¿Qué dicen los expertos acerca de armar a los profesores en las escuelas?

En resumen: la idea planteada por Trump crea riesgos y, por sobre todo, condiciones para potenciales actos de violencia.

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Por:
Mimi Kirk.
Un instructor de armas de fuego dictando un taller a más de 200 profesores, en West Valley, Utah.
Un instructor de armas de fuego dictando un taller a más de 200 profesores, en West Valley, Utah.
Imagen George Frey/Getty Images

La administración Trump reiteró esta última semana su apoyo a la iniciativa de armar, aún más, a los profesores. La Casa Blanca anunció que buscará contribuir a que los estados cuenten con más “rigurosos” entrenamientos en armas de fuego, mientras que, al mismo tiempo, Trump designó a la secretaria de Educación Betsy DeVos como directora de la comisión encargada de estudiar mecanismos para evitar tiroteos escolares.

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DeVos, por su parte, ha sostenido que las escuelas deberían ser capaces de armar a su profesorado “si optan por emplear esa herramienta”. En una incisiva entrevista reciente para “60 Minutes”, DeVos también admitió que ella “nunca imaginó” la posibilidad de ver una versión armada de su profesora de primer grado. Florida, de igual forma, viene de aprobar una ley que permite a los educadores portar armas.

Desde luego que la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) respalda esta polémica medida. Sin embargo, la mayoría de los grupos del sector educativo se opone, incluyendo a la la Asociación Nacional de Educación, la principal organización de profesores en el país. También, muchos estudiantes están en contra de esta política, una parte sustancial de los cuales protestó contra los violentos tiroteos en coelgios y universidades durante el ‘walkout’ escolar nacional, ocurrido el pasado 14 de marzo, un mes después de la matanza en Parkland, Florida, donde un joven de 19 años asesinó a 17 personas con un rifle semiautomático.

Notas Relacionadas

Con las emociones a flor de piel, resulta oportuno considerar los hallazgos investigativos sobre la práctica de armar a los profesores. Sin embargo, los datos sobre esto son escasos. No es solo que la idea en sí misma sea nueva, sino que los tiroteos son extremadamente raros. Un reciente informe de Sheldon Greenberg, profesor de Pedagogía en la Universidad de Johns Hopkins, analiza enfrentamientos pasados entre oficiales de seguridad y asaltantes armados para sacar conclusiones sobre la forma en que los profesores se podrían desempeñar en situaciones análogas. Como recientemente dijo Richard Florida en CityLab, la alta cifra de guardias de seguridad privada en las escuelas de Estados Unidos significa que estas instalaciones están siendo muy bien representadas en el “ ya sobredimensionado complejo industrial de seguridad del país”.

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El profesor Greenberg es un exoficial de la policía que ha venido siguiendo de cerca la idea de armar a los profesores desde que esta iniciativa surgió tras los sucesos de Columbine, en 1999. Luego la idea ganó fuerza con la masacre de Sandy Hook, en 2012. Antes de Parkland, 18 estados ya permitían a los adultos portar armas cargadas en recintos escolares con la autorización del director o del consejo, y algunos distritos, como Kingsburg, California, y 40 distritos de Ohio, habían dado luz verde a los maestros para llevar armas a la escuela.

“Las escuelas son, probablemente, los lugares más seguros en nuestro país, y estamos creando toda una generación de jóvenes atemorizada por estar ahí”.


Greenberg cree que alentar una política de esa índole solo se suma a los miedos infundados a los tiroteos escolares. “Estos incidentes son terribles, pero son extraordinariamente poco comunes”, añadió. “Las escuelas son, probablemente, los lugares más seguros en nuestro país, y estamos creando toda una generación de jóvenes atemorizada por estar ahí”.

El que los profesores puedan usar sus armas de fuego con efectividad en una situación de emergencia es, a juicio del propio Greenberg, una “apuesta a ciegas”. El documento acota que pese al entrenamiento extensivo de los oficiales de la policía y lo familiarizados que puedan estar con casos de alto riesgo, la evidencia arroja que no disparan con precisión a “la hora cero” contra los agresores. Es de esperar que a los profesores, incluso, les vaya mucho peor.

US President Donald Trump shakes hands with Marjory Stoneman Douglas High School student Ariana Klein (R) watched by fellow student Carson Abt at the start of a listening session on gun violence with teachers and students in the State Dining Room of the White House on February 21, 2018. / AFP PHOTO / MANDEL NGAN (Photo credit should read MANDEL NGAN/AFP/Getty Images)
US President Donald Trump shakes hands with Marjory Stoneman Douglas High School student Ariana Klein (R) watched by fellow student Carson Abt at the start of a listening session on gun violence with teachers and students in the State Dining Room of the White House on February 21, 2018. / AFP PHOTO / MANDEL NGAN (Photo credit should read MANDEL NGAN/AFP/Getty Images)
Imagen AFP Contributor/AFP/Getty Images


En par de encuentros que Greenberg sostuvo con fuerzas del orden en enero de 2013, tras los sucesos de Sandy Hook, los oficiales de la policía expresaron una variedad de preocupaciones ligadas a armar a los maestros. Entre ellos, la errónea asunción de que un profesor estará siempre cerca de un agresor, la probabilidad de que un maestro armado y un oficial vestido de civil –que sería el primero en llegar a la escena– se confundieran mutuamente con tiradores activos, y el hecho de que los talleres sobre armas de fuego para profesores suelen impartirse una sola vez. “Esto quiere decir que muchos maestros serían orientados, y no entrenados, para usar un arma”, acotó Greenberg. “Hay una gran diferencia”.

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También existe una posibilidad de accidentes relacionados con las armas de fuego dentro y fuera de las aulas. Greenberg citó diversos problemas potenciales como consecuencia de que los maestros llevaran sus armas a casa, donde los niños pudieran acceder a ellas o, simplemente, donde pudieran ser usadas en una situación de violencia doméstica. El suicidio es otra las inquietudes: en un estudio de 30 casos conocidos donde profesores usaron un arma de fuego entre 1980 y 2012, un 63% cometió o intentó un suicidio.

“En principio, es altamente improbable que haya un incidente que combatir”, sentenció Greenberg. “Por lo que los riesgos rebasan los beneficios potenciales”.

“Cuando cotejamos los índices de exclusión, vemos el sesgo. Armar ese sesgo es aterrador”.


Asimismo, el profesor Greenberg enfatizó en el peligro de tener a un profesor armado confrontando a un estudiante desarmado. “¿Usará el profesor el arma contra ellos?”, se preguntó. Esa es una pregunta que muchos académicos y analistas están trayendo a la mesa, especialmente debido a la existencia de una extensa investigación avalando que los estudiantes de color son castigados más severamente que los blancos cuando cometen las mismas infracciones menores, tales como interrumpir la clase, ya sea con la conducta o el lenguaje. Esto, sienta las bases para que sigan el camino hacia una hipotética cárcel, en un ciclo llamado “canal de la escuela a la prisión”.

“Cuando cotejamos los índices de exclusión, vemos el sesgo”, indicó Jonathan Stith, coordinador nacional de la Alianza para la Justicia Educativa, una red de organizaciones intergeneracionales y dirigidas por jóvenes que trabaja para acabar con el canal antes mencionado. “Armar ese sesgo es aterrador. Crea una situación que puede estallar de un momento a otro, como un polvorín”.

Prudence Carter, decana de la Facultad de Postgrado en Pedagogía de la Universidad de California en Berkeley, es una destacada investigadora en desigualdad educativa que cree que la posibilidad de armar a los profesores pone en peligro, más que a nadie, a los estudiantes de color. “Hay una enorme cabida para los errores”, apuntó. “ Los estudios ya demuestran que hay gatillos en las mentes de las personas cuando ven rostros y cuerpos de personas de color”.

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Stith, de la Alianza para la Justicia Educativa, comentó que la juventud afiliada a su organización está protestando contra la idea de armar a los maestros. “Estos jóvenes de color saben que más armas en las escuelas se traducirán en una mayor criminalización de su educación y su vida”, acotó. Ahora bien, la administración Trump va en la otra dirección: está culpando a la política de la era Obama por los tiroteos, aunque la mayoría de los perpetradores de tiroteos masivos han sido blancos residentes en áreas predominantemente blancas.

Grupos de jóvenes en ciudades como Chicago, Filadelfia y Columbus se están uniendo a los ‘walkouts’ e instan a las autoridades a reducir la presencia de policías en las escuelas, a instituir prácticas de justicia restaurativa –en las cuales los estudiantes hablan de un incidente y buscan enmendarlo, en lugar de ser detenidos, suspendidos o algo peor– y brindar un mejor acceso a una atención de salud mental.

Carter espera que los líderes electos los escuchen. “Necesitamos servicios de salud mental en las escuelas, y luego tenemos que enfrascarnos en desestigmatizarlos”, añadió. Debido a que los niños pasan más tiempo en la escuela que con su familia, dijo, “es clave que estos espacios estén bien equipados para educar y cuidar vidas jóvenes. Eso es lo que nuestros legisladores y profesionales deberían estar considerando –no si armar o no a los profesores”.

Este artículo fue originalmente publicado en inglés en CityLab.com

Washington DC. Los estudiantes de las escuelas del área de la capital del país se unieron para manifestar por la ciudad y finalizar la protesta frente al capitolio.
<b>La Crescenta, California. </b>Centenares de estudiantes en California se unieron a la protesta, como los alumnos de la secundaria Crescenta Valley.
Los Ángeles, California. Los estudiantes de la secundaria Eagle Rock High School en silencio por las víctimas de la tragedia en la secundaria de la escuela Marjory Stoneman Douglas.
<b>La Crescenta, California. </b>Los estudiantes de la secundaria Crescenta Valley High School protestaron en el campo de fútbol de la escuela.
<b>Seattle, Washington.</b> Estudiantiles de las secundarias Roosevelt y Nathan Hale mientras protestaron junto a los alumnos de la Universidad de Washington.
<b>Seattle, Washington. </b>Cientos de estudiantes de la secundaria Rooselvelt guardaron un minuto y diecisiete segundos de silencio en la protesta.
Las Vegas, Nevada. Como parte de la protesta, decenas de estudiantes cantaron frente a la Academia de las Artes de la ciudad.
Filadelfia, Pensilvania. “No a las armas” se lee en el cartel escrito en español de una estudiante en la protesta de la Escuela Superior de Artes Creativas y Escénicas de la ciudad.
Filadelfia, Pensilvania. estudiantes de varias escuelas se reunieron para manifestar frente al edificio del distrito escolar de la ciudad.
Washington DC. En la capital, miles de estudiantes de varias escuelas recorrieron las sedes de los poderes públicos, desde la Casa Blanca hasta el Capitolio.
Washington DC. Los estudiantes pasaron por el polémico hotel propiedad del presidente Donald Trump en la capital del país
Washington DC. Algunos manifestantes llevaron carteles con mensajes contra la Asociación Nacional del Rifle (NRA por sus siglas en inglés).
Parkland, Florida. Algunas estudiantes de la secundaria Marjory Stoneman Douglas rompieron en llanto durante la manifestación.
Miami, Florida. Estudiantes de Gulliver, una escuela privada del sur de la ciudad, se agruparon para escribir mensajes con sus cuerpos y conmemorar a los fallecidos en la tragedia de Parkland
Venice, California. Estudiantes de la secundaria Venice se registran para votar, parte de la protesta contra las armas después de la tragedia de Parkland.
Queens, Nueva York. ¿Soy yo la próxima? se lee en el cartel de una manifestante. Los estudiantes locales de diferentes escuelas se reunieron para protestar en las calles.
St. Paul, Minnesota. Los estudiantes de la secundaria Central en las calles durante la protesta.
Chicago, Illinois. Los estudiantes de Lane Technical College Preparatory en las calles de la ciudad. La protesta comenzó a las 10 de la mañan en el horario de cada zona de los EEUU.
Nueva York, Nueva York. El gobernador Andrew Cuomo y varios estudiantes de Nueva York se acuestan en el suelo para hacer un acto de ‘minuto muerto’ en honor a las víctimas el tiroteo de Parkland.
Chicago Illinois. Estudiantes de la secundaria Proviso con carteles de protesta dentro de la escuela.
<b>Parkland, Florida.</b> A un mes exacto del tiroteo donde murieron 17 personas, los alumnos de la secundaria Marjory Stoneman Douglas protestan en las calles. Alumnos de 3,000 escuelas del país participarán en la protesta.
<b>Parkland, Florida. </b>Un manifestante lleva un retrato de Meadow Pollack, una de las víctimas del tiroteo en la secundaria Marjory Stoneman Douglas de Parkland.
<b>Littleton, Colorado. </b>Los estudiantes de la secundaria Columbine regresan a las aulas luego de protestar por 17 minutos. 
<a href="https://www.univision.com/austin/kakw/noticias/tiroteos/las-fotos-que-no-se-deben-repetir-27-momentos-que-justifican-la-lucha-del-movimiento-neveragain-fotos">El 20 de abril de 1999 ocurrió la matanza de Columbine</a>, donde dos jóvenes asesinaron con armas de fuego a 15 personas en esa escuela.
Union City, California. Los alumnos de la secundaria James Logan High School reunidos fuera de las aulas.
<b>Littleton, Colorado. </b>Los estudiantes escuchan de la secundaria Columbine escuchan Frank DeAngelis, quien fuera el director de la escuela en el momento de la tragedia en 1999.
<b>Dayton, Ohio.</b> Los estudiantes de la escuela Stivers School for the Arts se reúnen en el campo futbol. 'National Walkout Day' fue el nombre que los organizadores dieron a la protesta
<b>Washington DC. </b>Miles de estudiantes se sentaron a modo de protesta por 17 minutos frente a la Casa Blanca.
<b>Sandy Hook, Connecticut. </b>Los estudiantes de la secundaria Newtown participaron en la huelga. En diciembre de 2012 un joven de 20 años de edad, entró disparando a la primaria local de esta ciudad y 
<a href="https://www.univision.com/noticias/tiroteos/en-fotos-a-cinco-anos-de-la-matanza-en-la-escuela-primaria-sandy-hook-fotos"><u>asesinó a 20 niños y seis adultos, entre alumnos y maestros de la escuela</u></a>.
<b>Manhattan, Nueva York.</b> Brandon Gonzalez, de 16 años, lidera a sus compañeros en la protesta frente a la escuela Richard R. Green.
<b>Yarmouth, Main.</b> A pesar de las nevadas que han azotado al estado en las últimas semanas, los estudiantes de la secundaria Yarmouth protestaron en la calle durante 17 minutos.
<b>Washington, DC. </b>Los estudiantes de la Universidad de Georgetown también protestaron en la capital del país.
<b>Brooklyn, Nueva York. </b>Cientos de estudiantes abandonan las clases en la secundaria Midwood High School Brooklyn.
Brooklyn, Nueva York. En toda la ciudad de Nueva York los estudiantes abandonaron sus clases masivamente, como los de la escuela secundaria Midwood.
Nueva York, Nueva York. Los estudiantes de una primaria salieron a protestar a las calles acompañados de sus padres y tutores.
<b>Zionsville, Indiana.</b> Los estudiantes de la secundaria Zionsville, una pequeña ciudad al norte de Indianápolis, participaron en la protesta.
Miami, Florida. Los estudiantes de la escuela privada Miami County Day School salieron a protestar con carteles con mensajes por el control de armas en las calles de Miami Shores.
<b>Washington DC.</b> Miles de estudiantes locales se trasladaron desde sus escuelas hasta la Casa Blanca para protestar.
Arlington, Virginia. Estudiantes de la secundaria Washington-Lee sostuvieron carteles con imágenes de los asesinados en el tiroteo ocurrido hace un mes en Parkland.
<b>West Lakes, Florida.</b> Estudiantes de la preparatoria West Lakes protestan mientras caminan hacia la secundaria Marjory Stoneman Douglas, donde hace un mes ocurrió la tragedia.
<b>Perry Hall, Maryland.</b> Cientos de alumnos de la secundaria de la ciudad salieron de sus clases a protestar.
<b>Manhattan, Nueva York.</b> Estudiantes de la secundaria Harvest Collegiate protestaron en el parque Washington Square Park, al sur de la ciudad.
<b>Jersey City, Nueva Jersey. </b>Ahmed Aboushady, estudiante de tercer año en la secundaria James Ferris, protesta con una bandera junto a sus compañeros en la calle.
Boston, Massachusetts. Los estudiantes del área de Boston se reunieron en la Iglesia de San Pablo antes de marchar al palacio de gobierno del estado.
Allentown, Pensilvania. Los estudiantes de la secundaria Parkland protestaron con la luz de sus teléfonos encendidas..
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Washington DC. Los estudiantes de las escuelas del área de la capital del país se unieron para manifestar por la ciudad y finalizar la protesta frente al capitolio.
Imagen Reuters
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