Mientras las aguas comenzaban a retirarse de Camp Mystic, una estela de dolor permanecía, ya que el sábado empezaron a conocerse las identidades de algunas de las víctimas que murieron en las inundaciones repentinas en Texas.
Las inundaciones convirtieron un querido campamento de Texas en una pesadilla: 11 niñas siguen desaparecidas
Fotos y videos tomados antes de la inundación muestran una imagen idílica. Pero las aguas dejaron un panorama muy distinto. Los equipos de emergencia peinan las orillas del río con la esperanza de encontrar sobrevivientes.
Al menos 59 personas, incluidos 15 niños, murieron en el condado de Kerr después de que una tormenta descargara casi un pie de lluvia el viernes, provocando que el río Guadalupe se desbordara y arrasara esta región montañosa conocida por sus centenarios campamentos de verano. Al menos 11 personas más murieron en condados cercanos: cuatro en Travis, tres en Burnet, dos en Kendall, una en Tom Green y una en Williamson.
Las autoridades estatales informaron inicialmente que 27 niñas del Camp Mystic, un campamento cristiano para niñas junto al río en Hunt, Texas, seguían desaparecidas unas 36 horas después de la inundación. Pero este domingo varios de sus cuerpos fueron hallados. Hasta la mañana de este domingo, 11 niñas y un trabajador del campamento continuaban desaparecidos.
“Hasta las 9:00 am de esta mañana, hemos registrado 59 fallecidos en el condado de Kerr”, dijo en una conferencia de prensa este domingo Larry Leitha, el sheriff del condado, citado por CNN. Entre los fallecidos, 38 son adultos y 21 son niños, putualizó Leitha y agregó que que 18 adultos y cuatro niños están pendientes de identificación.
El gobernador Greg Abbott, quien visitó el campamento el sábado junto a los equipos de rescate, prometió que las autoridades trabajarán día y noche para encontrar a las niñas desaparecidas y a otras personas arrastradas por la tormenta, que tomó por sorpresa a residentes, campistas y autoridades. Muchos siguen desaparecidos y se estima que alrededor de 850 personas han sido rescatadas hasta ahora.
El papa León XIV, el primer pontífice estadounidense de la historia, habló en inglés al final de su bendición dominical del mediodía, ofreciendo oraciones especiales y expresando sus “sinceras condolencias a todas las familias que han perdido a seres queridos, en particular a sus hijas que estaban en campamentos de verano".
El histórico Camp Mystic se convirtió en una pesadilla por las inundaciones
El campamento fue fundado en 1926. Con el paso de las décadas, se volvió tan popular que las familias ahora tienen que inscribir a sus hijas en la lista de espera con años de antelación.
Fotos y videos tomados antes de la inundación muestran una imagen idílica: cabañas grandes con techos verdes y nombres como 'Wiggle Inn', rodeadas de robles y cipreses a orillas del río Guadalupe. En algunas publicaciones en redes sociales se veía a las niñas pescando, montando a caballo, jugando 'kickbal' o haciendo coreografías con camisetas a juego. Niñas de entre 8 y 17 años sonriendo a la cámara, abrazadas.
Pero las aguas dejaron un panorama muy distinto: una camioneta apoyada precariamente sobre dos ruedas, con un costado incrustado a mitad de un árbol; una pared entera arrancada de un edificio, cuyo interior está vacío salvo por una bandera de Texas; cuadros colgados en alto; un trozo retorcido de metal, posiblemente un somier, apilado junto a baúles de colores y ramas rotas.
Los equipos de emergencia peinan las orillas del río con la esperanza de encontrar sobrevivientes. Las redes sociales están llenas de los rostros de las desaparecidas.

Cómo los recuerdos felices del campamento ahora están marcados por el dolor
Chloe Crane, maestra y exmonitora del campamento, dijo que se le rompió el corazón al leer un correo sobre las niñas desaparecidas.
“Para ser honesta, lloré porque Mystic es un lugar muy especial, y no puedo imaginar el terror que sentiría como monitora viviendo eso con 15 niñas pequeñas a mi cargo”, dijo. “Y también es pura tristeza (…) el campamento ha estado ahí desde siempre y las cabañas literalmente fueron arrasadas”.
Crane recordó al campamento como un refugio para niñas que buscan ganar confianza e independencia. Compartió recuerdos felices enseñando periodismo, haciendo manualidades y compitiendo en carreras de canoas. Ahora, ese lugar feliz se ha convertido en una historia de horror, dijo.
Funcionarios estatales y locales defendieron su actuación tras críticas sobre si los campamentos y residentes recibieron alertas adecuadas, dado que la zona es propensa a inundaciones.
El Servicio Meteorológico Nacional emitió una advertencia de inundación el jueves y varias alertas de inundaciones repentinas durante la madrugada del viernes. Se habían pronosticado entre 3 y 6 pulgadas de lluvia, pero cayeron 10 pulgadas.
El río Guadalupe se elevó hasta 26 pies en solo 45 minutos, superando su escala máxima de medición.
No está claro qué tipo de plan de evacuación tenía Camp Mystic, si es que tenía alguno. El juez del condado de Kerr, Rob Kelly, dijo que el condado no cuenta con un sistema de alerta propio y aseguró que nadie anticipó una inundación de tal magnitud.
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Rescatistas evacúan campistas en helicóptero
El viernes por la tarde, agentes del Departamento de Caza y Pesca de Texas llegaron al campamento y comenzaron a evacuar. Ataron una cuerda para que las niñas pudieran agarrarse al cruzar un puente mientras el agua les daba por las rodillas.
Elinor Lester, de 13 años, fue evacuada en helicóptero con sus compañeras tras atravesar el agua. Dijo que se despertó sobresaltada a la 1:30 am por los truenos y el golpeteo del agua contra las ventanas.
Ella estaba en una cabaña en Senior Hill, una zona elevada. Las más pequeñas dormían junto al río, y esas cabañas fueron las primeras en inundarse, dijo.
“El campamento fue completamente destruido”, afirmó. “Fue muy aterrador”.
Su madre, Elizabeth Lester, dijo que su hijo también logró escapar de Camp La Junta, cercano a Mystic. Un monitor despertó al ver el agua subir, abrió una ventana y ayudó a los niños a salir nadando. Camp La Junta y Camp Waldemar informaron en Instagram que todos sus campistas y personal estaban a salvo.
Elizabeth rompió a llorar al ver a su hija, quien sostenía un pequeño oso de peluche y un libro.
“Mis hijos están a salvo, pero saber que otros siguen desaparecidos me está matando por dentro”, dijo.
Docenas de familias compartieron en grupos locales de Facebook que recibieron llamadas devastadoras de las autoridades diciendo que sus hijas no habían sido encontradas entre las cabañas destruidas y los árboles caídos. Camp Mystic envió un correo a los padres de sus alrededor de 750 campistas, indicando que si no han sido contactados directamente, sus hijas están a salvo.
Décadas atrás, en 1987, otra tragedia golpeó la región: un autobús con adolescentes de un campamento cristiano fue arrastrado por las aguas durante una tormenta. 10 jóvenes del campamento Pot O’ Gold murieron cuando el autobús no logró evacuar a tiempo, cerca de Comfort, a unas 33 millas de Hunt.
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