Del boom petrolero a la pobreza extrema: ¿a dónde fue el dinero de Venezuela?

A cuatro años de la muerte de Hugo Chávez, dos tercios de las reservas internacionales del país se han esfumado. Bajo el mando del chavismo, la deuda externa de Venezuela ha aumentado casi cuatro veces y el gobierno destina a estos pagos más de lo que invierte en salud y educación.

Pedro Pablo Peñaloza
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Pedro Pablo Peñaloza.
Liliana Rojas muestra su nevera vacía en el barrio caraqueño de Catia.
Liliana Rojas muestra su nevera vacía en el barrio caraqueño de Catia.
Imagen RONALDO SCHEMIDT/AFP/Getty Images

CARACAS, Venezuela.- Después de haber disfrutado el mayor boom de los precios petroleros de su historia, Venezuela termina pobre, sin ahorros ni comida. Entre 2011 y comienzos de este año, las reservas internacionales cayeron de 30,000 a 10,500 millones de dólares, comprometiendo la capacidad del gobierno del presidente Nicolás Maduro de cumplir con los acreedores internacionales y aumentar las importaciones que demanda el país para mitigar la escasez de alimentos y medicinas.

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“La República percibió entre 1999 –cuando el difunto comandante Hugo Chávez llegó al poder – y 2016 unos 920,000 millones de dólares solo por exportaciones petroleras. En ese mismo periodo, la deuda externa pasó de 35,000 a 130,000 millones de dólares. Es decir, no solo gastaron todo el ingreso, sino que se endeudaron de manera importante”, resume el diputado opositor José Guerra, jefe de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional.

¿Dónde está todo ese dinero? Parece que no en los bolsillos del pueblo. La Encuesta de Condiciones de Vida 2016 (Encovi, realizada por las universidades Central de Venezuela, Simón Bolívar y Católica Andrés Bello) arroja que ocho de cada diez venezolanos vive en condiciones de pobreza. El estudio señala que 93.3% de los ciudadanos reconoce que no cuenta con los recursos suficientes para cubrir sus necesidades alimentarias y que 74.3% de la población perdió, al menos, 8.7 kilos de peso en el último año.

Cientos de personas hacen fila para comprar comida a las afueras de un mercado en el humilde barrio de Lídice en Caracas.
Cientos de personas hacen fila para comprar comida a las afueras de un mercado en el humilde barrio de Lídice en Caracas.
Imagen RONALDO SCHEMIDT/AFP/Getty Images

Guerra responde que alrededor de 40% de esos 920,000 millones de dólares que entraron a las arcas públicas se destinaron al pago de importaciones, reforzando la dependencia de la economía nacional con respecto a las compras en el exterior. Además, otro 20% se giró para la cancelación de deuda. “Este ha sido el boom petrolero peor utilizado desde 1974, pues no dejó obras de infraestructura física relevantes y quedamos sin reservas internacionales y endeudados”, apunta el parlamentario.

El régimen chavista afirma que los venezolanos sí participaron del festín petrolero. En la presentación de su informe de gestión, Maduro aseveró que “en un año tan duro como 2016, aumentamos la inversión social a 73%” del presupuesto nacional.

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Sin embargo, el Jefe de Estado no se refirió a la inflación, que según cálculos independientes alcanzó 550% con una contracción del Producto Interno Bruto (PIB) de 12%. Hace cuatro años, la Vicepresidencia del Área Económica consideraba que el nivel "óptimo" de las reservas internacionales se ubicaba en 29,000 millones de dólares. Hoy la República apenas guarda en el banco 36% de ese monto.

Venezuela se quedó sin dinero en efectivo este fin de semana por una falla en la plataforma que presta servicio al 80% de los bancos del país. El presidente Nicolás Maduro denunció que se trató de un ataque cibernético extranjero.
Video Escasez de efectivo agudiza la crisis económica en Venezuela

“Venezuela fue el único país petrolero que no tomó previsiones para manejar el boom y no generó mecanismos de ahorro y estabilización. Ahora que los precios del petróleo cedieron, han tenido que financiar el déficit en la cuenta externa liquidando activos, incluidas las reservas internacionales, además del recorte de las importaciones”, indica el economista Asdrúbal Oliveros, director de la firma Ecoanalítica.

Oliveros enfatiza que “por razones políticas e ideológicas, el Gobierno decidió transitar en esta contracción de ingresos que estamos padeciendo sin el apoyo de organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que de alguna manera habrían podido ofrecer financiamiento para no tener que hacer un ajuste tan costoso en términos sociales y tan profundo en términos de reservas internacionales”.

Lanzando anatemas contra el capitalismo y denunciando la existencia de una “guerra económica”, el oficialismo optó por apretarle el cinturón a la sociedad. ¿Resultado? 9.6 millones de venezolanos –equivalente al 32.5% de la población- solo comen dos veces al día, de acuerdo con la Encovi.

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¿Venezuela pagará su deuda?

Para medir la magnitud del impacto que tiene en las cuentas nacionales el descenso del oro negro, la economista Anabella Abadi recuerda que 95% de los dólares que llegan al país provienen del negocio petrolero. El llamado socialismo del siglo XXI ha profundizado los vicios de un modelo monoproductor y rentista.

Abadi destaca que más allá de la “deuda estructurada” de Venezuela, que este año exigiría desembolsar unos 7,500 millones de dólares, existen otras responsabilidades que el Gobierno debe enfrentar y que incrementan el total de pasivos. Allí están los casos perdidos por las expropiaciones ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) del Banco Mundial, el pago a proveedores internacionales, los compromisos para recuperar el oro empeñado para obtener mayor liquidez y las obligaciones de los convenios firmados con China.

“El Gobierno ha hecho todo lo posible para cumplir con los acreedores internacionales de la deuda estructurada, pero con los otros queda la duda de si se va a cancelar o no”, advierte la consultora de la firma ODH.

Oliveros subraya que si el barril de petróleo baja de 40 dólares, “se encienden las alarmas de peligro de default de la deuda externa”. En la actualidad, se cotiza en 46.83 dólares y ante la incapacidad de conseguir financiamiento en los mercados internacionales, Maduro pide reiteradamente a sus socios de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) que honren su palabra de recortar la producción para elevar los precios.

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Guerra, en cambio, asevera que la revolución chavista seguirá cumpliendo con el capitalismo mundial. “El gobierno ha pagado y seguirá pagando, prefieren hacerlo aunque recorten las importaciones, por una sencilla razón: el costo de no pagar es muy alto, se expone a que le embarguen o confisquen los envíos petroleros. En 2016, pagaron unos 15,000 millones de dólares, mucho más de lo que invirtieron en salud y educación”.

Un joven utiliza una funda de almohada para recoger arroz del pavimento caído de un camión de mercancías que espera para entrar en Puerto Cabello, la ciudad portuaria por la que pasan la mayoría de importaciones de alimentos del país.
Un hombre cocina piel de pollo que encontró en un basurero de Puerto Cabello. Cuando la comida importada se estropea en puerto, el ejército intenta librarse de ella con discreción enterrándola en vertederos como este. Los vecinos dijeron que han podido recuperar avena, pipas de girasol y alimento para cerdos tirado por el ejército este año.
Las manifestaciones se suceden desde junio para protestar por la escasez de comida y la inflación. El presidente, Nicolás Maduro, ha ampliado el poder de los generales, que se han convertido en un apoyo para su gobierno mientras la economía se hunde y crecen las protestas callejeras.
El expresidente Hugo Chávez empezó a dar control a los militares sobre la comida y la economía en general, tras intentos de la oposición de derrocarlo en 2002. En esta imagen de archivo del 14 de febrero de 2004, el ejército crea un perímetro en un mercado de comida subvencionado por el estado en la capital, Caracas.
Tras las violentas protestas callejeras después de que el presidente Nicolás Maduro decretara por sorpresa este mes la retirada del billete de 100 bolívares, el de mayor valor y que supone la mitad de la moneda de curso legal, prorrogó su uso hasta el 2 de enero de 2017.
Un hombre carga con bolsas de material reciclable que recogió en un vertedero en Puerto Cabello, el pasado noviembre. Cuando la comida se echa a perder, los militares tratan de deshacerse de ella discretamente, según denuncian algunos empleados del puerto de forma anónima.
Un soldado de la Guardia Nacional vigila camiones que salen del puerto en Puerto Cabello, el pasado 19 de diciembre. En toda la cadena de mando, de los generales de alto nivel a los soldados de a pie, los militares utilizan su creciente poder sobre el suministro de comida para lucrarse, denuncia 'The Associated Press'.
Grúas sobre varios contenedores en el puerto de Puerto Cabello, donde en 2014, según el general Hebert García Plaza, 3,900 contenedores de bienes importados por el gobierno quedaron abandonados, quien fue ministro del Poder Popular para la Alimentación y está requerido por las autoridades venezolanas.
Un camionero descansa en una hamaca bajo su vehículo mientras espera para entrar al puerto en Puerto Cabello en noviembre. Los conductores tienen que esperar días para recoger la carga. Las demoras en la entrada al muelle son un castigo a los propietarios de las empresas de transporte que se niegan a pagar sobornos a los oficiales del ejército, según el presidente de la asociación de camioneros de Puerto Cabello, Jose Petit.
Un grupo de personas espera en el exterior de un supermercado para comprar comida subvencionada por el gobierno en Caracas, la capital. A medida que la producción nacional se frena, el estado adquiere el rol de importar casi toda la comida que llega al país.
En ocasiones, la comida se pudre en los puertos a pesar de que el 90% de los venezolanos dicen que no pueden permitirse comida suficiente.
Un cartel junto a la autopista cerca de Puerto Cabello muestra una hormiga y la frase “libre de bachaqueros”. Los venezolanos llaman 'bachaqueros' a quienes viven de revender comida de forma ilegal, tomando el nombre de unas hormigas que cortan hojas para transportar comida a través de la jungla.
Jóvenes trepan a un camión vacío de comida el pasado 14 de noviembre para buscar granos sobrantes, durante una parada del vehículo ante el puerto de Puerto Cabello, la ciudad portuaria por la que pasan la mayoría de importaciones de alimentos del país.
Nuevos camiones de mercancía del gobierno utilizados para transportar comida importada esperan ante la entrada del almacén de Laramar en Puerto Cabello, el pasado noviembre. “Ahora la comida da más que la droga”, dijo el general retirado Cliver Alcalá, que rompió con el gobierno este año.
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Un joven utiliza una funda de almohada para recoger arroz del pavimento caído de un camión de mercancías que espera para entrar en Puerto Cabello, la ciudad portuaria por la que pasan la mayoría de importaciones de alimentos del país.
Imagen AP Foto / Archivo
Con gran orgullo y el titular "golpe al hampa",  la Guardia Nacional de Venezuela publicó en twitter una foto que después eliminaron, por la desaprobación que causó en la comunidad. La crisis alimentaria en ese país ha aumentado este tipo de robos empujados por el hambre y la necesidad.
Video Indignación popular causa arresto de un joven por robar unas calabazas para alimentar a su familia en Venezuela
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