Trump lanza un duro discurso anticastrista, pero mantiene muchas de las reformas de Obama sobre Cuba

Algunas de las medidas que permanecerán intactas son la reapertura de la embajada de Estados Unidos en La Habana, los viajes de cruceros a la isla y los vuelos comerciales regulares. El presidente hizo el anuncio oficial este viernes en Miami.

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Por:
David C Adams.
El presidente manifestó que durante seis décadas el pueblo cubano ha sufrido bajo el dominio comunista y que el régimen de Castro le ha embarcado armas a Corea del Norte y ha causado caos en Venezuela encarcelando inocentes.
Video Trump dice que respaldará al pueblo cubano en su lucha por la libertad

El presidente Donald Trump anunció este viernes un "reajuste" en la política de Estados Unidos con Cuba que mantiene muchos de los acuerdos alcanzados por el gobierno de Barack Obama, pese a la fuerte retórica anticastrista de su discurso de 35 minutos. Entre otras cosas, restringió parcialmente los viajes de los estadounidenses a la isla y prohíbe las transacciones comerciales con las corporaciones militares cubanas, mientras mantiene intacta la reapertura de la embajada de los Estados Unidos en La Habana, los viajes de cruceros a la isla y el permiso a los vuelos comerciales regulares.

No restituyó la política 'pies secos, pies mojados' ni reincorporó a Cuba a la lista de países que patrocinan el terrorismo.

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EN VIVO: discurso del presidente Donald Trump sobre las nuevas políticas hacia Cuba a la 1:00 pm ET.

"Una Cuba libre es lo que nosotros pronto vamos a lograr", dijo Trump al inicio de su discurso, resucitando la vieja retórica de republicanos como Ronald Reagan y George W. Bush. Justo detrás de él, le escuchaban figuras como Rosa María Payá, hija del activista Oswaldo Payá, fallecido en La Habana en 2012, y el disidente Antunez. A ellos y a los líderes de otras organizaciones disidentes que no pudieron acompañarlo, como Berta Soler de las Damas de Blanco y José Daniel Ferrer de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), les envió un saludo especial.

"Prometí ser una voz en contra de la represión. Ustedes escucharon ese juramento y salieron a las urnas y votaron. Y aquí estoy yo, como les prometí (...) Es mejor para Estados Unidos tener libertad en el hemisferio, en Cuba y en Venezuela", agregó el presidente, antes de describir las implicaciones de su Acción Ejecutiva.

"Vamos a restringir muchísimo los dólares estadounidenses yendo a los militares. (...) Desafiamos a Cuba a que se siente sobre la mesa con un acuerdo a favor de su pueblo, del pueblo estadounidense y de los cubanoamericanos", dijo Trump en un encendido discurso anticastrista, donde condicionó nuevos avances en la relación bilateral a la convocatoria de elecciones democráticas, la liberación de los presos políticos y la legalización de los partidos.

El gobierno cubano respondió a Trump en un comunicado advirtiendo que el presidente Trump está siguiendo los intereses de una "minoría extremista" de cubanoestadounidenses de Florida.

"El Gobierno de Cuba denuncia las nuevas medidas de endurecimiento del bloqueo, que están destinadas a fracasar como se ha demostrado repetidamente en el pasado, y que no lograrán su propósito de debilitar a la Revolución ni doblegar al pueblo cubano, cuya resistencia a las agresiones de cualquier tipo y origen ha sido probada a lo largo de casi seis décadas", reza el comunicado.


Un alto funcionario de la Casa Blanca ya había dado el jueves un adelanto de lo que vendría, en una conferencia telefónica: "El presidente prometió revertir las políticas del gobierno de Obama hacia Cuba que han enriquecido al régimen militar cubano y han aumentado la represión en la isla", dijo, refiriéndose a al menos 57 empresas pertenecientes a las Fuerzas Armadas Revolucionarias, encabezadas por Luis Alberto Rodríguez, yerno del mandatario cubano Raúl Castro.

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"El ejército cubano es una enorme araña que se come las arañas más pequeñas", señaló John Kavulich, observador de Cuba desde hace más de 20 años y presidente del Consejo Comercial y Económico de Estados Unidos y Cuba. "El apetito ha sido insaciable", agregó.

El mandatario estadounidense prevé viajar el viernes a Miami para anunciar cambios en la política entre Cuba y EEUU, aunque no está claro qué tan lejos irá.
Video "Si Trump decide retirar esos ingresos sería un caos": cubanos que viven del turismo temen una marcha atrás en las políticas de Obama


Sin embargo, los cambios dejan intactos los mayores logros del legado de Obama en Cuba, incluyendo la reapertura de la embajada de los Estados Unidos en La Habana y los viajes de cruceros a la isla, y reintrodujo los vuelos comerciales regulares. Con estas medidas, aumentó en 74% el número de ciudadanos estadounidenses que viajó a Cuba entre 2015 y 2016.

Los viajes y las remesas enviadas por los cubanoamericanos tampoco serán afectados. Trump incluso parece dispuesto a permitir que los estadounidenses traigan cigarros y ron cubanos.

Las medidas de Trump entrarán en vigor dentro de 90 días, después de un larga discusión sobre los detalles legales de la nuevas regulaciones.


Trump eligió el Teatro Manuel Artime de Miami, en la Pequeña Habana —llamado así en homenaje a uno de los líderes de la Brigada 2506 que encabezó la fracasada invasión de Bahía de Cochinos en 1961— para anunciar su nueva política.

Desde temprano, en los alrededores del edificio se vivió algo parecido a un derby futbolístico en el terreno embarrado que se formó por la fuerte tormenta que cayó una hora antes de que llegara el presidente y las obras que parecen no tener fin en la zona de la Pequeña Habana donde se celebró el evento.

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“Ya viene llegando”, cantaban de un lado los partidarios del presidente Donald Trump, que se manifestaban a favor de su decisión de endurecer las políticas a la isla.

“Estamos apoyando la idea del proyecto del presidente Donald Trump. Está buscando la forma de fortalecer las acciones en contra del régimen de los militares castristas que tienen el control de la república de Cuba y que los turistas americanos que vienen a Cuba tengan dificultades con las restricciones”, defendía Miguel Saavedra. El dirigente de la Vigilia Mambisa, uno de los grupos más conocidos del núcleo duro del exilio, desde hace décadas no se pierde una sola manifestación en contra del gobierno castrista en Miami.

Más tarde, y consciente de las cámaras de televisión que los rodeaban, Saavedra y otros miembros de la Vigilia Mambisa celebraban cada frase del anuncio de Trump como si de un gol en una final se tratara.

“Cuba sí, bloqueo no”, gritaba del lado contrario y megáfono en mano Vanessa, nieta de cubanos nacida en Nueva Jersey, que junto a decenas de personas de diferentes orígenes y con distintas consignas se manifestaban contra Trump.

“Estamos en contra de lo que está haciendo el presidente Trump de quitar las mejoras que se habían hecho en las políticas hacia Cuba en los últimos dos años y esto se puede escenificar en que se han creado trabajos en el sector privado de la isla que han mejorado la vida de las personas, que es lo que le tiene que importar a todo el mundo: la calidad de vida de los cubanos”, apuntó Ernesto Medina, un cubano de 27 años que llegó a los 18 a Miami.

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Medina, que asegura que fue el primero en llegar a manifestación a las 10 de la mañana, criticó que los republicanos defiendan siempre un "gobierno pequeño" pero ahora quieran "meterse en la vida de los ciudadanos americanos" que viajen a Cuba al fiscalizar sus viajes.

Los alrededores del teatro Manuel Artime de Miami, donde Trump anunció este viernes los cambios de la política estadounidense hacia Cuba, mostraron desde primera hora de la mañana la pasión con la que se vive en esta ciudad del sur de Florida cualquier decisión sobre la isla. De un lado estaban las personas que defendían los cambios propuestos por Trump.
Del otro, los que se oponían a que Trump revierta algunas de las medidas emprendidas por el expresidente Barack Obama en el proceso de deshielo con Cuba. El presidente mantiene la reapertura de la embajada de su embajada en La Habana, los viajes de cruceros a la isla y los vuelos comerciales regulares, pero prohíbe los negocios con los militares castristas y restringe más los viajes de los estadounidenses.
Del lado de los partidarios de Trump, cada frase del anuncio del presidente la celebraban como si de un gol se tratara.
Laura Vianello de la Vigilia Mambisa no se separó de sus folletos de 10 motivos para rechazar el socialismo. La mujer estaba contenta con los cambios emprendidos por Trump aunque le hubiera gustado que fueran más radicales y que volviera a incluir a la isla en la lista de países patrocinadores del terrorismo. "En Cuba todo es del gobierno. Los generales de Raúl Castro, bajo la sombrilla de la compañía GAESA, son los dueños de todos los negocios en Cuba", afirmó. "Pero hubiéramos querido que por lo menos restringiera los viajes y las remesas un poco de restricción porque Cuba no es un país amigo. Cuba es una dictadura militar".
"No todos los cubanos somos Rubios", se podía leer en la camiseta de Bernardo Gutiérrez, un profesor retirado cubanoestadounidense de 70 años que lleva 40 en Miami. "Lo que sucede es que los de enfrente se han quedado en el pasado", afirmó en referencia a quienes se manifestaban a favor de las medidas de Trump. A su juicio, todo lo que hizo el presidente Obama "es un beneficio para el pueblo de Cuba y para el pueblo norteamericano". Pese a que creía que los cambios anunciados por Trump "iban a ser peores", considera que de una marcha atrás no beneficia a nadie.
Del lado de los partidarios de Trump se colocó un grupo de venezolanos que aprovechó la visita del presidente para recordarle la difícil situación que vive su país que está en medio de una crisis política y económica sin precedentes.
“Estamos apoyando la idea del proyecto del presidente Donald Trump. Está buscando la forma de fortalecer las acciones en contra del régimen de los militares castristas que tienen el control de la república de Cuba y que los turistas americanos que vienen a Cuba tengan dificultades con las restricciones”, defendía Miguel Saavedra (a la izquierda de la imagen). El dirigente de la Vigilia Mambisa, uno de los grupos más conocidos del núcleo duro del exilio, desde hace décadas no se pierde una sola manifestación en contra del gobierno castrista en Miami. En la foto posa con otro partidario del presidente que llegó hace 18 años a EEUU en balsa.
"Si en 50 años no ha funcionado ¿por qué va a funcionar ahora?", se pregunta.Rosa, una peruana que lleva 30 años viviendo en EEUU haciendo referencia a la ruptura de relaciones diplomáticas con Cuba que había hasta que, en diciembre de 2014, Cuba anunció el deshielo. "En estos años he visto el sufrimiento de los cubanos y he visto que el sistema anterior no funcionó. Me parecen muy buenos los cambios de Obama y creo que no se debe volver atrás. Es inútil", opina.
"Libertad para el pueblo cubano", se podía leer en la pancarta de este hombre.
Estos manifestantes parecieron pensar que cualquier atuendo es bueno para protestar contra las políticas del presidente Trump.
"Trump dice que se preocupa por los derechos humanos en Cuba pero él acaba de regresar de Arabia Saudita donde las mujeres no pueden manejar, donde a los homosexuales los meten en prisión y donde le cortan la cabeza a gente con espadas si se oponen al gobierno y es amigo del presidente de Filipinas aunque mata a quienes consumen drogas", afirmó Ernesto Medina, un cubano de 27 años que llegó a los 18 a Miami.
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Algunos curiosos se acercaron para ver pasar el auto del presidente a su salida del teatro Manuel Artiles
Michael Martínez, cubanoestadounidense de Miami llegó a la protesta con una camiseta en rechazo al embargo económico a la isla y un colgante del Che Guevara. "Estoy en contra de cualquier nueva restricción de viajes que imponga el régimen de Trump, cualquier restricción en el envío de paquetes y remesas a mi familia. Estoy aquí porque el embargo es una industria donde un grupo de cubanos que no tienen familias en Cuba se ganan el pan a costa de los otros", afirmó.
Walter, cubanoestadounidense nacido en Nueva York, estaba del lado de quienes estaban a favor de Trump. "¿Cómo podemos hacer negocios con un criminal asesino de Cuba, Raúl Castro?, se podía leer en su pancarta que era una especie de carta a Donald Trump en la que le pedía revertir el acercamiento emprendido por Obama.
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Los alrededores del teatro Manuel Artime de Miami, donde Trump anunció este viernes los cambios de la política estadounidense hacia Cuba, mostraron desde primera hora de la mañana la pasión con la que se vive en esta ciudad del sur de Florida cualquier decisión sobre la isla. De un lado estaban las personas que defendían los cambios propuestos por Trump.
Imagen Lorena Arroyo

Antes de que el presidente hiciera los anuncios, el excongresista Mario Díaz Balart y el senador Marco Rubio tomaron la palabra para manifestarle el respaldo incondicional que no le dieron durante la campaña presidencial. "Ahora el presidente de Estados Unidos sí está con ustedes", dijo Díaz Balart a los exiliados cubanos presentes en el teatro. "Trump tratará al régimen castrista como la dictadura que es", agregó el excongresista, sin entrar en detalles acerca de lo que verdaderamente cambiará cuando las medidas entren en vigor y lo que no.

Estos son los principales cambios:

Humberto Díaz, de 74 años, es el presidente de la asociación de veteranos de Bahía de Cochinos. Con solo 18 años formó parte del mayor intento de derrocar por las armas al líder de la revolución cubana Fidel Castro en abril de 1961. Su grupo decidió apoyar a Trump para mostrar su oposición a la decisión del gobierno de Barack Obama de restablecer relaciones diplomáticas con Cuba: "Tuvimos que sacar nuestra opinión a la calle para que la gente sepa que nosotros estamos en contra de todas las negociaciones que se están haciendo con los Castro".
El asalto, por el que cerca de 1,500 jóvenes exiliados desembarcaron en la isla, fue un fracaso y acabó con más de cien muertos y más de mil detenidos. Hoy quedan unos 600 veteranos. La mayoría forman parte del núcleo duro del exilio. "Yo no puedo ser demócrata porque fuimos traicionados", le dijo a Univision Noticias Jorge García Rubio.
No es la primera vez que Trump visita este museo. En 1999, cuando tanteaba presentarse a la presidencia, ofreció un discurso a los veteranos en el que abogó por políticas duras hacia Cuba y dijo que no haría negocios con la isla hasta que Fidel Castro fuera derrocado. Este martes, Jorge García Rubio, se presentó con una foto que hizo del magnate en aquella ocasión.
"Ya está bueno de traiciones", dice Armando Montes, un veterano de Bahia Cochinos y del ejército estadounidense que lamenta que pese al deshielo, no se han visto mejoras en Cuba. "Lo que ha mejorado es los bolsillos de los que están en el poder", afirma. Y ahora votará por Trump porque quiere un "país grande" de nuevo.
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Pese a que la mayoría de los participantes en el encuentro con Trump rondaban los 80 años, entre el público estaba Rey Anthony, un estudiante de Ciencias Políticas de 20 años. Nieto de exiliados cubanos, considera a los veteranos de Bahía Cochinos unos "héroes". Y aunque dice que no era su primera opción, no duda que apoyará a Trump porque defiende los valores republicanos en los que cree.
Ivia es una profesora cubanoestadounidense jubilada de 80 años y, pese a que está a punto de ser operada de la cadera, quiso participar en el encuentro con Trump. "Le entregué a la seguridad de Trump un pin de oro de Cuba que tenía por 50 años, pero como yo tengo 80 años y me voy ahorita, digo: 'Que él lo conserve'"
Clara Roteta no se pierde un acto de Trump y aunque esta vez lamentó que no la dejaran pasar, quiso estar presente para apoyar al candidato republicano. En la imagen, muestra una foto de su padre, José Arriola, que participó en la invasión de Bahía Cochinos.
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Humberto Díaz, de 74 años, es el presidente de la asociación de veteranos de Bahía de Cochinos. Con solo 18 años formó parte del mayor intento de derrocar por las armas al líder de la revolución cubana Fidel Castro en abril de 1961. Su grupo decidió apoyar a Trump para mostrar su oposición a la decisión del gobierno de Barack Obama de restablecer relaciones diplomáticas con Cuba: "Tuvimos que sacar nuestra opinión a la calle para que la gente sepa que nosotros estamos en contra de todas las negociaciones que se están haciendo con los Castro".
Imagen Jessica Weiss
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