Un juez de California desestimó este jueves el caso contra cuatro trabajadores sociales que han estado en el ojo del huracán por acusaciones de que su negligencia permitió la tortura y muerte en 2013 del niño Gabriel Fernández, cuyo trágico desenlace fue expuesto en una popular docuserie de Netflix.
Exoneran a 4 trabajadores sociales acusados de permitir la tortura y muerte de Gabrielito
Enfrentaban dos cargos de abuso infantil y falsificación de registros públicos. En enero, una corte de apelaciones determinó que no había evidencia suficiente para afirmar que su negligencia permitió el trágico desenlace del caso del niño.

El juez George Lomeli retiró los cargos que pesaban contra las trabajadoras sociales Stefanie Rodríguez y Patricia Clement, y sus supervisores Kevin Bom y Gregory Merritt. Los acusaban de un delito grave de abuso infantil y otro de falsificación de registros públicos.
En enero, una corte estatal de apelaciones determinó que no había evidencia suficiente para enjuiciarlos por no haber tomando las acciones necesarias para impedir el abuso y asesinato del niño de ocho años. El juez Lomelí acató ese fallo.
Era el último proceso penal pendiente. En junio de 2018, Pearl Sinthia Fernández, madre del pequeño conocido como Gabrielito, fue sentenciada a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, mientras que su novio, Isauro Aguirre, fue condenado a la pena de muerte.
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La pareja abusó severamente de Gabriel durante meses previos a la muerte del niño el 22 de mayo de 2013, en su apartamento en la ciudad de Palmdale, en el norte de Los Ángeles. Gabriel fue golpeado frecuentemente por Aguirre porque creía que el niño era gay.
La autopsia reveló que el niño sufrió numerosas lesiones, incluyendo una fractura de cráneo, 12 costillas rotas y quemaduras.
Los fiscales dijeron en el juicio que su padrastro lo obligaba a comer heces de gato y dormía atado y amordazado dentro de un pequeño armario.
Al emitir la sentencia, el juez Lomeli calificó el crimen como “horrendo, inhumano y peor que el demonio”.
Mientras que la fiscal del condado, Jackie Lacey, expresó entonces que este caso dejó un daño duradero en la familia del pequeño y en la sociedad. “La horrible naturaleza del abuso y asesinato de Gabriel se ha grabado en nuestras mentes”, señaló la funcionaria.
Este caso volvió al interés público por una docuserie de Netflix que salió a la luz este año.













