El 'robo hormiga' de $45,000 millones en tiendas, supermercados y farmacias para revender online

Durante la pandemia, más negocios estadounidenses registraron pérdidas por robos de artículos, desde detergente hasta ropa de diseñador. Bandas delictivas, clientes y empleados deshonestos participaron en esta actividad ilegal multimillonaria que afecta a farmacias, supermercados y tiendas.

Foto Isaias Alvarado
Por:
Isaías Alvarado.
Uno de los últimos hechos ocurrió el martes a las 4:00 pm en un café ubicado en el Melrose Boulevard, cuando dos sujetos llegaron con capuchas y armas para atemorizar a las personas y llevarse sus pertenencias. Al respecto, voceros de la policía señalaron que están tras la pista de los responsables y destacaron la importancia de las denuncias de la comunidad y el uso de cámaras en negocios para poder actuar a tiempo.
Video Ladrones con arma en mano y la cara tapada: alarma por ola de robos en varias zonas de Los Ángeles

Las cámaras de vigilancia de una tienda de ropa Marshalls, en Nueva York, capturaron el momento en que Raymond D. Stover entró a un probador con cuatro camisas y más tarde simuló que las devolvía. Lo que en realidad pasó es que puso en un estante cuatro playeras de bajo costo que llevaba debajo de su ropa y se robó las prendas del negocio. El mismo día fue a otra sucursal a “devolver” las cuatro camisas sin presentar un recibo de compra y le dieron una tarjeta con un crédito de 157 dólares.

Stover era un ratero profesional que usó la misma técnica para defraudar a las tiendas Marshalls y T.J. Maxx, recibiendo tarjetas que cambiaba por dinero en efectivo en casas de empeño y con personas que aceptaban su oferta. Entre mayo de 2014 y agosto de 2018, este neoyorquino de 36 años robó casi 150,000 dólares en mercancía en tiendas de la cadena TJX en varios estados, según la Fiscalía federal.

PUBLICIDAD

Antes que el gobierno tomara el caso, TJX gastó 19,000 dólares investigando estos robos. A finales de agosto, un juez federal lo sentenció a más de dos años de prisión y le ordenó pagarle 169,330 dólares a dicha cadena, sumando lo que hurtó y el costo de las averiguaciones que lo llevaron a la cárcel.

El llamado ‘crimen organizado minorista’ sigue siendo uno de los principales dolores de cabeza de farmacias, supermercados y tiendas de ropa. Lo realizan grupos delictivos, ladrones solitarios y empleados. Representa una pérdida anual de 45,000 millones de dólares y durante la pandemia por el coronavirus ocurrieron incluso más incidentes.

Seis de cada diez negocios afirmaron que en 2020 fueron afectados por el robo hormiga, un incremento que atribuyen a la crisis sanitaria, concluye una reciente encuesta de la Federación Nacional de Minoristas (NRF).

Casi 40% de los establecimientos encuestados dijeron que se habían visto un aumento en fraudes de compras en internet con la opción de recoger los artículos en las tiendas, el doble del 19% que lo experimentaron un año anterior. Mientras que el 28% respondió que vio más robos dentro de los establecimientos.

En general, la tasa de pérdida fue del 1.6% de todo su inventario. Los artículos más cotizados por los amantes de lo ajeno fueron ropa de diseñador (22%), detergente (17%), bolsos de diseñador, medicinas para alergias, rastrillos y licor costoso (15% cada producto), así como analgésicos (13%) y blanqueadores de dientes y fórmula para bebé (11%). Este último se usa también para rebajar droga.

PUBLICIDAD

También se llevan bebidas energéticas (9.3%), desodorantes (7.4%), anticonceptivos, aspiradoras caras, tabletas, computadoras portátiles, muebles y juguetes (5.6%). Varios de esos productos son vendidos en Amazon y en otros sitios electrónicos.

Las ciudades donde hubo mayores pérdidas por esta actividad ilícita son Los Ángeles, San Francisco/Oakland (California), Chicago (Illinois), Nueva York y Miami (Florida).

Los empleados ladrones

“Los minoristas han cambiado sus prácticas durante la pandemia para garantizar que sus empleados puedan trabajar en un entorno seguro y que sus clientes puedan comprar de manera segura, ya sea en tiendas, en internet o a través de vías como comprar en internet y recoger en la tienda”, dijo Mark Mathews, vicepresidente de investigación y análisis de la industria de la NRF, en un comunicado.

“Pero las nuevas formas de comprar también han abierto nuevas vías para la actividad delictiva. A medida que los minoristas se adaptan para abordar estas nuevas amenazas a la seguridad, la necesidad de apoyo federal es aún mayor para combatir estas actividades peligrosas y dañinas", agregó.

La mayoría de los establecimientos dijeron que invirtieron en más personal y tecnología para prevenir que los clientes se llevaran los productos sin pagar, según el sondeo de la NRF.

Un dato revelador es que fue incluso más elevado el costo promedio de las pérdidas por empleados deshonestos: 1,551 dólares, la segunda cifra más alta desde 2015, de acuerdo con la encuesta.

PUBLICIDAD

Aunque el año pasado hubo menos trabajadores que fueron sorprendidos robando, el monto fue mayor. La mitad de los negocios respondió que había perdido al menos 1,000 dólares por esa práctica ilegal, en comparación con el 29% en 2019.

Las empresas minoristas llevan varios años tratando de detener este delito, pero sus esfuerzos no siempre han sido bien recibidos por las autoridades. Fue el caso del programa llamado Corrective Education Company (CEC o Educación Correctiva de la Compañía) de la cadena Walmart, que llevaba a una habitación aislada a los clientes que sospechaba trataban de robarse algo.

Bajo la amenaza de llamarle a la Policía para procesarlos penalmente, obligaba a los sospechosos a ver un video creado por el CEC, firmar una confesión del delito, pagar hasta 500 dólares y someterse a un programa de “modificación de comportamiento” de seis horas. Si no pagaban lo acordado, los clientes recibían llamadas por parte de cobradores y cartas simulando que las había enviado una autoridad fiscal. Más de 13,000 californianos o el 90% de los detenidos en las tiendas se inscribieron al programa.

La Fiscalía de San Francisco lo catalogó como una “extorsión y un falso encarcelamiento” y presentó una demanda en noviembre de 2015. Mientras avanzaba el litigio, el gigante minorista anunció que había donado 200,000 dólares del CEC a un programa de mentoría del Departamento de Justicia que permitía que niños jugaran con miembros de agencias policiales.

PUBLICIDAD

No fue suficiente para ganar la demanda. En agosto de 2017, un juez de San Francisco falló a favor del gobierno y le ordenó a Walmart eliminar su polémica iniciativa antirobos.

Durante varios días, los vigilantes de True Liberty Protection Services siguieron de cerca las pipas de agua y vehículos sospechosos que circulaban por una localidad en el condado de San Bernardino, en California.
El uso de estos vehículos era muy extraño en la zona, pues los vecinos no los usan porque tienen pozos privados de los cuales extraen el agua que usan cotidianamente.
Los fueron siguiendo por calles y caminos de tierra, hasta llegar a lugares solitarios cubiertos con lonas negras, de donde emanaba un fuerte olor a marihuana.
Kelly Gregg, vicepresidente de la compañía, afirma que llegaron a espiar un camión cisterna del tamaño de los que mueven combustible.
“Es cuando dije: ‘guau, no puedo creer que ahora el agua sea más valiosa que la gasolina’. Porque estos sujetos, en lugar de transportar gasolina llevaban 50,000 galones de agua en cada viaje”, señaló Gregg.
En un tiempo, para despistar a la Policía, los ladrones dejaron de usar pipas y empezaron a transportar el agua robada en contenedores de plástico con capacidad para 330 galones que ponían en camionetas.
“Las monitoreamos y encontramos que ellos movían mucha agua. Unos ejemplos para que te des una idea: en un lugar calculamos que se robaron más de 50,000 galones de agua en un período de 12 horas, en otro sitio fueron 40,000 galones y en un tercero 60,000 galones”, afirmó Gregg.
Más tarde rentaron camiones de U-Hall y otras empresas, dentro de los cuales ponían enormes recipientes que llenaban desde los hidrantes. En la imagen aparecen dos presuntos ladrones de agua.
El ir y venir de vehículos era constante en las comunidades vigiladas por esta empresa. Se reabastecían en 30 minutos y volvían hora y media después, cuando ya habían dejado el líquido en pozos, contenedores y pipas dentro de los campamentos ilegales.
En ocasiones, sin embargo, la única evidencia que encontraron los guardias de esta compañía fueron mangueras tiradas junto a los hidrantes.
Conforme la sequía de California se vuelve cada vez más extrema, el robo de agua ligado a los cultivos de marihuana ha crecido a niveles alarmantes. Este año van más de 120 denuncias por ese delito.
Esta práctica ilegal sucede precisamente en las comunidades que tienen menos acceso al líquido y donde ahora los traficantes están haciendo crecer decenas de miles de plantas de cannabis.
En el Valle del Antílope, el saqueo masivo ha metido en un predicamento a cientos de habitantes y varias granjas dedicadas al cultivo de papa, alfalfa y zanahorias.
Allí se detectaron este año más de 500 cultivos ilegales de marihuana, tres veces más que el año pasado.
Las autoridades estiman que los narcos están consumiendo hasta 5.4 millones de galones de agua por día en los condados de Los Ángeles, Riverside y San Bernardino.
“El robo de agua durante una época de sequía es un gran problema”, advirtió Eric Lindberg, jefe del área de geología de la Junta para la calidad del agua en la región de Los Ángeles.
En los bosques de California, donde aún siguen detectando campamentos clandestinos, los agricultores de los carteles suelen desviar el curso de los arroyuelos y disminuir su cauce con mangueras.
De 30,000 granjas de la hierba que operan en todo el estado, tantas como 24,000 (el 80% del total) no están registradas ante la Junta de Agua de California, es decir, no tienen permiso para usar agua.
1 / 18
Durante varios días, los vigilantes de True Liberty Protection Services siguieron de cerca las pipas de agua y vehículos sospechosos que circulaban por una localidad en el condado de San Bernardino, en California.
Imagen Cortesía Kelly Gregg
En alianza con
civicScienceLogo