Las trampas del FBI a un político de California: le ofreció un soborno y luego lo metió a la cárcel

Jermaine Wright fue sentenciado a cinco años de prisión por aceptar un pago ilícito para respaldar códigos municipales relacionados con la industria de la marihuana. Además, planeó incendiar su restaurante para cobrar el seguro.

Foto Isaias Alvarado
Por:
Isaías Alvarado.
Una nueva ley en California extiende las protecciones a trabajadores que usan el cannabis legalmente en sus horas de descanso y fuera de sus lugares de empleo. Según la iniciativa, que entrará en vigor en el 2024, ningún colaborador podrá ser sometido a pruebas de sangre que solo determinan el uso reciente de la marihuana y no si se está bajo su influencia. Sin embargo, hay trabajos que estarán exentos de esta ley, como los oficios de construcción, entre otros. Más noticias en Univision.
Video California prohibirá a empleadores hacer pruebas de uso de marihuana a sus trabajadores: varios empleos estarán exentos

Hace unos años, Jermaine Wright era el alcalde interino de la ciudad de Adelanto, California. Hoy es el reo número 75572-112 y purga una condena de cinco años de prisión por corrupción.

Wright, de 46 años, cayó en un operativo encubierto del Buró Federal de Investigaciones (FBI), que desde principios de 2017 comenzó a indagar acusaciones de corrupción en el municipio de Adelanto, un suburbio localizado a 86 millas al este de Los Ángeles.

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Fue un informante del gobierno quien presentó a Wright con un agente encubierto que se hizo pasar por una persona interesada en abrir un negocio de marihuana en dicha localidad.

A cambio de 10,000 dólares, el político aceptó abogar para expandir la industria local de productos de cannabis y por un código municipal relacionado con el transporte de la hierba.

Quien entonces era concejal y alcalde interino habló con ese agente del FBI durante dos meses para negociar el pago. Wright pidió 20,000 dólares. Aunque terminó aceptando la mitad, advirtió que debían darle $2,000 cada vez que interviniera en el código de transportación de marihuana.

“Desafortunadamente, la decisión (de Wright) de aceptar un soborno de 10,000 dólares no fue un incidente único”, escribieron los fiscales federales en un memorando de sentencia.


En otro caso por el cual también fue condenado, el político le pidió ayuda al mismo informante del gobierno para incendiar su restaurante Fat Boyz Grill haciéndolo ver como un accidente causado por una falla eléctrica. Por eso se refería a la persona que lo haría como “el electricista”.

Lo que tampoco sabía era que “el electricista” era otro agente encubierto del FBI, con quien conversó el 3 de octubre de 2017. Le pagó $1,500 por quemar el establecimiento y hasta le explicó que su póliza de seguros cubría la destrucción y le entregaría “cientos de miles de dólares”.

“Wright también le dio al agente (del FBI) un recorrido por el restaurante y ayudó en la planificación del incendio premeditado proporcionándole una escalera al agente encubierto y discutiendo varias tácticas para garantizar que el incendio planeado se hiciera”, señala un comunicado de la Fiscalía.

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En octubre de 2017, el FBI ejecutó una orden de registro en el restaurante y entrevistó a Wright, quien terminó confesando su plan. Al día siguiente, el informante del gobierno llamó al FBI pare decir que el político le había pedido que le ayudara para que el agente encubierto “se fuera”.

Tanto por el soborno, como por el fuego premeditado para cobrar el seguro, Wright fue condenado.

El exalcalde interino ahora se encuentra en el Centro Metropolitano de Detención (MDC) de Los Ángeles. Los registros de la prisión indican que su fecha de liberación es “desconocida”.

Mira también:

Durante varios días, los vigilantes de True Liberty Protection Services siguieron de cerca las pipas de agua y vehículos sospechosos que circulaban por una localidad en el condado de San Bernardino, en California.
El uso de estos vehículos era muy extraño en la zona, pues los vecinos no los usan porque tienen pozos privados de los cuales extraen el agua que usan cotidianamente.
Los fueron siguiendo por calles y caminos de tierra, hasta llegar a lugares solitarios cubiertos con lonas negras, de donde emanaba un fuerte olor a marihuana.
Kelly Gregg, vicepresidente de la compañía, afirma que llegaron a espiar un camión cisterna del tamaño de los que mueven combustible.
“Es cuando dije: ‘guau, no puedo creer que ahora el agua sea más valiosa que la gasolina’. Porque estos sujetos, en lugar de transportar gasolina llevaban 50,000 galones de agua en cada viaje”, señaló Gregg.
En un tiempo, para despistar a la Policía, los ladrones dejaron de usar pipas y empezaron a transportar el agua robada en contenedores de plástico con capacidad para 330 galones que ponían en camionetas.
“Las monitoreamos y encontramos que ellos movían mucha agua. Unos ejemplos para que te des una idea: en un lugar calculamos que se robaron más de 50,000 galones de agua en un período de 12 horas, en otro sitio fueron 40,000 galones y en un tercero 60,000 galones”, afirmó Gregg.
Más tarde rentaron camiones de U-Hall y otras empresas, dentro de los cuales ponían enormes recipientes que llenaban desde los hidrantes. En la imagen aparecen dos presuntos ladrones de agua.
El ir y venir de vehículos era constante en las comunidades vigiladas por esta empresa. Se reabastecían en 30 minutos y volvían hora y media después, cuando ya habían dejado el líquido en pozos, contenedores y pipas dentro de los campamentos ilegales.
En ocasiones, sin embargo, la única evidencia que encontraron los guardias de esta compañía fueron mangueras tiradas junto a los hidrantes.
Conforme la sequía de California se vuelve cada vez más extrema, el robo de agua ligado a los cultivos de marihuana ha crecido a niveles alarmantes. Este año van más de 120 denuncias por ese delito.
Esta práctica ilegal sucede precisamente en las comunidades que tienen menos acceso al líquido y donde ahora los traficantes están haciendo crecer decenas de miles de plantas de cannabis.
En el Valle del Antílope, el saqueo masivo ha metido en un predicamento a cientos de habitantes y varias granjas dedicadas al cultivo de papa, alfalfa y zanahorias.
Allí se detectaron este año más de 500 cultivos ilegales de marihuana, tres veces más que el año pasado.
Las autoridades estiman que los narcos están consumiendo hasta 5.4 millones de galones de agua por día en los condados de Los Ángeles, Riverside y San Bernardino.
“El robo de agua durante una época de sequía es un gran problema”, advirtió Eric Lindberg, jefe del área de geología de la Junta para la calidad del agua en la región de Los Ángeles.
En los bosques de California, donde aún siguen detectando campamentos clandestinos, los agricultores de los carteles suelen desviar el curso de los arroyuelos y disminuir su cauce con mangueras.
De 30,000 granjas de la hierba que operan en todo el estado, tantas como 24,000 (el 80% del total) no están registradas ante la Junta de Agua de California, es decir, no tienen permiso para usar agua.
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Durante varios días, los vigilantes de True Liberty Protection Services siguieron de cerca las pipas de agua y vehículos sospechosos que circulaban por una localidad en el condado de San Bernardino, en California.
Imagen Cortesía Kelly Gregg
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