Miembros de un grupo de hombres acusados de robar convertidores catalíticos y que operaba en varios estados del noreste de Estados Unidos, fueron arrestados por el FBI y enfrentan cargos federales que podrían resultar en varios años de prisión.
Banda robaba convertidores catalíticos con la rapidez de un equipo de mecánicos de NASCAR
La banda compuesta de siete sospechosos del estado de Massachussetts robó la pieza de casi 500 vehículos entre 2022 y 2023 en ese estado y en el vecino New Hampshire. Las vendía en Nueva Jersey y Connecticut, lavando cientos de miles de dólares en ganancias.

Los siete presuntos ladrones se destacaban por la rapidez con la que robaban la importante pieza, sin la cual los automóviles no pueden funcionar. Según la fiscal federal de Massachusetts, Rachael Rollins, los hombres operaban con “ tan rápido como un equipo de mecánicos de NASCAR”.
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El arresto de los siete sospechosos fue el resultado de una investigación denominada Operación "Cut and Run", organizada por el Grupo de Tarea Contra el Crimen Organizado del FBI en Boston y la Policía Estatal de Massachusetts.
Los detenidos están acusados federalmente por una serie de robos en varios estados del área de Nueva Inglaterra, que los llevó a extraer casi 500 convertidores catalíticos de los vehículos de sus víctimas entre 2022 y 2023.
Durante una conferencia celebrada en un tribunal federal de Boston Rollins explicó que "el crimen, según los documentos judiciales, dura menos de un minuto y efectivamente deja a los vehículos inutilizados".
La fiscal explicó que en algunas ocasiones los acusados llegaban a robar los convertidores catalíticos de 10 vehículos en una sola noche, y agregó que en una ocasión supuestamente llegaron a robar 26 unidades de la costosa pieza.
Los daños causados a los vehículos de las víctimas totalizan alrededor de $2 millones, dijo la fiscal.
Los sospechosos, todos originarios del oeste de Massachusetts, responden a los nombres de Rafael "Robbin Hood" Dávila, de 35 años, y su hermano Nicolás Dávila, de 25; José "Goldy" Torres, 37; Carlos Fonseca, 26; Zachary Marshall, 26; Santo Felicidad, 34; y Alejandro Oyola, de 37, y están acusados de conspiración para cometer robo, conspiración para transportar propiedad robada en el comercio interestatal y de transporte interestatal de propiedad robada.
Según Joe Bonavolonta, el agente especial a cargo de la oficina de campo del FBI en Boston, los acusados atacaron a vehículos de conductores de los estados de Massachusetts y New Hampshire.
“Robin Hood” Dávila, fue señalado por los fiscales como el líder de la cuadrilla. Según las autoridades Dávila fue quien planeó todos los robos, en los que también participó, proporcionó transporte hasta cada uno de los vehículos vandalizados, determinó el valor de los convertidores robados y adquirió las herramientas necesarias para retirar los convertidores de los automóviles.
Según la acusación, los sospechosos luego vendieron los convertidores en Nueva Jersey y Connecticut, lavando cientos de miles de dólares en ganancias.
Rollings dijo además que fuerzas del orden federales, estatales y locales involucradas en la investigación registraron nueve lugares en el área de Springfield, Massachusetts, y confiscaron 16 vehículos y cinco armas de fuego de los acusados.

Un comunicado de prensa de la Fiscalía Federal para el Distrito de Massachusetts, indica que tres de los sospechosos también están acusados de conspirar para robar cajeros automáticos y de robo de joyerías.
Según la fiscalía, Rafael Dávila, Feliberty y Oyola conspiraron para robar cajeros automáticos de bancos asegurados por el gobierno federal en Massachusetts en tres ocasiones distintas durante diciembre de 2022, con camiones robados que usarían para arrancar cajeros automáticos de sus nichos.
Ese trío también está acusado de robar dos joyerías de New Hampshire el 12 de enero. Se determinó que el valor total combinado de las joyas robadas supera los $137,000, y cada tienda enfrentó aproximadamente $10,000 en daños materiales.
Setenta departamentos de policía locales de los estados de Massachusetts, New Hampshire y Connecticut ayudaron en la investigación, dijo Rollins.
Epidemia nacional de robos de convertidores catalíticos
En la última década, el robo de convertidores catalíticos se ha convertido en una verdadera epidemia criminal en aumento a nivel nacional.
Según un estudio realizado por la compañía de datos automotrices Carfax, 2022 vió un total de 153,000 robos de convertidores catalíticos en Estados Unidos, lo que representa un aumento del 2% en relación a los robos ocurridos en el año anterior.
El estudio muestra que, en lo relacionado a los convertidores catalíticos, los ladrones no son particularmente exigentes con sus objetivos ya que se trata de un crimen de oportunidad, por lo que los estacionamientos y concesionarios de automóviles, donde los vehículos pasan largas horas sin supervisión también se ven afectados de forma regular.
Los convertidores catalíticos son una pieza que filtran algunos contaminantes nocivos de los gases de escape de los vehículos, cuyo uso comenzó a finales de la década de los 70 a fin de poder cumplir con los nuevos estándares de gases contaminantes impuestos por la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés) en ese momento.
Su fabricación requiere de metales raros de alto valor, como rodio, paladio y platino, que recicladores intermediarios inescrupulosos compran de los ladrones estimulando la ocurrencia del crimen.
Reemplazar un convertidor catalítico puede costar al dueño del vehículo vandalizado entre $1,500 y $5,000, que no necesariamente va a ser cubierto por la póliza de seguro del vehículo.












