La órbita terrestre baja, una banda del espacio que se encuentra cerca de la superficie de la Tierra, está repleta de desechos espaciales: objetos tan grandes como satélites que ya no funcionan, partes de cohetes gastadas, tuercas, tornillos y manchas de pintura. Esa basura de 9,000 toneladas, equivalente al peso de 720 autobuses escolares.
Satélites viejos, trozos de cohetes o tornillos: esta misión espacial recogerá toda esa basura que orbita la Tierra
Une empresa privada estadounidense pondrá a prueba tecnologías para capturar un objeto en órbita terrestre y moverlo a una altitud más baja, donde se quemará al ingresar a la atmósfera.
Este sábado, se lanzó la misión ELSA-d que tiene como objetivo limpiar algunos de esos escombros. Un cohete Soyuz 2 lanzó una nave espacial de 175 kilogramos con un satélite conectado al espacio, que hará la encomienda durante los próximos meses.
T minus 3 days! 🚀 In June 2020 the client separation test was completed. This test was crucial because our satellites will be launched together and once in orbit will need to separate several times in order to demonstrate our debris removal capabilities! #GoELSAd pic.twitter.com/RmTqBj1X1b
— Astroscale (@astroscale_HQ) March 17, 2021
Su objetivo será probar las tecnologías con imanes para capturar un objeto en órbita terrestre y moverlo a una altitud más baja, donde eventualmente se quemará en la atmósfera terrestre. Lo hará en una serie de maniobras diferentes, y se espera que la misión finalice en septiembre u octubre de este año.
Como parte de la misión, la compañía probará si la nave espacial puede atrapar y acoplarse con el satélite mientras cae por el espacio a una velocidad de hasta 27,000 kilómetros por hora, varias veces más rápido que la velocidad de una bala.
Las pruebas se basan en una placa de acoplamiento magnética para engancharse al satélite.
Si tiene éxito, ELSA-d podría allanar el camino para futuros servicios comerciales que reduzcan la cantidad de escombros en el espacio y promuevan operaciones más sostenibles en órbita.
La preocupación por los desechos espaciales ha aumentado en los últimos años a medida que la órbita terrestre baja se ha vuelto más congestionada y ha aumentado la dependencia de la sociedad de los sistemas de satélites para las telecomunicaciones, el GPS y otras funciones cotidianas.
El hacinamiento en órbita también se ve agravado por empresas como SpaceX y OneWeb, que están ensamblando enormes "megaconstelaciones" de satélites de Internet alrededor de la Tierra.
Los pedazos de basura espacial, que vuelan en órbita a una velocidad de hasta 18,000 millas por hora, pueden amenazar a otras naves espaciales en funcionamiento y plantear riesgos de seguridad para los astronautas en la Estación Espacial Internacional.
Astroscale, la empresa privada detrás de la misión ELSA-d, espera que sus tecnologías abran un mercado para la eliminación de desechos orbitales.
"Ahora es el momento de tomarse en serio la amenaza de los escombros comprometiéndose con los programas de eliminación de escombros y preparando los satélites para su futura eliminación al final de su vida útil", dijo John Auburn, director gerente de Astroscale UK y director comercial del grupo.
"Evitar colisiones catastróficas ayudará a proteger el ecosistema espacial y garantizará que todas las órbitas puedan continuar prosperando de manera sostenible para las generaciones venideras".
Astroscale tiene su sede en Japón, pero la misión está siendo controlada desde el Reino Unido.








