pernambuco, uno de los rincones más pobres de Brasil, en 1945. De joven se ganó la vida como obrero de la industria metalúrgica y perdió el meñique izquierdo en un torno mecánico. Lideró las protestas sindicales durante la dictadura militar que gobernó su país entre 1964 y 1985. En la fotografía, Lula da Silva en un mitin sindical de obreros metalúrgicos en San Bernardo do Campo, a 55 kilómetros de Sao Paulo, 1979.
Imagen Getty Images


*Con información de AFP y EFE.


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