Trump no se retracta y vuelve a poner en duda la limpieza de las elecciones
Después de que la Casa Blanca dijera que el presidente aceptaría los resultados de las elecciones si pierde el 3 de noviembre, el propio Trump volvió a poner en duda la limpieza de las elecciones.
“Queremos asegurarnos que la elección es honesta y no estoy seguro de que pueda serlo" dijo Trump a reporteros en el jardín sur de la Casa Blanca antes de abordar el Marine One, rumbo a Carolina del Norte.
Un día después que Trump se negara a comprometerse con una transferencia pacífica del poder, lo que provocó reprimendas de los demócratas, un distanciamiento nervioso de los republicanos e intentos de tranquilidad por parte de la Casa Blanca, el mandatario intervino nuevamente el jueves y dijo que no estaba seguro de que las elecciones de noviembre pudieran ser “honestas” porque las boletas electorales por correo son “una gran estafa”.
En lugar de repetir la afirmación de su secretaria de prensa ese mismo día de que aceptaría los resultados de unas elecciones "libres y justas", Trump lanzó su última queja sobre las papeletas de votación por correo, que ha afirmado repetidamente sin pruebas estan contaminadas por un fraude generalizado, y sugirió que la elección, de hecho, no se decidirá de manera justa.
“Entonces, tenemos que tener mucho cuidado con las papeletas. Las boletas, ya saben, eso es una gran estafa” dijo Trump, citando lo que dijo que eran noticias sobre “boletas encontradas” en un río y en “un bote de basura”.
Más temprano en el día, Christopher A. Wray, el director del F.B.I., dijo a los legisladores que no había visto evidencia de un “esfuerzo coordinado de fraude electoral nacional”, lo que socavó el esfuerzo de Trump para avivar los temores sobre las boletas por correo.
Las declaraciones del presidente tuvieron un tono diferente al de otros republicanos prominentes, que pasaron el día dejando en claro que estaban comprometidos con la transferencia ordenada del poder.
Su negativa el miércoles a comprometerse a aceptar los resultados de las elecciones de noviembre, si pierde, es algo que ningún otro presidente moderno ha puesto en duda, llevó a los demócratas a condenarlo como una amenaza para la democracia estadounidense.
Trump citó un comentario de agosto de Hillary Clinton, quien dijo que el exvicepresidente Joe Biden “no debería ceder bajo ninguna circunstancia”.
Sin embargo, Clinton se refería solo a la noche de las elecciones, advirtiendo que es posible que no se conozca un recuento final y exacto hasta días o semanas después, en parte debido a los votos por correo que potencialmente llegan tarde y que Trump pretende desacreditar.